Otra vez muerte, llanto y hambre sobre Venezuela: la inmolación nacional

Observando el documental las voces del hambre producido por Telemundo, y disponible en el portal de El Nacional en http://www.el-nacional.com/noticias/crisis-humanitaria/las-voces-del-hambre-reportaje-que-muestra-crisis-venezolana_83027, me llama la atención estas tres palabras que se dan en la introducción del referido documental. Muerte, llanto y hambre hay en Venezuela. También contrasto la realidad social y propia en mi entorno geográfico, comunitario y familiar, y puedo dar fe que lo documentado no es una propaganda política contra el gobierno de Nicolás Maduro. El documental publicado hasta ahora también está disponible en https://youtu.be/DUk545rrPec, y https://youtu.be/vUymDDhe6y4.

Ahora bien deseo extender el análisis más allá de la presente circunstancia, la cual abarca desde el Caracazo (febrero 1992) hasta ahora, como lo refiere el documental. Desde la perspectiva histórica conocemos los efectos del decreto de guerra a muerte como respuesta política militar contra las atrocidades de las autoridades del imperio español. La devastación que se vivió en Venezuela fue terrible: muerte, llanto y hambre. La guerra tuvo que ser regularizada. El propósito del decreto era crear la conciencia americana en la América ocupada por el imperio español, véase Liévano Aguirre.

Muchos nacidos en este continente no se identificaban con esta tierra. Una vez lograda la independencia política unos pocos obraron para destruir el sacrificio de muchos, y sustituyeron el anterior régimen opresor extranjero por uno propio: las oligarquías latinoamericanas, con la venezolana a la cabeza. El destino histórico fue traicionado: muerte, llanto y hambre marcó a la Venezuela de Bolívar hasta el año 1917.

A partir de ese año la historia económica sería de prosperidad para la nación venezolana. La garrocha que impulsaría a nuestra nación es el petróleo, Asdrúbal Baptista (2012). El rentismo petrolero en su forma de capitalismo generó condiciones materiales para el progreso nacional. Si colocamos la lupa sobre las grandes infraestructuras del país veremos que muchas se remontan al periodo del general Pérez Jiménez.

Durante la era de la democracia según la constitución del 61, veremos otras tantas, pero hay un hecho en este periodo 1961 a 1999: la fuga de capitales, Medina Smith 2004, BCV. Más de 110 millardos de us$ salieron de Venezuela, mientras en ella también había muerte, llanto y hambre. Así llegamos de la mano de la historia político económica a la realidad de hoy, agregando que según estimaciones la fuga de capital se calcula en más de 200 millardos.

Este monto equivale a casi 6 años de asignación de divisas para que el sector productivo trabaje al ritmo del año 2007, generando condiciones de vida aceptables. Pero es aquí donde está el meollo del asunto, o la trabazón histórica. Se necesitaría el doble anual para saciar a la voracidad por el dinero en el seno de la sociedad venezolana para satisfacer su cuota parte sacándola del país.

¿Es la trabazón histórica un fenómeno materialista o espiritual, y por ende moral? De acuerdo a lo que vemos en https://www.aporrea.org/actualidad/a241874.html, el proyecto del gobierno tiene la intencionalidad de conducir la transformación cultural por medio del materialismo dialéctico, esto es acabar con la propiedad privada productiva sin haber logrado su sustitución sustancial. Los efectos son vistos por nosotros y el mundo entero en los documentales referidos en el encabezado, y los que estamos con los pies sobre esta tierra de gracia, y no miramos a los lados, constatamos la veracidad de lo documentado. ¿Daños colaterales de la guerra económica?

La aberración al proyecto constituye una inmoralidad digna de calificación de crimen de lesa humanidad, un crimen social con premeditación y alevosía manifestado desde el 2001, como se evidencia en el link del párrafo anterior. Seguir alimentando al pueblo con falsas esperanzas es un sinsentido criminal, es la pura vanidad de los ególatras gobernantes, los fariseos y los socios que se lucran con la muerte, el llanto y el hambre del pueblo venezolano. Nos estamos suicidando masivamente por un sin sentido histórico. Hay que rectificar o hacer rectificar.

"Sólo el pueblo virtuoso se salva"



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Edwin Medina


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