¿Cómo fue el fraude electoral de Uribe Vélez y los paramilitares en las elecciones del 2002?


No creo que sea cosa del pasado y algo sin trascendencia  el fraude electoral ocurrido en el año 2002 y mediante el cual los paramilitares impusieron la presidencia de Uribe Vélez, destapado por Rafael García, exdirector de comunicaciones del DAS, en su entrevista con la revista Semana, donde denuncia la infiltración y manipulación de dicho organismo por grupos paramilitares, mafiosos y delincuenciales, incluido  los planes para asesinar al Presidente Hugo Chávez y otros lideres de la revolución bolivariana.
 
Este es un tema con profundas repercusiones en el actual proceso político que llevará hasta las elecciones del 28 de marzo, fecha de la primera vuelta para escoger el presidente de los siguientes 4 años.
 
Vamos a mirar toda esta trama en cuatro capítulos. Esta es la primera.
 
El fraude reviste una tremenda gravedad, no solo por las implicaciones en la legalidad, legitimidad y validez del gobierno del señor Uribe Velez, sino por las efectivas (no retóricas) garantías electorales para los comicios del próximo 28 de Mayo en que se deberá escoger el próximo Presidente de Colombia. Tengo la absoluta convicción que acá no hay garantías para la oposición en el actual proceso electoral, mas ahora que desde la Presidencia se desata una abierta ofensiva contra la libertad de prensa y los asesores de Uribe Velez intimidan  a los periodistas con demandas en una Fiscalía amañada y controlada por los grupos conservadores mas oscuros y retardatarios.

Observando los detalles de la trampa ocurrida en la Costa Caribe, con los  300 mil votos fraudulentos de ventaja a favor del actual presidente para vencer a Horacio Serpa en la primera vuelta del 2002, se concluye que el viciado mecanismo de descarada manipulación de los sufragios sigue intacto y será utilizado nuevamente en mayo, en municipios y regiones alejadas, por los paramilitares y narcos, promotores de la reelección del paracandidato –presidente. Creo, además, que hay otro elemento de mayor gravedad, me refiero a lo ocurrido en las elecciones del pasado 12 de marzo en las que se impuso la aplanadora narcoparamilitar, con procedimientos muy oscuros y torticeros, como lo esta demostrando la denuncia, también de Semana (1), sobre la manera como fue elegido el prominente senador uribista Ciro Ramírez, con el respaldo y la financiación de poderosas mafias del narcotráfico, insertas en las acciones gubernamentales para supuestamente desmovilizar a los paramilitares, me refiero a Don Berna y sus redes exportadoras de droga desde Ipiales (Nariño), en la frontera con el Ecuador.
Vamos sobre los detalles del fraude y veamos las fementidas respuestas del Mesías de la Casa de Nariño, así como el capitulo que se abre contra la libertad de prensa.
 
El entretejimiento del fraude.
 
Según las declaraciones de Rafael García a la Fiscalía, durante las elecciones legislativas de 2002 el Bloque Norte de las autodefensas, comandado por Jorge 40, habría fraguado, "un fraude electoral de proporciones gigantescas para llevar al Congreso a candidatos de los departamentos del Cesar, La Guajira, Magdalena y Bolívar". Agregó que: "Dado que todos estos candidatos apoyaban al doctor Álvaro Uribe Vélez en su aspiración presidencial, este fraude fue repetido para las elecciones presidenciales aportándole al candidato Uribe Vélez aproximadamente 300.000 votos sin los cuales este candidato no hubiera triunfado en primera vuelta".

En entrevista exclusiva con SEMANA (2), García explicó que el candidato de Magdalena José Gamarra le había pedido a él y a Enrique Osorio de la Rosa, un funcionario que trabajó en la Registraduría electoral durante 18 años, que estudiaran la posibilidad de garantizar la votación sin que la gente fuera a sufragar.
 
Según García, Osorio - con dinero suministrado por Gamarra- compró a funcionarios de la Registraduría en Bogotá los padrones electorales de Cesar, Magdalena, La Guajira y Bolívar que mostraban los nombres de los inscritos mesa por mesa en cada puesto de votación de los municipios que querían manipular. "Nos los enviaron por correo. Yo mismo acompañé a Osorio a la oficina de Deprisa (servicio de mensajería) para reclamar los cuatro 'CD' cuando llegaron", dijo a SEMANA."Esos listados se les entregaron a los candidatos y los candidatos los repartieron entre los jurados que ellos habían designado y que las autodefensas obligaron a los registradores a que los nombraran".
 
