La sociedad equivocada


Minutos antes de entrar al acto de grado de la tarde, tuve oportunidad de saludar a la rectora de la UNEXPO, acción natural de reconocimiento de su investidura. Yo, jefe de un departamento académico, ella rectora de toda la universidad, y en consecuencia mi superior jerárquico. Ambos elegidos para pocos años, ambos prorrogados para demasiados años, ambos con el periodo vencido. En los afectuosos saludos no se elimina nuestra diferencia de opinión, no hay hipocresía, trabajamos juntos y hasta hemos sido panas.

Ella fue quien me abordó, pudo haber sido al revés, eso no importa, y ella fue quien, jocosamente, me dijo que en su discurso de la mañana pensó en una “tremendura”, pero que no la hizo para no polemizar conmigo y otro colega. Yo, sonreí, pues me sentí bien. Fugazmente comentamos el tema de esta tarea que me impongo como universitario de escribir sobre temas humanos, de política si lo quieren denominar así. La rectora lee lo que escribo, me alegra.

Solo pude alcanzarle a decir que agradecía que no hubiese politizado el discurso de la mañana, cuando otro colega se acercó a la conversación y el tema de conversación giro hacia un problema puntual y pendiente por resolver. Hasta allí todo chévere.

Me sorprendí cuando en el discurso de la tarde, en una larguísima introducción al discurso formal, el que redactó para leerlo, se desbocó hasta fijar posición política respecto al proceso constituyente convocado por el presidente Maduro. Tres cosas voy a resaltar y trate de no olvidar, pues no tenía ni papel ni lápiz. Y aunque podría buscar el discurso grabado en video, no lo voy a hacer, pues este escrito mío no es una réplica, es una reflexión ética. Ella pudo, por el poder que tiene, influenciar con su opinión a los jóvenes graduandos y sus familiares, un público cautivo en un acartonado acto protocolar y solemne, yo seré leído por quien decida hacerlo.

Dijo mi Rectora que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es hermosa, que no había que redactar otra. Que se debió preguntar al pueblo si quería otra constitución. Pero también dijo que en un momento determinado se opuso a ella. Entiendo que se opuso a la constitución del 99 en el 99 votando no y no, cuando el presidente Chávez impuso su criterio sobre la sociedad de la época y logró, por vía del derecho y las leyes del momento, preguntarle al pueblo dos cosas 1)¿Convoca usted una Asamblea Nacional Constituyente…? Y 2)¿Está usted de acuerdo con las bases propuestas por el Ejecutivo Nacional…?.

Las bases legales para la misma convocatoria hoy son constitucionales, es una atribución especial del Presidente de la República. Él puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, lo cual es someterse a la voluntad del pueblo, es de hecho una renuncia. Lo que no puede hacer, pues carece de esa atribución, es convocar a elecciones presidenciales adelantadas, ni generales ni regionales.

Ahora si mi Rectora se opuso a la constitución del 99 en el 2002, entonces aceptó la instalación del presidente de Fedecámaras como presidente de Venezuela, luego de un inédito ejercicio de alienación o hipnosis (o ambas cosas) de una buena parte de la población venezolana por parte de los medios de comunicación de la época, al estilo de Orson Welles, para conducirla a una emboscada que sirvió de tapa para la traición de algunos generales y vicealmirantes. Jefes militares que horas después se dieron cuenta que la tropa no les paraba bolas, escucharon, el rugir del pueblo en las rejas del palacio de Miraflores y del Fuerte Tiuna, debieron huir por las puertas de atrás y en la madrugada de aquel domingo 14 de abril vieron por televisión como Chávez entraba por la puerta principal de Miraflores, rodeado de pueblo y soldados mientras la banda de la guardia de honor interpretaba Diana Carabobo …tarantatan tatannnta ta tannn ta ta tannn ta.. la marcha más importante del Ejército Libertador.

