Pedagogía Política

Estado y Poder Popular (III)

Base Teórica

(Exhortamos a los estudiantes y estudiosos de la Ciencia Política, a recopilar estos artículos, escritos con el ánimo de contribuir a la difusión de esta importante temática en una hora tan especial en la encrucijada de la Patria).

 

Cuando a Istvan Mészaros se le preguntó, en reciente entrevista: ¿Por qué usted, en el título de su nuevo libro, comparó al Estado que se debe conquistar, a una montaña?, el filósofo marxista respondió: "…muy simple, porque el camino que debemos seguir para garantizar nuestra sobrevivencia y nuestro avance está bloqueado por un obstáculo gigante – muchos Himalayas, uno encima de otro –, representado por el poder global del Estado. Y no podemos dar vuelta a esa montaña, ni pasar por encima de ella. El peligro de hecho consiste en que algunos pocos Estados nacionales tienen el poder de destruir la humanidad entera, un poder celosamente defendido por ellos como su "seguridad" y "autodefensa" en sus confrontaciones, reales y potenciales, de unos con los otros. Y, en cuanto los Estados y su necesaria rivalidad sobrevivan, la inmensa mayoría de la humanidad no puede hacer absolutamente nada contra eso. Nada puede ser más importante".

Simultáneamente, ¿de qué hablan nuestros intelectuales de izquierda, algunos o la mayoría de ellos marxistas? Pues, a la anterior reflexión del laureado intelectual de origen húngaro, sumemos las conclusiones a las que se arribó en las jornadas "Intelectuales, democracia y socialismo: callejones sin salida y caminos de apertura", realizado en Caracas. En este evento que contó con la participación de más de un centenar de intelectuales venezolanos progresistas, se debatió en torno a los principales nudos problemáticos que enfrenta actualmente el proceso revolucionario venezolano.

Durante dos días de intenso debate, en un inédito e histórico encuentro, los intelectuales discutieron temas como

· la definición del socialismo del siglo XXI,

· el partido político revolucionario,

· el papel del Estado en la transición político económica,

· la construcción del poder popular,

· los mecanismos de profundización de la participación y

· el papel de los medios de comunicación.

Entre los académicos que participaron en esta jornada figuran: Vladimir Acosta, Luis Damiani, Luis Acuña, Iraida Vargas, Emir Sader, Luis Britto García, Santiago Arconada, Rigoberto Lanz, Miguel Ángel Pérez, Carmen Bohórquez, Víctor Álvarez, Eleazar Díaz Rangel, Luis Bonilla Molina, Roberto Hernández Montoya, Roland Denis, Fausto Fernández, Daniel Hernández, Filinto Durán y Mario Sanoja, Javier Biardeau, Juan Carlos Monedero, José Luis Pacheco, Arístides Medina Rubio, Aram Aharoniam, Miguel A. Contreras, Eva Golinger, Gonzalo Gómez, Vladimir Lazo, Roberto López, Rubén Reinoso, Nieves Tamaroni, Rubén Alayón Montserrat, Marta Harnecker, Elio Sayago, José Carlos Carcione, Michael Lebowitz, Rafael Gustavo González y Paulino Núñez; como vemos, estuvo un denso grupo de lo más selecto del pensamiento de izquierda venezolano

El aspecto más polémicamente discutido por los académicos fue el de la reformulación del PSUV, que propusieron que este instrumento político debe contar con:

1) una dirección colectiva, QUE ARTICULE EFECTIVAMENTE CON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DE BASE,

2) derrote el mal del clientelismo partidista y

3) funde las bases de un verdadero partido revolucionario,

4) que reconozca la libertad de crítica y

5) profundice la democracia dentro del partido";

6) se alertó sobre el peligro de que el PSUV ahogue a los movimientos sociales construidos en los últimos 40 años que permitieron el triunfo de la revolución en el año 1998 y el fracaso del golpe de 2002, 2003, 2004, 2005...

En relación al Estado:

§ criticaron la tendencia de absorber en la institucionalidad del Estado a los movimientos sociales:

§ confundir las organizaciones populares con las políticas estatales:

§ necesidad de establecer la separación clara de roles de los mismos;

§ se reivindicó el poder popular;

§ la participación protagónica como opuestos a las prácticas burocráticas de la vieja estructura estatal que adjudicaba a un único sector la conducción de los destinos del país.

Se señaló que:

a) "a pesar del discurso anticapitalista y socialista se estaba dando en la práctica un fortalecimiento de las relaciones de producción capitalistas";

b) que en contravía, se acotó como necesaria la reorientación hacia un nuevo modelo productivo que siente sus bases en la economía social con nuevas relaciones de producción.

