La miseria socialdemocrata y el hambre de los pobres

“No podemos salir victoriosos de nuestra guerra contra el capital, si deducimos nuestra táctica de la economía política”

C Marx.

“La vieja Europa” y su aventajado hijo  los GRINGOS, cuyas deudas superan su PIB, ponen al descubierto el carácter transitorio de este sistema profundamente inhumano. La Alemania derrotada y humillada en la I y II Guerra Mundial, causante de más de cincuenta millones de muertos, hoy pretende ser potencia imperial. Banqueros inescrupulosos, agiotistas, que no dan la cara, pero le exprimen a sus deudores hasta la última gota de sudor, hoy están chantajeando a los países de “la zona Euro”, con las medidas que le están aplicando a Grecia. El mensaje es muy claro: todos aquellos que atenten contra los intereses del capital, serán implacablemente castigados. El premio Nobel de la Paz, calificado de “honesto”, que hace permanentemente la guerra, sigue este legado: en la mano derecha tiene la zanahoria y en la izquierda el garrote.

Los socialdemócratas en todo el mundo tiene un canto en común: Nada fuera del capitalismo, todo dentro de él. La prensa mundial está saturada de información sobre  la suerte que están corriendo los países gobernados por partidos o políticos socialdemócratas.  No albergo muchas ilusiones de la política del Primer Ministro Heleno Alexis Tsipras. Tampoco la tengo de la dirigencia de PODEMOS en  España. Grecia ha perdido toda soberanía y luce de rodillas, frente al capital  alemán y francés. La Canciller Ángela Merkel viene de Alemania Oriental y algunos le atribuyen una pasantía por el  social-burocratismo-soviético, y ahora habla por la banca de su país. El Presidente Hollande, fue llevado a ese cargo por el Partido Socialista Francés, y está  entregado  al   capital financiero de su país.

La cuestión no se reduce sólo al ámbito europeo, en el particular caso de “Nuestra América”, también podemos hacer acotaciones. Los llamados gobiernos “progresistas” están empecinados en hacer los cambios sin tocar al capital. El gobierno cubano está encantado con el “socialismo de mercado chino”. Daniel Ortega, en alianza con el capital,  hace esfuerzos políticos sin molestar al amo. La Presidenta  Cristina Fernández de K, desarrolla un nacionalismo sin pasar la línea que preocupe al capital. Sabemos que el peronismo da para todo, y los hay de todo tipo. El gobierno vecino de Colombia tiene que bailar la música que le toque Washington. En su territorio hay siete bases militares norteamericanas, más la inmunidad concedida al ejército gringo y la incorporación a la OTAN. El Presidente Evo Morales de Bolivia, hace esfuerzos serios y tenaces por llevarle a su pueblo justicia social. Bolivia puede resultar a mediano plazo, un experimento político interesante, que ayude a abrir el camino más allá del capital. Al Presidente Correa, con logros sociales y económicos populares incuestionables, nuevamente  la oposición más de derecha, le sale al ruedo procurando su salida del poder Todo ocurre en estos países y gobiernos en el marco de “la economía política”, es decir: el capital. Cuidado porque el fascismo no está muy lejos de nuestro continente. No está en peligro el capital, pero si está más sediento de materias primas.

Los venezolanos en estos 16 años hemos entendido la importancia y el papel histórico del Poder Constituyente, y los peligros que podemos correr con el Constituido. En el primero reside la soberanía, el futuro Poder Popular, el pueblo llano, en el segundo nos topamos con las tentaciones, andamiajes y articulaciones peligrosas de la dominación capitalista.

Marx lo entendió con claridad;  la raíz del socialismo está en el poder Constituyente,  la socialdemocracia se atrinchera en el Constituido. El capital no tiene fronteras, pero hay que imponérselas. Desde su fundación, la socialdemocracia ha defendido al capitalismo.

Hemos practicado tantos años el populismo y el asistencialismo, que ya es parte de nuestra cultura política nacional.  Toda esta  perfidia tiene un costo alto: la corrupción, el burocratismo, la ineficiencia, los ricos más ricos y hay nuevos ricos. El pueblo pone el sudor y recibe migajas, el socialismo queda así conculcado. Los gobernantes socialdemócratas hacen piruetas, para explicar y justificar, como postergar la revolución y moverse en el escenario de las reformas y la transición que nadie sabe qué es esto.

“El Dr. Rojo” supo establecer los nexos que hay entre las categorías: fuerza productiva y conciencia de clase. Pretender la industrialización de nuestros países, entregándole al sector privado su responsabilidad, es incentivar el capital, aumentando la plusvalía. No profundizar en el ámbito teórico-práctico de la conciencia de clase, es una muerte aletargada para cualquier intento revolucionario. No salirse del marco del capitalismo y no comprender, que “el hombre y la mujer nueva” sólo son posibles fuera del capital, es oxigenar al sistema que se aparenta confrontar. El “inventar o errar” es un presente. El socialismo “imperfecto” pero perfectible “nuestro americano”, es la tarea por desarrollar. La moraleja es: “cuando veas ardiendo las barbas de tu vecino, pon las tuyas en remojo”. (NOS LEEREMOS EL PRÓXIMO SÁBADO.  Recomiendo leer aporrea, 17 Jul: ¿Aplastará el capital financiero a Grecia? 



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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