Para sustentar la propuesta de enmendar el artículo 228 de la Constitución Bolivariana hay que observar la historia, tanto nacional como internacional a la luz, o mejor dicho, a la oscuridad del terror sobre los pueblos. Empecemos con este último aspecto primero.

Se habla de la sirianización del mundo. La masacre sistemática y violación de los derechos humanos del pueblo sirio se inicia en el 2011. El gobierno se atornilla en el poder contra el reclamo legítimo del pueblo sirio contra la corrupción, derechos humanos y más democracia. El pueblo sirio yace atrapado en el juego de intereses geopolíticos, obligado a huir de su patria o a morir bajo el infierno de la mezquindad o polarización política. Los medios de comunicación sólo confunden más. Este fenómeno puntual se extiende al mundo.El fenómeno mundial tiene la siguiente esencia:

• el nacionalismo (polarización ideológica entre apátridas y patriotas, división poblacional y creación de la imagen del enemigo),

• el odio en el discurso (el aliento de Satanás en la semiótica de la polarización, según E. Galeano)

• el ascenso del Estado de seguridad (legitimación de la represión contra la "población enemiga" al régimen, y de la violación sistemática de los derechos humanos).

El terrorismo mundial, el racismo estadounidense, el Brexit, el separatismo interno en la Unión Europea y surgimiento de la ultraderecha son claros ejemplos de la sirianización del mundo. Venezuela ha entrado en esa atmósfera mundial. ¿Cuándo y cómo entramos? Pensando que edificábamos una democracia sólida mediante el pacto de punto fijo sólo construimos sobre la arena.

El pacto de punto fijo fue excluyente, relegó a la forma de polarización violenta tipo armada a un sector político, y luego incluyó su residuo servil. Cuando más se necesitaba del amor a la patria para administrar las riquezas nacionales nacionalizadas más deshonestos nos volvimos. Fue una farsa, y los constructores reconocieron la falla estructural: la corrupción en el estado y la sociedad cómplice.

En este escenario llega Hugo Chávez. Nace otra polarización. Debemos recordar que la mayoría de los partidos políticos del pacto de punto fijo se unieron con Salas Römer contra Chávez, de aquella unión surgió la Coordinadora Democrática, y hoy MUD. Ahora sabemos cuándo y cómo entramos a la atmósfera mundial. Somos un residuo de la guerra fría a la venezolana: la corrupción en el estado y la sociedad cómplice.

A este residuo estructural Chávez le agregó los dos primeros sustentos de la atmósfera mundial citada, y del 2013 al presente experimentamos la implementación del tercero, con el riesgo cada día de convertirnos en otra Siria. Sin embargo, tenemos a la mano varios aspectos que nos distinguen, si en verdad tenemos ojos para ver. Tenemos una tradición democrática por perfeccionar. Dicha perfección dependen de todos nosotros como ciudadanos y ciudadanas de esta nación, y de la vocación democrática de los partidos políticos.

El perfeccionamiento de la democracia venezolana se inicia con la enmienda del articulo 228 para elegir al presidente o presidenta en segunda vuelta, si fuese el caso. ¿Qué permite esto? Este mecanismo permite la democratización de las candidaturas tantos como ciudadanos (as) se postulen. La primera corrupción sería reducida a un campo de acción mínimo. La primera corrupción es la componenda de los intereses particulares y partidistas de espalda a la voluntad popular.

La voluntad popular se manifestaría con plena libertad de conciencia de cada elector(a). Estaríamos desechando los principios de la mentira, del engaño, y echando las bases de la libertad de conciencia y de la verdad del electorado. Sería el fin del ciclo de las polarizaciones de todo tipo. Daría oportunidad para la renovación moral en el mundo político venezolano. Venezuela entraría al sendero de la paz y por consiguiente del progreso social, de la mano de la refundación institucional del estado.

#enmienda228ya incluye a las gobernaciones y alcaldías; escojamos la vida republicana.

"Sólo el pueblo virtuoso se salva"