Al final de la jornada electoral, o en medio de ella - según García -, los jurados de las mesas de votación, marcaban los tarjetones con el nombre del candidato que había escogido el Bloque Norte de los paramilitares y firmaban por el votante que nunca acudió. García aclaró que para las elecciones presidenciales se repitió el mismo procedimiento: "El mismo fraude que hicieron para elegirse ellos, lo repitieron para aportarle los votos al Presidente".
Las declaraciones de García coinciden exactamente con los mapas de los distritos electorales diseñados por los paramilitares en las elecciones legislativas de 2002 y realizados por la analista Claudia López en Semana.com. López destacó cómo el representante Jorge Luis Caballero y el senador Salmón Saade obtuvieron votaciones superiores al 93 por ciento en los municipios de la ribera norte del río Magdalena. En la zona central del Magdalena, José Gamarra y Dieb Maloof coinciden con concentraciones electorales que oscilan entre el 79 y el 94 por ciento, mientras que en los municipios del sur el fenómeno se repitió para los congresistas Alfonso Campo y Luis Eduardo Vives.
 
Curiosamente, estos congresistas - sin excepción- son nombrados por García como beneficiarios del fraude electoral.
 
La revista SEMANA (3) pudo verificar con fuentes muy diferentes, que en varios de los municipios que conforman la Asociación de municipios de la Provincia magdalenense (Pivijay, Chivolo, Tenerife, Plato, Nueva Granada, Santana, Pijiño, El Difícil y El Banco), de la que habla García, sí se cometió fraude.
 
El caso de El Difícil.
 
Por ejemplo, en El Difícil, Magdalena, un municipio pequeño y montañoso, de casas en tabla muy pobres, donde Uribe sacó 9.858 votos y Horacio Serpa 1.102, un jurado de votación confirmó a SEMANA que en su mesa depositaron 40 votos. Pero que al final de la jornada, el paramilitar de la zona se acercó a su mesa y le ordenó marcar otras 400 tarjetas electorales con los nombres de los inscritos para votar en esa mesa. Un funcionario de la Registraduría de El Difícil agregó que en los escrutinios para Presidente, los jurados tacharon dos veces los tarjetones que favorecían a Serpa para anularlos.
 
Lo de Ariguaní.
 
Un 'colaborador' de las autodefensas en  Ariguaní le contó a SEMANA que para las elecciones legislativas de 2002 apuntó los números de las cédulas de varios amigos - algunos de ellos incluso en Bogotá- y se las dio al paramilitar Tolemaida para que las inscribiera para votar en Magdalena. Luego de las elecciones se las devolvieron con los registros electorales. "Tolemaida y su combo casaron (sic) al delegado de la Registraduría. El delegado inscribió las cédulas de manera legal, pero es ilegal porque la gente no fue a votar, dijo el colaborador. Al cierre, ellos les dicen a los jurados 'marque estos votos y deme el registro' para devolverlos a los dueños de las cédulas".

Lo de Plato y los corregimientos de El Barbudo y Los Pozos.

Otro ejemplo es el de Plato, Magdalena, donde la gente hablaba tranquilamente de lo que denominan "el fraude electoral de 2002". Una funcionaria de la Registraduría local confirmó que este municipio de 90.000 habitantes rompió en 2002 su récord histórico de votaciones con más de 10.000 sufragios, 5.562 para Serpa y 4.616 para Uribe. Contó que se dieron casos sorprendentes como los de los corregimientos de El Barbudo y Los Pozos, en los cuales hubo tantos votos como personas aptas para sufragar, pese a que siempre habían sido abstencionistas.
 
El corregimiento de Los Pozos.
 
