Lilian Tintori en los vagones del Metro y el PSUV desde la tarima

¿Por qué el PSUV no puede defender las políticas del gobierno en los vagones del Metro, o en las colas de los mercados? Porque, hasta la gente más comprometida con el gobierno de Maduro va a cuestionar algo desagradable de él, a ese honesto y arrojado militante, que de seguro no va a poder responder satisfactoriamente las dudas del pueblo más chavista: lo que resulta fácil confrontar de manera fraccionada, manipulada, "editada", sobre las tarimas de los actos públicos y en la televisión, en la calle, y dentro de los vagones del Metro, es casi imposible hacerlo sin consecuencias inesperadas. Ahí viajan todos los días quienes sufren el día día de la inflación y la escasez. Partidarios de un bando y del bando. Desde el más pobre e ignorante hasta profesores universitarios y abogados, pasando por militantes, estudiantes etc.

En los vagones del metro se comenta el país, se sufre el país, se confunden los sentimientos. Se descubren las contradicciones.

Hoy en la mañana, 12 de septiembre, Lilian Tintori, una mujer no tan alta, y quizá cara común, acompañada de gente incauta, viejitas y gente humilde, que jamás serían recibidas en su casa, hizo un recorrido en uno de los trenes del metro explicando su posición política, de vagón en vagón, a pesar del rechazo general de mucha gente. Confrontó al chavismo más duro. Los escuchaba, los dejaba hablar y gritar sus reproches. Lilian Tintori, usando las armas de la militancia revolucionaria en favor de la mentira, sin miedo; manipulando sin miedo, pero cara a cara.

Era de esperar que la rechazaran. Pero, dentro de un ambiente de contradicciones y confusión, generado por el gobierno, su presencia física confrontando a la gente fue un ejemplo de valentía; y así lo percibió otra parte de los usuarios del sistema metro. Nadie la apoyó abiertamente, pero nadie la insultó. El asunto es que uno se pregunta ¿Cómo fue posible que la derecha le haya robado la iniciativa al PSUV, de poder explicar las políticas del gobierno, en esa "calle cautiva" de los vagones del Metro? "Misterios de la Ciencia", diría el profesor Lupa.

Pero sí que hay una respuesta clara: la imposibilidad de hacer esto y salir airoso. Con tantas preguntas que hacerle a gobierno, tantos cuestionamientos, con tantas contradicciones a cuesta.

La primera pregunta que se oiría en el vagón sería ¿Por qué no ponen presos a los especuladores y a los acaparadores?, luego ¿Cuándo se van acabar las colas en los mercados? ¿Por qué no detienen el costo de la vida? ¿Por qué se le sigue dando dólares a los mismos que se lo robaron? ¿Por qué no hay medicinas si ya les dieron el dinero a los empresarios de los laboratorios? ¿Qué pasa que no se confiscan las Empresas Polar? ¿Por qué no hay azúcar para la gente y sí para la Coca Cola? ¿Si hay harina, por qué no hay pan?...

Más adelante se podría ensayar, de acuerdo a la preparación política y las respuestas del camarada (del elegido en esta tarea fundamental de explicar las políticas del gobierno), y preguntar por el Arco minero, y si entregar la explotación minera a Cisneros y la una empresa como la Gold Reserve es socialismo: "Explíqueme amarada ¿Por qué si el mismo Chávez botó por maula y por sus malas prácticas extractivas a la empresa canadiense Gold Reserve del país ahora se la indemniza con más de setecientos millones de dólares y se le entrega el yacimiento de Las Cristinas, el más grande de oro níquel del país? O "Camarada, dígame ¿Si ayer era inminente un golpe de Estado violento preparado por la oposición por qué hoy se quiere dialogar con ella? ¿Qué tenemos que dialogar con una oposición que conspira?... Preguntas de sentido lógico común, sin manipulaciones tipo Jordán Rodríguez, porque este militante se encontraría dentro de uno de los vagones del Metro y allí no hay cámaras (por lo menos de VTV o de Globo Visión); solo está la gente preguntándole sus dudas a un representante valiente de PSUV.

Y digo Valiente, porque cualquiera que lo haga debe serlo, así tenga todas o ninguna de las respuestas. Y valiente, porque de seguro no las va a tener todas y tendrá, cuando mucho, que disculpar al gobierno en sus contradicciones, o disculparse por su ignorancia.

Por el otro lado del asunto, por la otra cara de la moneda, en el PSUV tampoco van a "lanzar" "seriamente" a la calle a su militancia a que explique las políticas del gobierno; porque no hay manera de que esto sea posible, sin que alguien pregunte y repregunte; sin que haya alguien que necesite que le aclaren algo. Y esto lo saben Diosdado, Aristóbulo y Maduro. Se arriesgarían a mucho.

Esto de explicar y explicarse solo lo hacen Ellos desde una tarima y con cámaras de televisión, teniendo todo, preguntas y respuestas, bajo su control y manipulación (Quisiera yo ver a Jorge Rodríguez en el Metro respondiendo preguntas a los trabajadores, amas de casa, bachaqueros, empleados de bancos, estudiantes, buhoneros y mendigos… ¡no sale intacto!)

Bien, camaradas del PSUV, ahí tienen a la Tintori, haciendo el trabajo que debería estar haciendo ustedes. Se han ganado una enemiga de alto rango, no como esos payasos de Capriles, del monigote de Alloup, y del mismísimo Leopoldo López, que de estar libre, tampoco se atrevería a confrontarse con un pueblo cautivo dentro de los vagones del Metro ¡¿Qué pena con ese señor?!

Vamos a ver ¿Quién del PSUV sale a la "Calle Cautiva" de los vagones del Metro a defender al socialismo y la obra física y espiritual de Chávez, sin denunciar las políticas entreguistas y ambiguas de Maduro? Necesitamos gente valiente y honesta en esta revolución, es todo.

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Héctor Baiz

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