Los tránsfugas

En mi época de estudiante de bachillerato, en la lejana década de los 70, la participación y militancia política, en algún partido de la izquierda, era cosa común entre los adolescentes de esos años. Existían partidos de renombre como CLP-BR (Comité de Luchas Populares-Bandera Roja), MRT (Movimiento Revolucionario de los Trabajadores), GCR (Grupo de Comandos Revolucionarios), MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), etc. Recuerdo que el CLP-BR, liderado en aquel entonces por Gabriel Puerta Aponte, era uno de los partidos considerado como de los más radicales ya que contaba con un brazo armado guerrillero en la clandestinidad: Bandera Roja. Tuvo amigos y conocidos que dieron su vida, algunos, y otros pasaron por las mazmorras de la antigua DISIP (Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención), donde fueron torturados física y psicológicamente.

En aquel entonces, mi vida política estudiantil rondaba, o más bien simpatizaba con los muchachos del MRT. Siempre me pareció "extraño" el CLP-BR, y más cuando asistíamos a las reuniones de los Centros de Estudiantes. En aquel entonces, los estudiantes de bachillerato de los liceos públicos, elegían por cada salón de clase, diríamos secciones, un delegado de curso, quien era el vocero de ante el Centro de Estudiante de cada liceo de las quejas, reclamos, opiniones, sugerencias de los alumnos y alumnas. En esas reuniones se decían las acciones a seguir para lograr las demandas y exigencias estudiantiles a las autoridades del liceo o al gobierno nacional. Recuerdo también que se llevaban a cabo reuniones que aglutinaban a los presidentes y delegados de los Centro de Estudiantes de cada liceo. Igualmente, se elegía el presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de Educación Secundaría, como se llamaba en esa época.

En todas esas reuniones, por lo general, la gente de CLP-BR tildaba a los militantes del MRT como contrarrevolucionarios, saboteadores, agentes del gobierno, transfugas, y no se les permitía, en muchas ocasiones el derecho a la palabra, se les impedía a toda costa su participación en las reuniones. Quienes motorizaban estas acciones en contra del MRT eran los militantes del CLP-BR, quienes generaban maniobras y confabulaciones en contra de estos jóvenes. Obviamente, en plena adolescencia, momento en el cual se es rebelde por naturaleza, al intentar anular a estos muchachos y muchachas, se enfrentaban abiertamente en contra de estas acciones de impedir su ingreso y participación a las reuniones.

Al calor de estos choques se producían detenciones estudiantiles y desapariciones de muchos militantes de la izquierda. Un hecho llamativo fue la detención de un grupo de líderes de Bandera Roja, quienes fueron encarcelados en el Cuartel San Carlos. Al tiempo, estos guerrilleros lograron hacer un túnel que daba a una vivienda cercana al cuartel y por donde lograron escaparse una noche. En ese ínterin murieron acribillados la mayoría, sobreviviendo Puerta Aponte.

Recientemente logré comprender claramente todos estos hechos. Al observar la posición que actualmente ha asumido Bandera Roja, al lado de partidos de derecha y de ultraderecha: AD, COPEI, Voluntad Popular, Primero Justicia, defendiendo las posiciones capitalistas y contrarrevolucionarias, y ver que todavía la lidera Gabriel Puerta Aponte, entendí quiénes eran los verdaderos tránsfugas, quienes eran las personas que delataban a los líderes revolucionarios de aquel entonces.

Muchos de los que participaron en las líneas de CLP-BR lo hacían convencidos de que era un movimiento verdaderamente revolucionario, fueron engañados, manipulados y empujados a atacar a otros movimientos de izquierda.

El tránsfuga no es más que una persona que traiciona sus principios e ideales y vende a la policía a sus compañeros.

A raíz de la lectura de algunos articulistas "revolucionarios" que escriben en Aporrea me vino a la mente la posición que asumen los tránsfugas. Al principio se muestran radicales en sus opiniones, más revolucionarios que todo el mundo, más chavistas que Chávez, con razonamientos y tesis con un cariz de superioridad intelectual que aplasta a quien ose contradecirlos. Luego, estos sesudos revolucionarios se convierten en críticos de las acciones de otros compañeros. Se dan el lujo de decir que la única equivocación de Chávez en toda su vida fue la de nombrar a Maduro como líder del proceso revolucionario después de su partida. Critican la obra del gobierno revolucionario y posteriormente, dan el gran salto y aparecen en los medios contrarrevolucionarios dando su opinión, reunidos o fugados hacia los centros de control imperialista, desde donde atacan sin piedad.

Da lástima ajena ver la metamorfosis que van sufriendo estos supuestos revolucionarios. Baste agudizar la vista, oír y leer lo que dicen y podemos darnos cuenta hacia donde se dirigen estos especímenes, que dañan el proceso revolucionario y bolivariano desde adentro. Ojo con estos seres que dinamitan y buscan implosionar la revolución socialista y bolivariana.



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Ysrael Salinas


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