Se sostuvo que:

i. uno de los grandes agravantes de parar estos males ya mencionados tiene que ver con la supervivencia de la ideología capitalista y consumista;

ii. para contrarrestarlo se planteó la necesidad de impulsar una nueva hegemonía ideológica";

iii. en este sentido se insistió en la búsqueda de caminos que conduzcan a cambios culturales,

iv. debe tenerse al pensamiento crítico como instrumento para impulsar esos cambios culturales;

v. en esto "muy poco" habrían colaborado los medios de comunicación públicos.

El presidente del Centro Internacional Miranda, Luis Bonilla, acotó que "con estas jornadas se da inicio a un conjunto de actividades dirigidas al análisis y debate crítico de problemas transversales a la revolución bolivariana". De igual forma se sistematizarán las conclusiones de las jornadas para su difusión a nivel nacional.

El sociólogo y profesor universitario Edgardo Lander, en entrevista concedida el día 11 de agosto de 2015, afirmó que: "El proceso de transformación de la sociedad venezolana en lo fundamental fracasó". Insiste en que "No hay democracia participativa si el mundo popular se organiza siguiendo la lógica leninista de la verticalidad, si se profundiza el modelo rentista. No hubo una transformación cultural profunda que cambiara la lógica de riqueza infinita. La postura de E. Lander es desde la izquierda y sus grandes cuestionamientos pasan por el intento de legitimar al proceso bolivariano sobre la base de lo ya existente, profundizando, además, el modelo rentista petrolero. Al declarar el carácter socialista de la llamada revolución bolivariana, en 2005, se inicia una organización vertical y leninista de las comunas y los consejos comunales que lo pinta todo de rojo, rojito, acaba con la noción de autonomía y liquida la democracia participativa. El autoritarismo, el espíritu de cuerpo y la opacidad de los militares difícilmente se encuentren con un modelo democrático. En el discurso había un tejido social promovido por las misiones, pero ante la crisis económica y sus dos pivotes, la inflación y la escasez, la respuesta del mundo popular no fue precisamente solidaria, sino individualista y competitiva.

Y remontándonos a las bases teóricos del pensamiento marxista-leninista, en 1917, en el preámbulo de la Revolución de Octubre, Lenin escribía "…cada revolución al destruir el aparato estatal, nos muestra muy a las claras cómo la clase dominante se esfuerza por restaurar los destacamentos especiales de hombres armados a su servicio, cómo la clase oprimida se esfuerza por crear una nueva organización de este tipo (se está refiriendo a fueras armadas, cuerpos de seguridad, etc.) que sea capa de servir no a los explotadores, sino a los explotados (V.I.Lenin: El Estado y la Revolución).

Y es que, "durante todo el pasado siglo XX, plagado de procesos revolucionarios, demostraría que cuando no se toma en cuenta esa idea –como sucedió en el caso del golpe fascista de Pinochet contra el gobierno de la Unidad Popular en Chile-, es muy posible desmantelar los procesos revolucionarios" (Prólogo a: El Estado y la Revolución, Edición El Perro y la rana, 2011).

Las revoluciones triunfantes en el siglo XX, destruyeron las fuerzas armadas burguesas, recordemos la Revolución de Octubre de 1917. La Revolución China de 1949, la cubana de 1959, la vietnamita de 1972, la norcoreana de 1953…

De allí el esfuerzo de Hugo Cháve por transformar ideológicamente la Fuerza Armada Bolivariana, hoy defensora a ultranza de la Constitución de 1999.

Hay que tener mucho cuidado, y en esta hora que vive Venezuela el alerta viene como anillo al dedo, porque la historia ha demostrado que la burguesía impulsa y exige transformaciones democráticas cuando la correlación de fuerzas está a su favor y le asegura alcanzar el poder de algún modo "por cualesquiera de los partidos tradicionales que triunfen electoralmente, pues no hay nada más fácil para un conservador que asumir la camiseta de liberal y viceversa. Pero cuando se trata de un partido o movimiento social que realmente expresa la voluntad y aspiraciones de los sectores populares, entonces la burguesía no tiene escrúpulos para escamotear escrutinios o imponer golpes de estado de corte fascista que le restituyan su poder en peligro".

Por eso no debemos olvidar el 11 de abril y diciembre de 2002, el goteo golpista de los militares en la Plaza Altamira en 2003, el nuevo intento de abortar al Presidente Cháve con el revocatorio de 2004, el intento de magnicidio de ese mismo año con los 150 paracos colombianos traídos al país por la oligarquía venezolana, la ausencia en las parlamentarias de 2005, y todos los años sucesivos, hasta rematar con las guarimbas de 2014, y la guerra económica y mediática nacional e internacional desde 2012, con bachaqueo, acaparamiento, desabastecimiento, contrabando, especulación, golpe al bolívar mediante el dólar today, todo en un proceso de continuidad que no tiene visos de parar, al contrario, avizoramos que se prolongará y profundizará ante las derrotas que se les viene encima



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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