La constitución del 99 es hermosa, dijo la Rectora. Y lo es sin lugar a dudas. Habría que recordar que tuvo por molde un proyecto o ideas o papel de trabajo entregado por el Presidente Chávez inspirado en el proyecto constituyente de Simón Bolívar de 1819. Fue redactada por 121 chavistas (para aquel momento por supuesto, pues la talanquera está allí, para unos y para otros. Somos un país libre) tres indígenas (también chavistas para la época) tres independientes y 4 opositores (Adecos para más señas). Estos 131 delegados fueron electos de un total de 1167 candidatos, que recogieron firmas para postularse por iniciativa propia o por el partido político legalmente constituido.
La hermosa constitución ha sido leída íntegramente por el pueblo.

Unos artículos con más profundidad que otros, por supuesto. Yo he leído y releído varias veces algunos artículos del texto, motivado por tantos acontecimientos que han debido ser resueltos por medidas de interpretación. En cada lectura mía he antepuesto la duda en el gobierno bolivariano, para ver si han querido violentar algo de lo allí escrito, y no he visto tal intención. Sin embargo, debo decir que del lado opositor dejan mucho que desear, pues sus conceptos y capacidad de interpretación son muy pobres, a mi criterio no dan pie con bola, circunstancia que me ha llevado a conceptualizarlos, primero de políticos sin formación política, luego de obedientes eunucos políticos y últimamente de estúpidos, sin pretender ofenderlos, sino más bien de clasificarlos correctamente, pues es estúpido quien fracasa en su inteligencia y opta por la decisión equivocada, y ellos han, reiterativamente, coincidido con este concepto. Más adelante aclaro lo de eunucos.

Tratando de buscar sustento a lo que acabo de escribir, lo de estúpidos, me tope, en Wikipedia, con el filósofo José Antonio Marina (Medalla de Oro de Castilla-La Mancha 2207) un investigador español que se la pasa estudiando la inteligencia, y de cómo la inteligencia fracasa en su labor. Marina se atreve a distinguir entre la inteligencia cognitiva (capacidad natural de aprender) y la capacidad de tomar decisiones equivocadas o la inoportuna inacción. Marina también señala la existencia de sociedades inteligentes y sociedades estúpidas. Diserta de cómo somos influenciados por los pensamientos y acciones de los demás, tanto a nivel familiar como a nivel de nación. Yo, simple electricista, he visto en todos estos años comportamientos plegados a un estereotipo. Podría afirmar que mis primeras observaciones, y críticas a ese comportamiento asociativo surgieron luego de escuchar por primera vez la canción “Laura la sin par de Caurimare”. Hoy he visto a los “sifrinos” de Caracas enfrentarse a la Guardia Nacional, creyéndose ser el Capitán América, escribir sandeces en las redes sociales e incendiar a un hombre vivo porque suponen piensa diferente a ellos. Me he dado cuenta de la gigantesca necesidad de imponer la supremacía de las ciencias sociales sobre las demás disciplinas formativas de los ciudadanos de mi país. Y digo esto, porque dudo que cualquiera de los manifestantes violentos (no caigo en la tentación del sarcasmo y llamarlos pacíficos) tenga menos de bachillerato completo aprobado, aunque jamás en su vida comprenderán una idea trascendental. Y lo digo con pesar, pues da dolor apreciar en buena parte de nuestro pueblo una sociedad estúpida. Ruego a quien tenga una opinión contraria, replique con argumentos y referencias sólidas, pues consiente estoy que el término usado es muy rudo.

De acuerdo estoy con el respeto a la constitución expresado por la Rectora, pues respetar la hermosa constitución es pedirle a la Asamblea Nacional que reconozca y obedezca las decisiones del Poder Judicial. Respetar la CRBV es legislar dentro del marco constitucional correcto, y no producir leyes para perdonar crímenes aún no cometidos o crímenes de lesa humanidad. Respetar la hermosa constitución es castigar a quienes han criminalizado la acción política, utilizando el beneficio de la inmunidad parlamentaria para incitar al delito y la anarquía.

Para respetar la hermosa constitución y no tener que escribir otra, entonces debemos reconocer al gobierno actual para liberarnos de la anarquía (última proclama de El Libertador). Respetarla es organizarnos para una elección de gobernadores en diciembre de este año y a una elección presidencial en diciembre de 2018. Respetar constitución es aceptar que ella misma tiene un capítulo que indica el procedimiento para convocar una Asamblea Nacional Constituyente.

