El dinero en bancos privados, ¿de dónde viene y adónde va?

En cuanto a la primera pregunta del título de esta entrega: Ya lo dijimos en la entrega anterior Ayudar a las empresas, y no a sus empresarios; estos cuentan con la Banca Privada  aunque nos quedamos cortos en detalles.

Ocurre que el dinero de la banca privada viene también de los intereses causados y cobrados a su clientela, a sus colegas de clase, capitalistas a quienes les conceden créditos bien caros, y no ganan más por este concepto porque el rentismo petrolero de esos mismos clientes minimiza sus correspondientes ganancias, reduce sus solicitudes de crédito en número y en los montos de cada solicitud ante esa banca, amén de que la gente trabajadora no puede ahorrar, o ahorrar más de lo poco que venga haciéndolo, sencillamente, por causa de la actual guerra económica-guerra de toda la vida burguesa-sufrida por el país, guerra que los autosalpica a todos como especuladores en conjunto. Sólo se salvan los de la clase muy alta en un número, por cierto, cada vez menor.

Pero, hay más: el dinero de la banca proviene de las numerosas y frecuentes ejecuciones de hipotecas a término-morosas-de elevado valor monetario que tienen una pesada carga de culpabilidad en la misma guerra económica en cuestión. Digamos que sus fuentes se complementan e interpenetran en una suerte de reciclaje explosivo de una ganancia sin límite en el tiempo de vida que tiene y viene gozando-la clase burguesa-este sistema que, según especialistas objetivos tiene casi 100 años que entró en su fase terminal.

Obviamente, un monstruo tan bien alimentado durante medio milenio tiene un alto potencial de capacidad para resistir su inevitable desfallecimiento final. Máxime, cuando se trata de un modo de explotación que puede "democratizarse" al máximo: lo ejercen niños y niñas, y hasta ancianos decrépitos pasando por toda la gama de imberbes, adolescentes jóvenes y adultos. No discrimina por concepto de raza, ni sexo, color ni a ninguna nacionalidad en articular; su carácter apátrida lo ha universalizado, así es este monstruo de más de 1.000 cabezas enfermas con el parásito del enriquecimiento fácil que moderantemente opera divinamente hasta por Internet. Un celular, una bicicleta y un casco protector bastan para ejercer el comercio internetiano.

Roma tuvo unos 800 años con una manguangua semejante,…, "y se murió"; fue reemplazada por los capitalistas burgueses con toda la experiencia de aquella en explotar y vivir del trabajo ajeno de marras y pudo perfeccionarla hasta el cansancio actual.

Ahora responderemos hacia dónde va el dinero de esa misma banca privada. Por supuesto que a los bolsillos de sus dueños legales, pero eso lo hacen sólo mediante papeles financieros, no los cargan en sus bolsillos ni apilados en sus casas como alguien por allí, dizque metido a la crítica política, quien imaginó que los barriles exportados lo eran en pimpinas o barriles físicos debidamente estibados en los barcos. Estos papeles financieros-dinero bancario como cuentas corrientes y otros valores afines en general-permiten el trasiego de fondos hacia otros bancos con mayor giro y hacia otros países, y también y muy especialmente hacia organismos bancarios transnacionales, tipo Fondo Monetario Internacional (FMI) y hacia sus competidores de alto prestigio financiero en el mundo burgués.

En el caso venezolano, a manera de concreción de estos movimientos, el Banco Central de Venezuela (BCV) ha estado entregando dólares a manos llenas a muchos empresarios de connotada figuración empresarial, tanto a fabricantes como importadores: Luego estos beneficiarios depositan esos dólares, generalmente en la banca exterior y desde allí desemboca en auténticas autopistas de transporte monetario, hace escalas en bancos varios hasta aterrizar en los grandes centros financieros bursátiles o hiperbancarios citados arriba.

Precisamente, estos atracaderos o banqueros finales, tipo FMI, usan tales fondos para prestárselo de la manera más leonina a los mismos países, como la anterior Venezuela, país de donde en cierta medida originariamente salieron tales dólares que antes podía recibir como prestamos, según exigencias y mecanismos financieros propios del llamado Crédito Público (CP), una vía alterna y extraordinaria de alimentar los Presupuestos "nacionales, convencionalmente deficitarios desde sus primeras proyecciones.

Después del año 1945, ninguna Constitución burguesa estima primero sus ingresos reales-sin crédito alguno-y luego ajusta a sus gastos a esa disponibilidad. Para un supuesto desarrollo del país, nos han vendido la idea de que sin capital dinero no hay progreso, cuando que si el prestamista es burgués, su interés será personal y no para el país prestatario. Lo hemos creído, lo aplicamos desde hace muchas décadas atrás y todavía incurrimos en ese recurso, aunque esta vez, con la merma del ingreso petróleo, el CP resulta una opción válida, acertada y sin alternativa, por ahora con otro tipo de prestamista diametralmente opuesto al estilo capitalista.

Por ejemplo, el Estado actual podría limitar sus créditos públicos al trueque de recursos naturales, sin pasar por dólar alguno. Como no es así, no sólo nos endeudamos a favor de quien termina usando nuestros dólares anteriores-FMI-sino que incrementaría la demanda del dólar y con ello propendemos a incrementos de su precio, o sea, a mejoras de su paridad frente a nuestra moneda.

DE resultas: este país saca dólares del BCV en favor del empresario burgués, vía sus cuentas extranjeras; desde estas los trasiegan al FMI y desde este retornarían al Fisco nacional con la tremenda carga financiera parasitaria que, como si fuera, poco impone chantajistamente las condiciones más perjudícales para la población venezolana a fin de conservarle y hasta elevarle sus déficit fiscales que le garantizarían al prestamista una virtual clientela cautiva.

27/10/2015 10:17:19 p.m.



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Manuel C. Martínez


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