Instituto Nacional de Investigaciones agrícolas-INIA, su trayectoria y dificultades (I)

Ente Oficial de Investigación e Innovación Científica-Tecnológica Agrícola, con mandatos en la producción de insumos biológicos y prestación de servicios estratégicos para la agricultura venezolana, con destacada participación en la formación de productores y de asistentes profesionales, en técnicas mejoradoras de los procesos productivos, para enfrentar con éxito los retos de la producción sostenible de alimentos que demanda la población venezolana.

Misión o fundamentos que ha acompañado al INIA en sus más de 60 años de vida activa, reflejada en investigaciones básicas y aplicadas, generadas a través de Centros y Estaciones Experimentales, ubicados en la mayoría de las Entidades Territoriales del país y en las diversas condiciones agroecológicas, donde se desarrolla la agricultura nacional; en etapas claves de su acontecer, ha estado a la altura de los requerimientos tecnológicos para los principales rubros que sustentan la producción nacional.

Su predecesor el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias –FONAIAP, dependiente del Ministerio de Agricultura y Cría-MAC, fue transformado en Instituto Nacional de Investigaciones agrícolas-INIA, pasando a depender del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, mediante Ley y Reglamento promulgada en la Gaceta Oficial N° 37.022 del 25 de Agosto del año 2000., desde donde después de 6 años de exitosa gestión en dicho Ministerio es transferido con las mismas funciones que se definen en la ley de su creación, al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, mediante el Decreto 5.379 promulgado en la Gaceta Oficial N° 38.706 del 15 de Junio de 2007; condición que es ratificada en el Decreto N° 6.732, "Sobre Organización y Funcionamiento de la Administración Publica Nacional" promulgado en la Gaceta Oficial N° 39.202 el 17 de Junio de 2009, aun cuando en las competencias asignadas a este Ministerio no figura la Investigación e Innovación, como prevalece en la Ley del INIA. Es de destacar que en el accionar en esta nueva y actual adscripción han ocurrido cambios o disgregaciones de muchas de sus funciones, que no solo han estado afectando el desarrollo institucional, sino que se han dejado de prestar servicios fundamentales a la producción agrícola, con consecuencias tangibles en el actual deterioro agrícola nacional.

La histórica planificación de la investigación en el INIA bajo la orientación de las políticas del Ejecutivo Nacional, concertadas en lo interno con la Oficina de Planificación y Desarrollo Institucional, la Gerencia de Investigación e Innovación y la de Fomento de la Producción, actualmente denominada Producción Social; se concretaba en la formulación de planes trienales, con metas cuantificables y verificables a través de indicadores de gestión, en los cuales además de los requerimientos en la generación de datos y conocimientos básicos para el soporte a los servicios e insumos a la producción; se consideran también los efectos en el fortalecimiento a las comunidades y a las organizaciones de los productores.

Situación que ha sido desarticulada por la limitación de recursos para la programación de investigación, con desfavorables efectos en la desactualización y deterioro físico de los laboratorios y en la prestación de servicios a los agricultores. No obstante el personal de investigación, con formación y determinación para la aplicación a fondos promotores de la investigación, utiliza las alternativas de las convocatorias de proyectos realizadas por el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia Tecnología e Innovación (MPPCTI) con el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación (PEII) donde logran ubicar 114 proyecto, los cuales posteriormente fueron limitados en su ejecusión por las deficiencias logísticas (vehículos y acondicionamiento de laboratorios e infraestructura en decadencia) y el énfasis en la dedicación a actividades diferentes a la investigación e innovación científico-tecnológica.

Ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y Ciudadano Ministro para la Agricultura Productiva y Tierra, en documento previo (9 de marzo) por esta misma página, hacíamos igualmente referencia al INIA y la importancia de su fortalecimiento para la soberanía de la producción agroalimentaria, en reconocimiento y afirmación como Instituto Nacional de Investigación Agrícola; aspectos que tienen relación directa con la estabilidad y expectativas del personal de investigación para seguir cumpliendo sus funciones. La degradación de los salarios y el deterioro de la capacidad operativa de los laboratorios y campos experimentales, atenta contra esta premisa fundamental.

Es de resaltar en este sentido, el negativo efecto en el clima institucional que está ocasionando, la aguda crisis económica, soportada por el personal de investigación al no recibir durante varios años, los aumentos salariales decretados por el Ejecutivo Nacional para los Servidores Públicos; por depender de escalas salariales diferente a la establecida en la ley del estatuto para el empleado público. No obstante otras escalas también diferentes como la de los maestros, militares e incluso la de los trabajadores homólogos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, han sido consideradas.

Sobre esta situación vale mencionar que un investigador con larga experiencia y alta formación académica (Doctorado) devenga en el INIA un sueldo que apenas sobrepasa los 2 salarios mínimos y su homólogo en otros Institutos del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, casi lo triplica, sin desmerito a la justeza de su remuneración, que aún es desalentadora, cuando se compara con los homólogos de países latinoamericanos (Ecuador y Colombia), con Brasil y Argentina la brecha es aún mayor. La respuesta para el INIA en este aspecto, está en hacer efectiva la homologada clasificación del personal de investigación aprobada el pasado año, con las remuneraciones de sueldos y salarios equivalentes a los Institutos del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación como IVIC, IDEA CIEPE y otros, dependientes del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Innovación.

Referencias profesionales del autor: Ingeniero Agrónomo, Investigador Jubilado del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícola (INIA), con experticia en Evaluación de tierras y Zonificación Agroecológica, e incursiones en planes y políticas para el desarrollo agrícola y la conservación de los recursos naturales, con gestiones en el Gobierno Revolucionario, donde destacan: Miembro Principal de la Comisión de Enlace del Ministerio de Agricultura en la transición hacia el Nuevo Gobierno 1.999; Coordinador de los Proyectos Banderas en rubros estratégicos para el relanzamiento de la Agricultura 1.999-2001, Consultor del Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía del Ministerio del Ambiente 2002-2003, Asesor del proyecto de Desarrollo Sustentable para la Cuenca del río Guárico dentro del enfoque ecosistémico para los Llanos 2004; Asesor de Programas para la Pequeña Producción 2005 en adelante y el apoyo a la programación de investigación, en interacción con planes agrícolas del Ministerio de Agricultura; destacando la coordinación de equipos de trabajo por rubros, para dar soporte al planes de siembra y de zonificación agrícola 2015; la participación y relatoría en la elaboración de una propuesta sobre "Aproximación Agroecológica para un Nuevo Modelo de Producción Agrícola en Venezuela" en proceso de edición para su publicación

Antoniojsanchezs1@gmail.com



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Antonio J. Sánchez S.

Investigador Agrícola, jubilado del INIA, Participante y Relator del Trabajo sobre “Aproximación Agroecológica para el Nuevo modelo de Producción Agrícola en Venezuela”

 antoniojsanchezs1@gmail.com

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