Las señales de Piedad Córdoba y las Zonas Económicas Especiales

Piedad Córdoba hace saber su opinión sobre las deportaciones de "colombianos humildes" desde Venezuela. Tomando sus testimonios de una Noticia publicada en el portal Aporrea leemos: "En Venezuela viven Millones de colombianos perfectamente integrados y muchos reciben salud viviendas y educación del Estado ¿Anticolombianismo?"… "Por supuesto que rechazo la forma como son deportados colombianos humildes de Venezuela pero ¿Nadie habla de miseria en frontera con Colombia?"… "La defensora de DDHH cuestionó el tratamiento de los medios de comunicación a las deportaciones de Venezuela: "¿Por qué no hicieron lo mismo con millones de desplazados? ".

El sentir de la señora Piedad Córdoba es dual. Por un lado denuncia el tratamiento hipócrita de los medios, de las noticias que dan cuenta de las deportaciones de sus compatriotas y resalta el hecho de suma importancia de cómo han sido tratados millones de colombianos integrados perfectamente en Venezuela, recibiendo educación, salud y viviendas. Pero luego dice no estar de acuerdo de la forma como fueron tratados, deportados esos "colombianos humildes" y luego se pregunta "¿por qué nadie habla de miseria en la frontera con Colombia?"

Creo que Piedad resume la crisis a la cual se enfrenta la "revolución bolivariana". Producto de la caída del petróleo y el no haberlo sembrado a tiempo con espíritu socialista en nuestra población de venezolanos, migrantes y desplazados, hoy el presidente maduro confiesa sin pena que lo que lo poco que nos deje el petróleo a 35 dólares el barril de es para los venezolanos. Unas declaraciones infelices viniendo de un gobierno que se dice hijo de Chávez, que se dice socialista y revolucionario. Los poco que nos quede del petróleo deberíamos distribuirlo por igual entre venezolanos, migrantes desplazados necesitados de atención social, alimentación, educación, salud.

Sin embargo confiesa el presidente que no se tomaron previsiones para el ahorro, vistas a la crisis económica mundial, a la caída del petróleo. Él culpa, cubriendo su responsabilidad, a los líderes de la cuarta república de esa desatención, pero no dice nada de los esfuerzos que hizo Chávez, en el transcurso de su mandato, por preparar al pueblo para los años de vacas flacas, ahorrando, acrecentando las reservas en divisas y bolívares, ampliando y sembrando el sistema de misiones, creando conciencia social, buscando con esto blindar al pueblo humilde de carencias y necesidades básicas.

El asunto es que más de una vez el presidente Maduro desestimó en público el hecho de la caída del precio del barril de petróleo. Acabó con las reservas en divisas regalándola a empresarios ladrones. Los muy astutos están confesos, libres y todavía de siguen especulando y robando, y con descaro siguen reclamando más dólares, todos los dólares, al gobierno. Repartiendo a diestra y siniestra dólares, el gobierno quiso resolver los problemas en una especie de concierto entre pobres y ricos. Dando dólares, bolívares y bienes materiales sin contraprestación de ningún tipo, sin exigir nada a cambio, ni siquiera fidelidad, mucho menos sacrificio, trabajo voluntario, formación política. Parte de la renta fue a manos de los empresarios maulas y parásitos, y parte al mismo pueblo, el cual actuó y sigue actuando como si todo se lo mereciera, por el solo hecho de ser pobre, o más pobre que otros.

Mientras más se repartió más exigían y exigen. El gobierno y el partido perdieron el control sobre el espíritu, sobre la consciencia socialista que había comenzado a sembrar Chávez en la población, vendiéndolo por un plato de lentejas.

Es así como ahora el barco está haciendo agua. Se habla de continuar con los planes sociales pero ¿Cuáles son esos? ¿Vivienda? Construir viviendas y autopistas es, y siempre han sido las inversiones más redituables para sostener una economía rentista y parasitaria, las cuales, más que para hacer avanzar la revolución sirvan para afianzar en buena parte al mismo capitalismo, reactivando empresas, estimulando trampas y tramposos. Por ejemplo, ¿Qué pasó con el sistema de Barrio adentro? ¿Por qué el hoyo sin fondo de los hospitales públicos se chupó los dólares y los bolívares, que han debido ser destinados para la salud preventiva de la población con menos recursos?

¿Una respuesta a esta última pregunta?: porque es más fácil repartir real a los burócratas molestos, aplacar a los ladrones que formar y educar, que organizar un sistema de salud con alto impacto social y revolucionario, que supone sacrificio, que supone consciencia del deber social, que supone ahorro y sentido de solidaridad y justica socialista. Eso es más difícil y moralmente más comprometedor.

