Jesús Silva podrá bloquearnos en Twitter pero no en Aporrea

Conocimos el “blog” de Jesús Silva hace unos años, gracias a una alumna del programa “UCV con El Valle”, parroquia donde habíamos desarrollado trabajo comunitario desde 2003. En principio, nos pareció interesante y coincidíamos en numerosas tesis de sus ensayos, por lo tanto, lo recomendábamos a través de nuestros contactos. Cuando –por culpa de Chávez- abrimos nuestra cuenta de Twitter, en 2010, fue una de las primeras personas que seguimos en la célebre red de “microblogging”. Sin embargo, tuvimos que recordarle a Jesús Silva que “entre chavistas nos seguimos” y sólo así actuó con reciprocidad. Una vez utilizó erróneamente el vocablo “bizarro” y le dio el sentido de “extraño”; le señalamos el yerro y él nos esgrimió que en su diccionario inglés-español el término aparecía con la acepción pretérita. Le reiteramos que “bizarro” era “valiente” o “gallardo”; que si iba a guiarse por diccionarios para redactar artículos en nuestra lengua materna, que usara el DRAE. Él nos comentó que hablaba inglés desde muy pequeño (¿?). No sabíamos qué tenía qué ver eso con nuestra acotación, mas restamos relevancia –en aquel instante- a su respuesta.  
 
Por desgracia, de un tiempo para acá, las letras de Silva han caído en desafortunados y extraños escritos que distan en demasía de los análisis de un verdadero revolucionario: desde la obsesiva reiteración temática con Michael Jackson hasta los insultos innecesarios a los venezolanos, al calificarnos de “arroceros” y de no perder –según él- una oportunidad para obtener gangas por medio de eBay o Amazon. Ante la gravedad de lo anterior, decidimos emplazar una réplica en Aporrea y rebatir algunas de sus distorsionadas apreciaciones en relación con las nuevas providencias del CENCOEX, entre otros elementos: http://www.aporrea.org/actualidad/a206247.html. Por lo visto, la respuesta de marras no le agradó a Silva y éste nos dejó de seguir en Twitter. ¡Vaya tolerancia! Es allí cuando empezamos a caer en cuenta del profundo egocentrismo de este sujeto y su pertinaz negación al debate franco entre militantes del proceso bolivariano (*). Sí, porque hasta ese momento lo considerábamos un camarada. Luego vendría su cacareada “gira comunicacional” por Estados Unidos y sus comparecencias en varias televisoras de dicho país, lo cual parece conducirlo al éxtasis; tampoco desechó esa ocasión para vanagloriarse de que era una “rara avis” por ser un marxista con visa estadounidense (¡!). En una posterior secuencia textual donde confesaba haber asistido a reuniones en el búnker gringo de Valle Arriba, Silva era traicionado por su subconsciente debido a su enfermiza vanidad: él necesitaba desplegar con urgencia la imagen escaneada de la invitación del Encargado de Negocios de EEUU, Philip G. Laidlaw, en la que aparecía su nombre y lo convidaban a festejar el Día de Independencia del terruño del Tío Sam (**). Voilà! No obstante, le salió el tiro por la culata al abogado “pitiyanqui” y su extemporánea confesión despertó copiosas suspicacias. ¿Qué conversó realmente Silva en el cuartel general de la CIA en Caracas? ¿De allí salió el financiamiento de su pomposa “gira comunicacional”? ¿Ya le habrán ofrecido el cargo de Fiscal General en el contexto de una hipotética transición? Muchas interrogantes y dudas, “camarada”.  
 
La cereza del pastel en el prontuario de incoherencias de Jesús Silva ha sido su pataleta de grafemas –o intento fallido de réplica- al Profesor Lupa: http://www.aporrea.org/actualidad/a211943.html. Si contrastamos la verborrea antidialéctica de Silva con la sesuda argumentación de Eduardo Rothe (Profesor Lupa), podemos inferir quién está desesperado por machacar su “ADN revolucionario” y quién está incólume en su posición ideológica. La retahíla de oraciones histéricas de Silva no tiene desperdicio: tilda a Eduardo Rothe de “Profesor Foca” y lo acusa –palabras más, palabras menos- de drogadicto, de alcohólico. A falta de premisas convincentes, éste prefiere irse por la vía de la descalificación barata, rastrera. Algo tan al estilo MUD, que uno se preguntaría: ¿no será Jesús Silva pupilo de Capriles y sus secuaces? Esa reafirmación casi histriónica de no fumar, no tomar alcohol o no drogarse, suena a Licenciado Esparragoza, aquel notable personaje del espacio humorístico de José Díaz (Joselo). El Esparragoza siempre rechazaba “indignado” los tragos de whiskey escocés cuando arribaba a una fiesta, aunque al rato sucumbía a los sorbos de la bebida espirituosa y acababa “poniendo la cómica”. Silva, mientras más se expone en televisión nacional e internacional y más le masajean el ego en la Embajada yanqui, más se arrima al despeñadero como el Licenciado Esparragoza.
 
