No creo en las almidonadas respuestas y "excusas" del señor AUV sobre los planes del Departamento Administrativo de Seguridad - DAS, para asesinar al Presidente Hugo Chávez y otros lideres de la revolución bolivariana, según las confesiones hechas a la revista Semana de Bogotá, por Rafael Ortiz, exdirector de informática de dicha institución.
En Colombia, tampoco tienen credibilidad las otras pretendidas aclaraciones del Jefe de la Casa de Nariño, sobre las denuncias contra Jorge Noguera y el DAS, relacionadas con el fraude electoral en el 2002 para elegir a AUV, las listas para asesinar profesores y sindicalistas y el cogobierno con las mafias del narcotráfico, infiltrados en la agencia presidencial encargada de la inteligencia estratégica. Uribe se ha dedicado a desviar la atención y a decir mentiras para no asumir la responsabilidad política y penal que le cabe.
Como bien es sabido, el DAS para la Presidencia de la República, son como los párpados para los ojos. Si aquellos fallan estos no funcionan.
El DAS depende directamente del presidente y nada de lo que hace, ocurre sin el consentimiento del jefe de gobierno. Más cuando son asuntos tan delicados.
Las excusas de Uribe son una cortina de humo y corresponden a un intento de simulación para encubrir los siniestros planes contra la revolución bolivariana orquestados por Washington y la oligarquía de Bogota.
El DAS de Colombia, que es una guardia pretoriana al servicio de intereses sociales minoritarios, regresivos y agresivos, opera como una banda de pistoleros para proteger las fortunas, dominios y poderes de una oligarquía conformada por narcotraficantes, banqueros, cacaos, multinacionales, hacendados, poderosos burócratas, generales y políticos. Esto es importante tenerlo en cuenta para no creer las historias sobre su condición superior, de un bien público encargado de la seguridad de los ciudadanos.
Teniendo eso claro, podemos responder la pregunta de por qué este aparato cada vez aparece más comprometido en planes y maniobras para quitarle la vida al Presidente Chávez.
El DAS quiere asesinar a Chávez por las mismas razones que tiene mister Danger, o las que tiene el reverendo Pat Robertson, o las que tiene la oposición escualida, o las que tiene todo el establecimiento imperialista. Son las mismas motivaciones de la oligarquía colombiana.
Quieren aplastar, ahogar, abortar y eliminar la revolución bolivariana y sus formidables avances económicos, sociales, políticos e internacionales, en beneficio de las mayorías nacionales, que son la esperanza de los pueblos latinoamericanos.
Las elites bogotanas están horrorizadas, muertas del pánico con los avances de la revolución que lidera el presidente Chávez. Por eso, para ellas, es de vida o muerte, impedir que tal proceso se consolide y profundice. Es definitivo asesinar a los lideres de la revolución. Su permanencia es un peligro para sus intereses de clase parasita y explotadora. Desde su perspectiva, es un mal ejemplo que se debe cortar de tajo, extirpar cuanto antes.
Por eso me parece un poco ingenua y débil la reacción de Venezuela frente a esta agresión. Contrasta un poco con lo que ocurre frente a Bus y sus repetidas acciones provocadoras.
Se lo delicado del tema por el hecho de compartir una extensa frontera y existir un amplio intercambio humano, comercial y económico. Sin embargo, en Bogota estas cosas poco importan, por eso actúan con tanta irresponsabilidad. Sienten que su estrecho vinculo con el gobierno imperialista de mister Bush les da todo el espacio para obrar dentro de la mayor impunidad y atrevimiento provocador.
Por supuesto, no creo que el Presidente Chávez este cruzado de brazos y desentendido del asunto. Su inteligencia, su olfato y su probado talento político permitirá dar la respuesta correspondiente en el momento oportuno a este malandraje que se desprende desde la Casa de Nariño en Bogota. La delincuencia perfumada de Bogotá no pasaran en sus planes criminales. También el pueblo sabrá acompañar y respaldar con su movilización las acciones que indique el Presidente Hugo Chávez. Es tarea que corresponde también a la prensa revolucionaria y al periodismo independiente, ajeno a las usinas mediáticas fletadas por el gran capital financiero.
Este es un asunto para no descuidar y requiere de un monitoreo minuto a minuto para medir y denunciar cada oscuro movimiento del señor Uribe Velez y su siniestro DAS contra la revolución bolivariana.
San Cristóbal, 20 de abril de 2006.