Esto es precisamente lo que está ocurriendo con el gobierno de Maduro

¿Por qué Maduro cambia de ministros, vicepresidentes, jefes de instituciones, y directores tanto? 
 
Esta es la pregunta. 
 
La primera vez que me di cuenta de que había algo en Maduro que probablemente era mal visto por mucha gente en su entorno era durante su campaña presidencial o poco después, no me acuerdo exactamente, cuando en un evento publico dijo, con respecto a su esposa, “Cilia Flores de Maduro, así es, de Maduro” o algo así, con esa sonrisa cínica y cara del típico macho prepotente que se cree fabulosamente mejor que todas las mujeres del mundo. 
 
Tal vez algunos lectores se acordarán, a mí me sorprendió --- y me disgustó enormemente --- escuchar tal mensaje machista dicho por parte de un supuesto seguidor de Chávez, el feminista. 
 
¿Quién quisiera trabajar con este tipo de persona? 
 
Eso es lo que me pasó por la cabeza en ese momento. 
 
Bueno, desde aquel tiempo he ido observando a Maduro y la reacción de la gente que lo entorna, poco a poco, estudiando el asunto, eso en base a mi experiencia de más de 25 años en la reestructuración de empresas, captación de talento, espionaje industrial, e investigación de fraude corporativo, donde lo primordial es de poder evaluar la gente, quienes son ellos realmente, cómo piensan, en qué creen, cuales son sus debilidades, sus fuerzas, talentos, etc., para enseguida poder formar equipos de empleados eficientes y efectivos, exitosos, para la empresa que me contrataba. 
 
Pero existe una regla básica …  
 
No importa si uno escoge el mejor equipo del mundo, si el presidente de la empresa (el jefe mayor de operaciones) no tiene el talento, ni la habilidad, o la humildad, para liderar ese equipo, para que el equipo lo admire y lo respete, la aventura será un fracaso, cada vez. 
 
En mi experiencia, así siempre ha sido, y creo que así siempre será. 
 
Desde que Maduro comenzó a liderar este gobierno, el PSUV, y nuestra Revolución (¡sic!) en el 2013, he notado que más allá de haber botado un montón de los ministros de Chávez, Maduro también a menudo ha cambiado de ministros y otros funcionarios en altos cargos, pero muchísimo. 
 
¿Por qué? 
 
Como reestructurador de empresas, las siguientes preguntas (más abajo) son algunas de las preguntas fundamentales que uno se hace antes de empezar a reestructurar la empresa, con el fin de entender la verdad sobre la situación. 
 
En este caso vamos a suponer que el presidente de una empresa, exitosa, se murió, entonces los dueños de la empresa escogieron a un nuevo presidente, pero después de un año, la empresa se encuentra casi en quiebra. 
 
PREGUNTAS 
 
- Si la empresa andaba bien con el ex presidente, el que murió, ¿Por qué ahora anda mal? 
 
- ¿Por qué el nuevo presidente entrante botó a directores que ya estaban allí desde hace muchos años, y que contribuyeron al éxito de la empresa? 
 
- ¿Cuánto tiempo de adaptación --- para trabajar con el nuevo presidente --- el nuevo presidente les dio a los directores antes de botarlos o cambiarlos? 
 
- ¿Cuántos de los directores que el nuevo presidente dijo que botó, en realidad fueron ellos que decidieron irse? 
 
¿Cuánto de los que el nuevo presidente dice que se fueron, realmente fueron botados por el nuevo presidente? 
 
¿En ese momento, cuantos de los nuevos empleados fueron antiguos empleados del nuevo presidente en alguna otra empresa? 
 
¿Cuántos familiares y amigos del nuevo presidente hoy trabajan en la empresa? 
 
¿Cuantos amigos o conocidos del nuevo presidente fueron contratados --- para reemplazar a los que estaban allí --- en puestos de la vicepresidencia y en la dirección de los departamentos de venta, marketing, compras, ingeniería, producción, almacenamiento, etc.? 
 
¿Cuántas veces el nuevo presidente ha cambiado los vicepresidentes y directores y gerentes en el último año? 
 
¿Qué porcentaje de los empleados odiaban o admiraban al ex presidente? 
 
¿Qué porcentaje de los empleados odian o admiran al nuevo presidente? 
 
Estas son alguna de las preguntas básicas que les hacia a los dueños de la empresa para decidir si sí o no aceptaba el contrato. 
 
Por ejemplo, si yo sospechaba --- o descubría --- que el problema fundamental era el nuevo presidente, y si los dueños no querían sacarlo de allí de una vez (y yo les encontraba otro mejor, para empezar), entonces, yo no aceptaba el contrato ya que cualquier equipo nuevo que yo montaba iba a sufrir las negativas consecuencias de tener que trabajar con ese nuevo presidente, el cual seguiría siendo el principal responsable por la mala conducción de la empresa. 
 
Les cuento esto porque, en mi experiencia con muchas empresas en Canadá, EEUU, y Europa, cuando existía la necesidad de reestructurar la empresa, a menudo la culpa principal de los graves problemas que las empresas vivían, era del presidente, el jefe mayor de operaciones de la empresa. 
 
Personalmente, en base a lo que he visto y conozco de Maduro, nunca trabajaría con él, y si yo trabajara para una empresa, y si él fuera designado el nuevo presidente, yo me iría de la empresa. 
 
Creo que eso es precisamente lo que está ocurriendo con el gobierno de Maduro. 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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