La “réplica” de Jesús Silva a Eduardo Rothe es una oda a la trivialidad y al chisme de peluquería; una cadena lamentable de sintagmas vomitivos como éste: “(…) Supe por unos camaradas que el Profesor Foca hace un programa en inglés pero no domina el idioma, lo cual causa lástima y pena ajena (…)”. Ni siquiera es que Silva escuchó el aparente programa del Profesor Lupa, sino que se guía por los cotilleos de pasillo de unos “camaradas”. ¿Eso es ser responsable y veraz? ¿Eso es brindar un debate de altura: mofarse de otro camarada por su poca destreza en la lengua de Shakespeare? El acomplejado de Jesús Silva tiene un fetiche discursivo recurrente: se la pasa recordándonos por televisión, radio, prensa escrita e internet, que él habla inglés desde la lactancia. Es un recurso infeliz para erigirse como la deidad de la sabiduría local y un intento de intimidación a quienes osen contrariar sus berrinches de abogado, traductor, politólogo, constitucionalista, poeta, científico nuclear, agricultor espacial, coreógrafo de radio, roba cámara y novio de la madrina. ¡Ja! Silva, nosotros somos bilingües desde los nueve años y no lo andamos gritando a los cuatro vientos. Hicimos nuestra primera traducción académica del inglés al español -para los estudios de postgrado de una tía- a los 14 años y no se lo andamos restregando en la cara a nadie; dominamos varios idiomas y no por ello vamos a estar denigrando de otros camaradas por esa ventaja lingüística que poseemos. Si fueses marxista de verdad, ofrecerías tu ayuda desinteresada a Eduardo Rothe con el fin de mejorar su inglés, si es que su nivel fuese “pésimo” como tú espetas, mas tu arrogancia es más fuerte que tú. ¡Qué patético eres!
 
Ahora bien, Jesús Silva fustiga al Profesor Lupa por su “mal inglés”, pero el “súper abogado constitucionalista” mete las extremidades hasta el fondo al transcribir “anti-dopping” cuando lo correcto es “anti-doping”. ¿De dónde sacaste esa doble “p”, Silva? Es imperdonable que un “políglota” -como tú- escriba así una palabra de cultura general como “anti-doping” y haga alarde de su galáctica ignorancia con respecto a la gramática anglosajona. ¿Con qué moral criticas a Eduardo Rothe? Al contrario, tú eres el que debería darse un paseíto cibernético por Open English. ¡De pana!
 
Jesús Silva, como otros pocos farsantes que escriben en Aporrea, está más pendiente de la pose en la foto que de aportar ideas innovadoras para la construcción del socialismo bolivariano. Su objetivo es desinformar y confundir a la militancia con el objetivo de allanar el terreno al imperialismo; ser “pantallero” y desear figurar hasta el hastío en los medios de comunicación, es una actitud que está en las antípodas de la praxis marxista. Gente como él hace más daño a la Revolución que un ejército de escuálidos disociados. ¡Ojo!
 
 
P.D. Este ensayo no sólo va dirigido a Jesús Silva, quien finalmente nos bloqueó en Twitter, sino a todos los que sirven al Imperio con su prédica ambigua y tramposa. En Aporrea escribe gente muy valiosa y agradecemos siempre que nos publiquen, pero hay ciertos autores allí que hacen el juego al enemigo. La página está en su deber de darles voz en el marco de la libertad de expresión y nosotros también tenemos el deber de identificar a los infiltrados con el propósito de alertar a las masas. ¡Sigamos por el camino de Chávez!
 
(*) Quizás si fuésemos “famosos” como él y nos invitaran a programas de opinión en radio y TV, Jesús Silva sí nos consideraría aptos para discutir con él. Así de “farandulero” es el tipejo.
 

(**) Apostamos a que Silva tiene una foto “de familia” con el Encargado de Negocios yanqui y hasta autografiada por éste último estará.



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Adán González Liendo

Traductor, corrector de estilo y locutor

 elinodoro@yahoo.com      @rpkampuchea

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