El poder, el derecho y la verdad son conceptos trascendentes, son elementos que rigen a los grupos humanos, por lo tanto no estaría fuera de lugar denominarlos principios rectorales pues quien detenta el poder está en el deber de procurar la verdad y preservar el estado de derecho. Bajo estos elementos se construyen la institucionalidad y la democracia. Hablemos de verdades.

En 1989 hubo miles muertes en tres días (se habla de más de 2000), pues el pueblo actuó con desesperación cuando el gobierno de la época anuncio medidas impopulares sin explicarlas adecuadamente. Los transportistas se precipitaron a incrementar sus precios, los empresarios y comerciantes desabastecieron de alimentos al país y los medios de comunicación, de entonces y de siempre, irresponsablemente en lugar de informar y explicar se comportaron como unos vendedores de noticias, y como la noticia mala es la que vende vendieron que jode.

La conflictividad, la anarquía, el berrinche opositor de este año 2017 ha causado 80 muertos en 60 días, producto de situaciones de riesgo por acciones imprudentes, de asesinatos producto de acciones individuales y de linchamientos por odio inoculado. Ninguno es por tiro de fusil, como el caso de 1989. No son el ejército o la Guardia Nacional los homicidas.

Tampoco el escenario es el mismo a 1989. Tome cualquiera de los videos de los disturbios del año 1989 y vea las casas, los edificios y las calles y luego vea los edificios y las avenidas de los videos de los disturbios de los años de 2014 a 2017. Si nos limitamos a Caracas verá en los primeros a los cerros de Caracas, las calles de San Agustín, San José, el 23 de enero o Petare. En los videos de hoy verá las avenidas de Chacao, las Mercedes, Chuao, Altamira. Las mismas características de los escenarios son extrapolables a las demás ciudades del país. Odio tener que escribir esta vaina, pero debo hacerlo, ya es demasiada la locura para simplemente dejar a los ojos de los demás las cosas, hay que guiar su mirada para que vea, pues tienen ojos y no ven.

Si hablamos de verdades, debemos hablar de corrupción, con el peligro de entrar en una especie de toma y dame. Y después de sacar trapitos al sol la conclusión sería una ponderación difusa para señalar quienes han sido menos corruptos, lo que equivale a decir que todos lo han sido, en lugar de sentenciar con lógica binaria quienes han sido honestos y quiénes no. Ante este dilema ético, prefiero arrastrar el debate a dos bases de la sociedad que han fallado desde la llegada de Colón hasta hoy, nuestro sistema educativo pues no fundamenta valores de honestidad y nuestro sistema judicial que no castiga la inhonestidad. Es tan antiguo este dilema, que Bolívar convocó a una constituyente en 1928 para modificar la constitución de Cúcuta de 1822 para que él, El Libertador, pudiese remover a fiscales y jueces cómplices de la corrupción. Bolívar no lo logró, y un mes después fue víctima de un atentado.

La larguísima fase introductoria al discurso de mi Rectora causó aplausos y gritos de aprobación, demostración del rechazo a la convocatoria a constituyente como solución, política. Tal vez porque la otra solución política, la guerra civil, no la creen posible o ni se la imaginan. Así que valdría la pena recordar que un sector de la oposición, por cierto el más radical, Voluntad Popular, propuso una Asamblea Constituyente como oferta electoral para las elecciones legislativas de 2015. Recogieron firmas, solo necesitaban el 15% de los electores, y de un día para otro abandonaron la idea. Al ganar la asamblea Nacional, pudieron haber convocado a constituyente, solo debían dejar de lado la soberbia y haber concertado en repetir las elecciones de Amazonas para tener dos diputados más, no tuvieron la humildad ni la inteligencia suficiente. Prefirieron cuestionar la nacionalidad del presidente, destituirlo por abandonar el cargo y levantarle un juicio político; nada de eso era constitucional, y no les quedó más remedio que invocar la constitución del 99 e intentar un referendo revocatorio. Otra demostración de su fracasada inteligencia (no quiero volver a decirles estúpidos) pues por el referendo debieron empezar, ganando o no la mayoría en la Asamblea Nacional.
Cuando el presidente Maduro convoca a constituyente podrían haberle tomado la palabra. Son mayoría en el país, acepto esa hipótesis. Pero no, la soberbia volvió a joderlos, y no pudieron sentarse a pensar, y si lo hicieron volvieron a equivocarse. Se les pasó la fase de postularse a muchos y para quienes lo hicieron, tuvieron que calarse nuevamente el chantaje y morir callados, so pena de ser excretados de esa sociedad equivocada llamada MUD. Total quedarán por fuera nuevamente, esta vez de un chance de 545 históricas plazas.

