El Peligro de la Burocracia Política

El síntoma de la burocratización de la política lo hemos visto todos a raíz de los repugnantes hechos ocurridos recientemente por el asesinato de los tres pequeños hermanos de la familia Faddoul, del periodista y reportero grafico Jorge Aguirre y del Sr. Sindoni. La inercia, la postración o peor aun, la torpeza fue lo que parece caracterizar a la esa clase política que desde las estructuras del Estado pretende representar al pueblo venezolano y a la revolución.
Las viejas estructuras del Estado, aun vivas en la revolución, han hecho de nuestra clase política lo que a su naturaleza le corresponde. Nuestros representantes políticos, asambleístas y líderes políticos que acompañan el proceso de cambio, se han permitido dominar por el formalismo que se representa en el Estado. Resultó que para enfrentar estos lamentables hechos sabiamente utilizado en la diatriba política por la lacaya oposición, utilizando sus medios de información para exacerbar el terror y culpabilizar al gobierno nacional, nuestros líderes políticos prefirieron legar al Presidente Chávez y al Estado para que se encargasen de un asunto que se tornó, gracias a la oportunista oposición, político.

Resulta desastroso que el mismo día en que ocurrieron estos lamentables sucesos, un articulo de prensa publicado por el celebre MARCIANO, elogiando la disposición de la oposición a seguir la ruta democrática, circulara por todo el país. Nuestro iluso Marciano pareciera escribir y ver el mundo desde su planeta. Creer e intentar hacernos creer a todos que en este contexto histórico-político que atraviesa la revolución bolivariana, un año electoral y definitorio para el proceso de cambio, que esta fracasada oposición optarían por las vías de la pasividad y actuarían con la misma inercia en que mueve nuestra clase política dirigente, sería un garrafal error que podría en peligro a la revolución. A nuestro compañero Marciano lo convidamos a visitar la tierra.

El terrorismo es una carta ya puesta en meza de nuestro pueblo por el Imperio norteamericano y sus lacayos “nacionales”. No podemos olvidarnos de la masacre perpetrada por los terroristas que asaltaron el poder los días del 11 de abril de 2002, el terrorismo informático en PDVSA, la matanza de campesinos, los paramilitares colombianos capturados en la Finca Dactari, la voladura de las embajadas, etc. Ella posee fines claramente demarcado: desprestigiar al gobierno revolucionario achacándole a él la violencia, intentar hacer oxigenar a sus lideres y repuntarse en las encuesta, y la de justificar una intervención extranjera que “devuelva la paz y la democracia a la estratégica Venezuela Petrolera”. Por tal razón nuestra respuesta no puede ser otra que la ofensiva.
Un articulo aparecido en prensa del Diario VEA, el día 7 de abril de 2006, escrito por Antonio Aponte, titulado: «EN LA BATALLA, CONVÓQUELO» acompaña lo que hemos querido explicar en este artículo. El compañero Aponte dice lo siguiente:

“Frente a esta agresión, nosotros, los bolivarianos, estamos sufriendo el síndrome de burocratización de la política. Nos hemos acomodado en los escritorios de la conciliación. Ingenuamente convencidos de que la batalla se decide únicamente en lo electoral, hemos descuidado nuestra mayor arma: LA MOVILIZACIÓN POPULAR CONSTANTE, LA PARTICIPACIÓN DE LAS MASAS EN TODAS LUCHAS”.

Las razones que motivan a esta situación se alojan también el la falta de una dirección nacional política, unitaria, de ser posible sin cargos burocráticos en el Estado, que le permita dedicarse y contribuya con el ejecutivo a hacer política revolucionaria.

La movilización conciente del pueblo, la denuncia de los planes del imperio, es la acción correcta que deberíamos emprender de producirse otra nueva arremetida mediatica. Recuperar nuestras bandera que fueron hábilmente utilizada por esa oposición antihumana: «La lucha contra el terrorismo en todas sus facetas, incluyendo el económico e informativo, que desarrolla a lo largo del planeta el gran capital internacional ante el temor de lo que representan los cambios necesarios que se experimentando en todas latitudes, en gran parte gracias al impulso moralizante que la revolución bolivariana» debería marcar a nuestra acción.

La burocratización de la política y la conciliación son los fenómenos, que sin lugar a dudas, condenarían a nuestra revolución y a la esperanza de muchos pueblos al fracaso.

basemtch@hotmail.com


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

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