Nos dañaron a todos con el sabotaje petrolero, pero también afectaron los planes distractivos de Bush con Irak para que sus electores no vean su desastre económico neoliberal

Daños colaterales

En guerra se usa el eufemismo «daños colaterales» cuando se arrasa un poblado para alcanzar un objetivo.

Al crimen se añade la idiotez cuando los dañados son los posibles aliados, como en Venezuela.

Los «trancazos» cierran urbanizaciones donde predominan los opositores. El corralito bancario perjudica a la gente de dinero. Cierran manu militari los negocios ubicados en centros comerciales. Castigan a los franquiciados, gente como tú y como yo, que invirtió confiadamente su patrimonio. ¿A quién perjudica directamente esta abolición de facto de la propiedad privada?

Nos dañaron a todos con el sabotaje petrolero, pero también afectaron los planes distractivos de Bush con Irak para que sus electores no vean su desastre económico neoliberal, cuyo emblema más desquiciado es Enron.

¿A quién perjudica cerrar escuelas privadas? Y el trauma de sus niños en simulacros delirantes de las «autodefensas» instigados irresponsablemente contra «hordas» imaginarias. El 60% de los venezolanos no duerme bien; me sorprende que todavía el 40% descanse.

¿Qué culpa tienen los enfermos que no encuentran medicinas ni clínicas?

Llamaron a referendo para hoy, inviable tanto constitucional como operacionalmente. Convirtieron un referendo consultivo en uno revocatorio y vinculante; con un CNE espurio; solo con testigos del «sí»; sin Plan República ni automatización; con 500.000 firmas fraudulentas según Súmate —la empresa auditora que ellos mismos contrataron— y las demás no verificables por la ciudadanía; financiado solo por la oposición y sin supervisión internacional. La barbarie, o sea. Recogieron para el referendo un millardo de bolívares. ¿Dónde está? ¿Qué harán con él? ¿Quién? ¿Con qué autoridad?

Luego de la exuberante arrogancia ante los corresponsales internacionales buscan contrarrestar a la loca la imagen más o menos equilibrada que la prensa extranjera está dando del país.

¿Cómo convidar a un militar a conspirar después de proclamar la Doctrina de Santa Fe de «soberanía limitada» y reducción de la Fuerza Armada a labores solo policiales?

La partícula de paro no dio para tumbar a nadie pero sí para arruinar a muchos partidarios, en bancarrota o desempleados.

«¿Cuál paro?», pregunta Carlos Fernández.

Y el disparate de donde dimanan todos: están estructurados para no percibir el cerro. Douglas Gould, en su novela Microsiervos, dice que si apareciere un unicornio en Manhattan, nadie lo vería porque nadie tiene el cerebro cableado para ello. Como nadie veía la redondez de la Tierra. La dirigencia opositora es incapaz de ver la multitud que salió a defender la Constitución el 13 de abril. El apagón informativo de ese día sirvió a esa dirigencia para no percibir a la mayoría que se vio a sí misma sin televisión. El colmo del mentiroso es creerse su mentira.

¿A qué nuevo fracaso van a conducirnos?

Finalmente dañaron el derecho democrático a hacer oposición. Ojalá una oposición competente lo recupere.



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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