Insistamos en el Plan de la Patria del Comandante (10/10)

Con el presente artículo culmina la serie sobre el Plan de la Patria del comandante eterno Hugo Chávez; siendo el quinto y último objetivo histórico contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especia humana; para lo cual el comandante propone como objetivo nacional, construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el ser humano y la naturaleza, garantizando el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.

Sugiriendo además tres objetivos estratégicos: impulsar el socialismo como única opción frente al modelo depredador e insostenible capitalista; promover una nueva ética socio-productiva que impulse la transformación de los patrones insostenibles de producción y de consumo capitalistas; y generar alternativas socio-productivas y nuevos esquemas de cooperación económica y financiera para el apalancamiento del desarrollo integral y el establecimiento de un comercio justo mundial bajo los principios de complementariedad, cooperación y solidaridad.

Continúa el Comandante con otro objetivo nacional para preservar la vida en la Tierra: Proteger y defender la soberanía permanente del Estado sobre los recursos naturales para el beneficio supremo de nuestro pueblo, que será su principal garante; mediante acciones y gestiones integradas y sostenibles en el ámbito nacional e internacional para proteger y conservar las áreas estratégicas, como las fuentes y reservorios de agua, las cuencas hidrográficas, la biodiversidad, los mares, océanos y bosques.

Sin olvidar el comandante la necesidad de mantener un liderazgo en las negociaciones internacionales multilaterales y regionales, relacionadas con los respectivos marcos jurídicos sectoriales ambientales; especialmente, el acceso al agua como un derecho humano a defender en todos los foros y ámbitos internacionales, desmontando a su vez aquellos esquemas que promueven su mercantilización, al igual que de la naturaleza, servicios ambientales y ecosistemas.

El segundo objetivo nacional propuesto por el comandante consiste en proteger y defender la soberanía permanente del Estado sobre los recursos naturales para el beneficio supremo de nuestro pueblo, que será su principal garante. Para ello, sugiere promover la cooperación con los países fronterizos en el manejo integrado de los recursos naturales transfronterizos, reimpulsar dicha cooperación en temas de gestión ambiental y zonas ecológicas de interés común conforme a los principios del derecho internacional, y defender los derechos territoriales y la soberanía del Estado venezolano en las negociaciones relacionadas con la administración de los espacios marinos y oceánicos, así como de la diversidad biológica marina más allá de la jurisdicción nacional.

Asimismo, luchar contra la secularización de los problemas ambientales mundiales que deben ser resueltos con la participación de todos los Estados sin imposiciones hegemónicas foráneas, manteniendo Venezuela una vigilancia del desarrollo de la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU para evitar la incorporación de los temas ambientales y humanos como de "seguridad internacional"; e igualmente, fortalecer los debates sustantivos en temas económicos, sociales y ambientales en los foros pertinentes a nivel regional y multilateral para que las decisiones se tomen de manera inclusiva y transparente, sin orientaciones de corte paternalista y neocolonial por parte de los países desarrollados.

El tercer objetivo nacional: Defender y proteger el patrimonio histórico y cultural venezolano y nuestroamericano. En tal sentido, el comandante plantea contrarrestar la producción y valorización de elementos culturales y relatos históricos dominantes, circulando por los medios de comunicación e instituciones diversas; mediante la crítica contundente a dichas formas dominantes que hagan presencia en los mismos medios e instituciones. Al igual que promover la producción de textos escolares que generen consciencia y formen críticamente a las nuevas generaciones.

Otra estrategia consiste en crear espacios de expresión y mecanismos de registro de las culturas populares y de la memoria histórica de grupos sociales; especialmente en cada Consejo Comunal o Comuna en construcción, organizando diversos equipos de trabajo que cuenten con líderes populares formados para salvaguardar ese patrimonio cultural e histórico. A lo cual agrega promover una nueva cultura acorde con los planteamientos humanistas de la revolución bolivariana, persuadiendo a los actores populares e intelectuales orgánicos integrar el pasado revalorizado con el socialismo que queremos construir; todo ello a través del debate dentro de las organizaciones populares, poniendo especial énfasis en las relaciones de género y sexodiverso aún obligados a vivir y laborar en forma discriminada, donde la única vía ofrecida por el capitalismo es la frivolidad; además, el comandante sugiere experimentar nuevas formas de socialización mediante acciones más solidarias y la construcción de identidades menos represivas.

En el plano internacional, el comandante propone desarrollar algunas estrategias para preservar y difundir en el mundo entero las características culturales del pueblo venezolano y de su memoria histórica, a través de la publicación de libros y textos sobre la historia, la cultura y las tradiciones venezolanas, así como la elaboración de materiales audiovisuales; producción a ser transmitida por los medios internacionales de comunicación, apoyándose igualmente en nuestras instituciones diplomáticas y en las universidades de otros países.

Finalizo con otro objetivo nacional: Contribuir a la formación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador. En este sentido, el comandante propone como estrategia, continuar la lucha por la preservación, el respeto y el fortalecimiento del régimen climático; desmontando por un lado, los esquemas de mercados internacionales de carbono que legitiman la compra de derechos contaminantes y la impune destrucción del planeta, y por el otro promoviendo e impulsando el fortalecimiento del régimen jurídico vigente con énfasis en las responsabilidades históricas de los países desarrollados, aunado con las acciones a emprender en relación al incumplimiento de sus obligaciones ambientales.

Así como diseñar a nivel nacional, un plan de mitigación que abarque los sectores productivos emisores de gases con efecto invernadero, promoviendo su transformación alineada a la ética socialista; así como un plan nacional de adaptación y compromiso ecosocialista que permita a nuestro país prepararse para los escenarios e impactos climáticos que se producirán debido a la irresponsabilidad de los países industrializados, contaminadores del mundo. Planes que deberán elaborarse con la colaboración de todos los entes nacionales encargados de la planificación territorial y la gestión de desastres, con énfasis en la mitigación del incremento de temperatura en los próximas décadas y en el cálculo de los costos derivados de la pérdidas y daños resultantes de situaciones extremas climáticas, incluyendo seguros y reaseguros para sectores sensibles específicos; situaciones que deberán sumarse a la deuda ecológica de los países industrializados.



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Sergio García Ponce

Ex-vicerrector de Desarrollo Territorial de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).

 sagarciap@yahoo.es

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