La Senadora Piedad (¿sigue siendo Senadoar?) habla sabiendo y reconociendo que hubo un trabajo socialista y solidario, internacionalista, hecho en tiempos de Chávez, que integró al pueblo migrante colombiano a la Venezuela bolivariana. Pero nos advirtió sobre todo lo que se puede perder si no se entiende que esos deportados son pueblo humilde en su mayoría y que deben ser atendidos con más sentido socialista que práctico por el gobierno de la Venezuela bolivariana. No importa cuales sean las responsabilidades políticas de los gobiernos colombianos. Colombia no tiene ahora ni lo ha tenido nunca un gobierno socialista o que se diga socialista, pero Venezuela sí y se debe a eso; debe abandonar las posturas egoístas, prácticas, nacionalistas a ultranza.

Córdova habla con la mente puesta en Chávez. No hace concesiones a las prácticas de las deportaciones de gente necesitada, que son contrarias a un verdadero revolucionario. Chávez nunca lo hubiera permitido, no se diga del Che o Fidel. Y menos arguyendo razones tan chauvinistas, apelando a un nacionalismo clase media y peligroso. Nosotros no tenemos nada que ver con el gobierno colombiano, pero sí tenemos que ver con el pueblo colombiano y todos los pueblos necesitados del mundo. No puede ser que cuando conviene, la Patria es América, pero cuando conviene la Patria es Venezuela. Y decir que Colombia se ocupe de sus pobres: "tómalos tus pobres Colombia, ocúpate tú de ellos". Venezuela no está deportando a grandes empresarios y ladrones colombianos, está deportando, en su mayoría, pueblo pobre. Esto es un mal síntoma político. Todo es un mal síntoma político: las deportaciones de gente humilde y sobre todo las razones expuestas por el presidente en televisión, en una rueda de prensa, ante todo el mundo.

Una oportunidad para hacer negocios en la crisis

Con la velocidad del rayo apareció de repente el proyecto para el desarrollo de la Zona Económica Especial en la frontera Táchira-Norte de Santander. Como si todo hubiera sido planificado, en pocas horas apareció un gran equipo "multidisciplinario" disponiendo del territorio, de sus recursos y de su gente, en nombre de una "nueva frontera". ¿Por qué tan eficientes? Si no fuera un drama trágico que nos afecta directamente, nos reiríamos como si fuera una tragicomedia. Pero ya habrá tiempo para eso. ¿Por qué, cada vez que el presidente Maduro dice el precio del barril, lo dice como si eso no lo afectara y no nos afectara a todos? ¿Por qué ahora se quiere una frontera "sana", "trabajadora" y no antes? ¿Será que esa frontera, destinada a ser territorio libre de socialismo quedará definitivamente en manos del capitalismo nacional, colombianos, multinacional?

Vamos a ver cuánta mano de obra barata van a captar los capitalistas que están destinados a sembrar de industrias las Zonas Económicas Especiales en las fronteras. Cuantos explotados, cuanto tráfico de migrantes y pobreza van a diseminar esos supuestos desarrollos planificados para los "emprendedores privados" (y valga la redundancia) de los dos países, que son los mismos, con beneficios, ventajas impositivas, legales y laborales brindadas por el gobierno. Eso está escrito. Eso ya es un decreto.

Lo revolucionario sería que si se cae la renta, si se acaban los dólares, las divisas, habría que radicalizar las medidas revolucionarias, cambiar el rumbo hacia el socialismo y dejar de pensar de hacer negocios con los capitalistas sobre la miseria de los más necesitados. Pero, mientras tanto, mucha gente seguirá siendo sacrificada, deportada, presa, perseguida, asesinada, en la frontera y en todo el país.

Cuidado con la desesperación

Todavía no se ha podido controlar la improvisación. Ayer un "presunto" PNB mata a un estudiante ¿Por qué pasa eso en socialismo, y ahora? El tema de los derechos humanos no puede seguir siendo un asunto visto aparte de las prácticas socialistas, de los valores socialistas y revolucionarios. Eso no se puede disimular. Tolerar y aupar el homicidio de jóvenes o criminales es contrario a la justicia revolucionaria. Todo mundo tiene derecho a explicar sus razones, a defenderse, así sea homicida. No es de socialistas las ejecuciones, las desapariciones, la tortura. En revolución eso nunca se debe enseñar y justificar sobre la humanidad de nadie así sea enemigo. Una cosa es morir y matar en el combate y otra ejecutar con ventaja. No es que estemos acusando a alguien en particular de hacer estas prácticas a consciencia, pero se está imponiendo en el ambiente una atmósfera psicológica propicia para el ajusticiamiento impune. Actos contrarios a los principios revolucionarios que valen mucho más que un empleo, que una vivienda, un televisor, o una kilo de café.

Lo que declara Piedad Córdoba sobre las deportaciones es solo una llamada de atención sobre los derechos humanos, pero además, sobre los valores fundamentales de una revolución socialista, lo cual tiene que ser nuestro asunto y es nuestro verdadero legado.



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Héctor Baíz

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