En el apartado corregimiento de Los Pozos casi toda la población es analfabeta y vive en precarias condiciones. Una profesora que fue jurado electoral en 2002 relató que los propios jurados pasaban el día de las elecciones de Congreso casa por casa devolviendo las cédulas que habían recogido el día anterior y entregándole a cada persona el certificado electoral sin que la gente supiera por quién había votado. Los registros oficiales dicen que en Los Pozos votaron 700 personas, de 700 aptas para hacerlo. Ellos y otras personas de la región confirmaron que el mismo procedimiento se repitió para las presidenciales en este municipio, en Nueva Granada, en zonas aledañas a Zambrano (Bolívar) y a Bosconia (Cesar).
 
"Sabemos que 200 ó 300 votos de más no influyen en una elección, pero sumados los de varios municipios sí ayudan. De que hubo fraude lo hubo", dijo un concejal de Zambrano (departamento de Bolívar) que exigió el anonimato.
 
Cómo gano el señor Uribe Vélez en la primera vuelta.

 
Uribe ganó la Presidencia con 5.862.655 votos, equivalentes al 53 por ciento de la votación para las elecciones presidenciales de 2002, con lo cual accedió al cargo en la primera vuelta. Si a esa votación se le restan los 337.085 votos que sacó en Magdalena, Córdoba, Cesar y La Guajira, habría tenido que disputar el cargo en segunda vuelta con Horacio Serpa.
 
Sin embargo, es absurdo pensar que Uribe sacó esos votos sólo gracias a un fraude. Como candidato, Uribe estuvo por lo menos seis veces entre 2000 y 2001 en Magdalena haciendo campaña. "Hizo mucho trabajo político y tenía mucha gente apoyándolo, dijo un político que prefirió hablar bajo el anonimato. Excepto por J. Vives y Flor Gnecco, todo el establecimiento político de Magdalena votó con Uribe".
 
No obstante, 66 por ciento de los votos de Uribe en Magdalena fueron en los mismos municipios con presencia paramilitar en los que congresistas como Dieb Maloof y Luis Eduardo Vives lograron concentración de electores. Sólo el 34 por ciento restante lo obtuvo en zonas ubicadas por fuera de esos 'distritos electorales'. En el caso de Serpa, la tendencia fue a la inversa. En municipios bajo influencia paramilitar como El Difícil y Chivolo, Serpa perdió 84 por ciento de electores en 2002 respecto a 1998. En Salamina, donde los paramilitares mataron a un delegado de la Registraduría que denunció fraude en las elecciones para alcalde de 2003, Serpa sacó 73 por ciento menos de votación. Uribe sacó 2.420 votos y Serpa sólo 368. Por eso, el argumento que el Presidente perdió en las regiones con mayor influencia paramilitar no se sostiene.
Las inconsistentes respuestas del Mesías paramilitar a estas denuncias.

Álvaro Uribe, rabioso y descompuesto, se ha defendido a capa y espada de las acusaciones de fraude electoral que lo favoreció, arremetiendo simultáneamente contra la libertad de prensa. Estos son sus argumentos y los interrogantes que aun permanecen, de acuerdo con la versión de la revista Semana (4).
 

Veamos uno a uno los argumentos de AUV.
 
1. AUV dijo que acusaban su campaña de haber ganado 300 mil votos en el Magdalena, cuando en realidad solo obtuvo allí 113 mil votos.
 
Uribe en el Magdalena no sacó 300 mil votos. Sacó una tercera parte de esa votación. Sin embargo, en los cuatro departamentos de la Costa Caribe (Bolívar, Cesar, Magdalena y Córdoba) que denunció Rafael García que se hizo fraude, sacó 337.085 votos.
 
Álvaro Uribe ganó la presidencia con 5.862.655 votos equivalentes al 53% de la votación para las elecciones presidenciales de 2002, con lo cual accedió al cargo en la primera vuelta. Si a esa votación se le restan los 337.085 votos que sacó en Magdalena, Córdoba, Cesar y Guajira, habría tenido que disputar el cargo en segunda vuelta con Horacio Serpa, pues habría sacado solo el 49 por ciento de los votos. Obviamente no todos estos votos fueron producto del fraude, pero sí es un hecho que la votación en algunos de estos municipios con presencia paramilitar creció de manera atípica, con votaciones superiores al 90 por ciento, cuando tradicionalmente la abstención ha sido más del 50 por ciento. Y en esos municipios, sí gano el candidato Uribe.