Tan sencillo es haberse detenido a pensar y aceptar la constituyente como solución política que da risa escucharlos criticar el método propuesto por el Presidente Maduro. Propuesta que pudieron haber ajustado un poco más a sus intereses pues se les invitó a discutirlas y no asistieron. Sin embargo, así como están las bases de la convocatoria eran suficientes para que ellos aspirasen una mayoría contundente. Si se estableció un diputado por municipio, en Táchira tendrían 30 de 30 fácil, en Carabobo y Bolívar más de la mitad, solo por solo nombrar los estados más conflictivos. Para el caso de los diputados por sectores, con los empresarios tendrían 5 de 5. Por los trabajadores, fácil más de la mitad, de los indígenas, 2 o 3 de los 8 posibles, pues tienen el estado Amazonas controlado. De los estudiantes, ¡carajo de los estudiantes! los mayores de 18 ya están en la universidad y son ellos los más alzados. De los pescadores y campesinos, fácil, solo tienen que ofrecer mejores condiciones y créditos. Y de los consejos comunales, bueno, de los consejos comunales se podría decir que los líderes son chavistas pero los vecinos no. Por Dios santo, Marina, el filósofo español tiene razón, lo son.

Una de mis estudiantes, luego de verme inusualmente muy serio frente a la computadora, me pregunto que me pasaba, a lo cual respondí con tono jodedor, “me tienen caliente los escuálidos”. En ese momento estaba viendo algunos videos de la locura desatada. Ella, que se me aprecia mucho como profesor, me dijo, más o menos esto: “profe, no es justo que usted fije esa posición y pierda a tantos amigos y hasta familiares, no defienda al gobierno, no vale la pena”. Yo, luego de agradecerle su gesto, le dije: “no estoy defendiendo al gobierno, defiendo la verdad pues me molesta la mentira y no acepto la estupidez. Las convicciones y las ideas no se deben ocultar, pues es la antítesis de la sabiduría, me quedaré solo, no importa, el gobierno puede cambiar y eso no es lo importante ni lo que me importa, lo realmente importante es que prevalezca la verdad”.

Espero no haber ofendido a nadie con mis palabras. Si usted es opositor acérrimo tenga en cuenta que sentirse aludido no significa culpabilidad. Todos tenemos el derecho a opinar y a equivocarnos, lo que no debemos permitirnos es equivocarnos por el descontrol de la soberbia, plegarnos al estereotipo para ser aceptados en una sociedad estúpida ni continuar en el error para cumplir con un mandado, cual eunuco obediente al amo imperial.

Terminó el solemne acto de grado de la tarde con dos temas musicales, el himno de la Universidad, que en su última estrofa dice: estudiante semilla del surco, tu maestro que riego le das, no olvidéis vuestra sagrada siembra ser el gran estandarte de paz. Y con la canción Venezuela, una canción escrita para José Luis Rodríguez por un español, y que El Puma nunca grabó. Esa canción pide ser enterrado en Venezuela, lo que induce a pensar que si se aleja uno de su patria no deja de amarla. Canción que popularizó Chávez, al nivel de ser tarareada por todos, causando lágrimas en las mejillas de todos, un efecto sentimental que complementa la euforia y piel de gallina que causa el Alma Llanera, la cual empieza recordándonos que nacimos de este lado del rio Arauca, rio fronterizo con…mejor dejo hasta aquí mis comentarios.



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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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