2. El Presidente dice que para el momento de su
candidatura ya tenía una larga trayectoria política que le bastaban para ganar, sin necesidad de un fraude.
Según Semana, a Álvaro Uribe lo conocían en el Magdalena desde 1997, cuando era gobernador de Antioquia y lo invitaban a Santa Marta a dar charlas sobre su exitosa política de seguridad con las Convivir (estructuras paramilitares creadas por Ernesto Samper) en su departamento. Luego, como también lo reveló Semana, ya de candidato, Uribe estuvo por lo menos seis veces entre 2000 y 2001 en el Magdalena haciendo campaña.
 
3. El Presidente dijo que en los departamentos donde se ha denunciado que ocurrió fraude él perdió contra el candidato Horacio Serpa.
 
Es cierto que AUV perdió en los departamentos de la Costa Atlántica frente al candidato Horacio Serpa. Sin embargo, el 66% de los votos de Uribe en Magdalena fueron en los mismos municipios con presencia paramilitar en los que congresistas como Dieb Maloof y Jorge Luis Caballero, expulsados del uribismo por su supuesta relación con autodefensas, lograron concentración atípica de electores. Sólo el 34% restante lo obtuvo en zonas ubicadas por fuera de esos `distritos electorales.
 
En el caso de Serpa la tendencia fue a la inversa. El 31% de sus votos fueron en las zonas de dominio `para´ y el 69% por fuera de ellas. De hecho, en municipios bajo influencia paramilitar como El Difícil, Serpa perdió un 84 por ciento de electores en el 2002 respecto a 1998. Lo mismo en Chivolo. En Salamina, donde los paramilitares mataron a un delegado de la Registraduría que denunció fraude en las elecciones para alcalde de 2003, Serpa sacó un 73 por ciento menos de votación. Uribe sacó 2.420 votos y Serpa solo 368.
 
4. El Presidente dice que no tiene como presidente influencia en la Registraduría, mucho menos la iba a tener como candidato.
 
En efecto, el Presidente parece no tener ascendiente sobre la Registraduría, ni ahora ni como candidato. Sin embargo, el fraude electoral denunciado por Rafael García, ex jefe informático del DAS, y que fue confirmado por periodistas en algunas de las localidades, no se hizo a través de la Registraduría Nacional. García denunció que habían comprado los censos electorales de cuatro departamentos de la Costa Atlántica para saber quién votaba en qué mesa y luego, los paramilitares habían presionado a los jurados de votación para que llenaran los tarjetones sin necesidad de que la gente fuera a votar.
 
Por ejemplo, en El Difícil, Magdalena, la descripción que hizo García del presunto fraude coincidió plenamente con los testimonios que recogieron periodistas en varios municipios de la Costa Caribe, con fuentes muy diferentes que no se conocen entre sí y no sabían de las declaraciones de García a la justicia ni a la prensa. En este municipio pequeño y montañoso, donde Uribe sacó 9.858 votos y Serpa 1.102, un jurado de votación confirmó que en su mesa depositaron 40 votos. Pero que al final de la jornada, el paramilitar de la zona se acercó a su mesa y le ordenó marcar otras 400 tarjetas electorales con los nombres de los inscritos para votar en esa mesa.
 
Un funcionario de la Registraduría de El Difícil agregó que en los escrutinios para Presidente, los jurados tacharon dos veces los tarjetones que favorecían a Serpa para anularlos.
Explicó que eso sucedió en muchos corregimientos rurales. En las cabeceras fue diferente: “Del miedo que uno le tiene a esos carajos, uno va y le dice al jefe aquí le traigo a estos diez a votar”.
 
Fue exactamente lo que ocurrió en el Plato, Magdalena, donde por ejemplo, la gente hablaba tranquilamente del  “fraude electoral del 2002”.
 
Fraude lo hubo”, dijo un concejal de Zambrano que exigió el anonimato. En ese municipio de Bolívar había amenazas desde que comenzó la campaña de Presidente y Congreso. Allá muchas personas dijeron que habían votado obligadas con la pistola del paramilitar Jorge 40.
 
Para la comisión de este fraude no se necesitó que el candidato “comprara” a la Registraduria, ni siquiera que tuviera influencia sobre ella. Bastó que los paramilitares intimidaran a un puñado de registradores y a varios jurados de votación nombrados por los políticos que se habrían beneficiado de esta manipulación en las elecciones inmediatamente anteriores. Todo esto pudiera haber ocurrido sin que el candidato Uribe quisiera ni supiera. Pero lo que despierta hoy tantos interrogantes, y exige que la justicia investigue a fondo, es el hecho de que una vez elegido presidente, Uribe haya nombrado en cargos importantes a personas que pudieron haber estado involucradas en este fraude.
 
Ante las manifiestas contradicciones en sus argumentos Uribe Velez opto por emprenderla contra los medios independientes y la libertad de prensa. Inmediatamente uno de sus mas cercanos asesores, el comerciante Fabio Echeverri Correa, un prepotente capataz paisa, formalizo una demanda en la Fiscalía contra las revistas Semana y Cambio que han destapado esta podrida alcantarilla del régimen narcoparamilitar, con el fin de intimidarlas y coartar el derecho a la libre expresión.
 
Fabio Echeverri, gerente de la actual campaña reeleccionista, ha dicho (5) con todo desparpajo desde su oficina en la Casa de Nariño, que el abogado Enrique Osorio de la Rosa (ficha paramilitar de Barranquilla) denunció penalmente a las revistas "Cambio" y "Semana", así como al ex jefe de informática del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Rafael García.
 
Una vez conocido el detalle de toda esta acción delincuencial, se ha abierto un amplio debate en el que el candidato presidencial del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe, ha señalado con toda razón que es forzoso declarar que la legitimidad de la presidencia de Uribe Vélez está en duda y aceptar que las elecciones presidenciales en curso, tengan carácter democrático.
 
Según Serpa, “se ha puesto de presente a los colombianos que el dinero del narcotráfico y el brazo asesino de la mafia, estarían determinando quiénes gobiernan y además imponiendo personas para que protejan sus intereses desde el Congreso de la República.
 
Para completar el cuadro de ultrajes contra los colombianos, se informa de un gran fraude en las elecciones de 2002 que determinó el triunfo de Álvaro Uribe en la primera vuelta.
 
Es inconcebible la magnitud del riesgo que se cierne sobre los colombianos. Como si fuera poco, el doctor Uribe consiguió que se cambiara la Constitución mediante procedimientos politiqueros, para buscar su reelección.
De consumarse el complot que se ha concebido, en las manos del doctor Uribe quedarían la Junta Directiva del Banco de la República, la Corte Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura, El Consejo Nacional Electoral, la Comisión Nacional de Televisión, la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General de la República y la Fiscalía.
 
Ni más ni menos quiere llevarse a Colombia hacia la consolidación de una hegemonía uribista impuesta por el fraude y la manipulación”(6).
 
Mas que una hegemonía lo que ha ocurrido ya es un golpe de Estado y la entronización de una dictadura y un Estado paramafioso. Por eso me parece absurdo legitmarla y validarla participando en las elecciones del proximo 28 de mayo, como si aqui no hubiese ocurrido nada grave.
 
En la siguiente entrega veremos como actúa el brazo criminal de este Estado en el asesinato de educadores, intelectuales y sindicalistas, ejecutados por el DAS en asociación con los mercenarios de las autodefensas.

Notas.
1.- Ver la revista  Semana de Bogota en su edición del 25 de marzo de 2006.  http://semana.terra.com.co/.
2. Ver la revista Semana de Bogota, en sus ediciones del 2 y el 9 de abril. http://semana.terra.com.co/.
3. Ver revista Semana de Bogota de su edición del 2 de abril. http://semana.terra.com.co/.
4. Ver la revista Semana de Bogota en su edición del 9 de abril. http://semana.terra.com.co/.
5. Ver las declaraciones del comerciante Fabio Echeverri Correa a la emisora RCN de Bogota, el día 13 de abril. http://www.rcn.com.co/.
6. Ver documento expedido por el candidato presidencial Horacio Serpa Uribe en la página Web del Partido Liberal Colombiano. http://www.partidoliberal.org.co/root/index.php?option=com_content&task=view&id=446&Itemid=90

 
 
San Cristóbal (Venezuela), 14 de abril de 2006.


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Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

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