Quiero iniciar estas líneas, recordando a Ernesto Guevara de la Serna, el mítico Che Guevara, el Guerrillero Heroico, que un día como ayer estaría cumpliendo 87 años de vida. De él tomo esta frase, de su libro El Socialismo y el Hombre en Cuba, propicia para la reflexión que vamos a desarrollar más adelante: “La revolución se hace a través del hombre, pero el hombre tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario”. Nosotros añadiríamos, del hombre y de la mujer.
El socialismo bolivariano y chavista que estamos construyendo en nuestro país, sólo podemos alcanzarlo con el esfuerzo de verdaderos cuadros revolucionarios; de verdaderos militantes socialistas que demuestren, impulsados por la razón amorosa, unidad y conciencia del deber social.
Debemos cada día forjar ese espíritu, como nos dice el Che, de verdaderos y verdaderas socialistas, reforzando en nuestro accionar lo que hemos llamado el triángulo de la Revolución: la organización, que debe ser muy sólida; la conciencia, para seguir acrecentando el pensamiento revolucionario, y el corazón de la patria, que es el corazón de Chávez, con mucho sentimiento, pasión y amor hacia el prójimo y hacia lo que hacemos. Nosotros, revolucionarios de vanguardia, debemos ser capaces de idealizar ese amor al pueblo, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible, practicarlo verdaderamente, con mucha conciencia y compromiso.
Necesitamos entonces, en esta etapa crucial de la Revolución Bolivariana, forjar y contar con hombres y mujeres nuevos, para llegar al punto de no retorno en este primer tramo del sendero hacia la sociedad socialista.
Nos encontramos hoy en una coyuntura definitiva, no sólo para la Revolución Bolivariana sino también para la Patria. Estamos en el epicentro de una lucha sin cuartel contra el imperialismo, la burguesía, el reformismo y la socialdemocracia. El camino es largo y difícil. En nuestro andar de constructores revolucionarios tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos; pero sabemos que ese andar es posible solo avanzando junto a nuestras bases, a nuestro pueblo. Tenemos que nutrirnos de las enseñanzas del pueblo y a la vez estar conscientes que éste podrá avanzar más rápido si lo alentamos con nuestro ejemplo, si trabajamos en la profundización de su conciencia del deber social.
Se están enfrentando de manera decisiva dos modelos: el capitalismo y el socialismo; la democracia burguesa y la democracia participativa y protagónica. Como lo señaló el presidente obrero Nicolás Maduro, en una reciente ocasión, “o son ellos, o somos nosotros”.
Por ello, 11 años después del llamado que nos hizo el Comandante Eterno Hugo Chávez, a incorporarnos a la pelea en contra de la oligarquía proimperialista, para garantizar la estabilidad política que nos permitiría continuar la Revolución Bolivariana en paz; resaltamos que, ese llamado está más vivo que nunca y se hace necesario retomarlo. Debemos volver nuevamente a Santa Inés para impedir que esa oposición fascista y antipatria, aliada a los enemigos externos, desvíe el rumbo socialista y chavista de nuestro proceso de liberación nacional.
Se requiere de la participación de todos los sectores chavistas, revolucionarios, patriotas, progresistas, en esta contienda que debe conducirnos no sólo a una nueva victoria contundente en las próximas elecciones para la Asamblea Nacional, sino a alcanzar las condiciones objetivas necesarias para radicalizar la Revolución Bolivariana y acelerar la transformación hacia el socialismo.
Son entonces tareas fundamentales para tal fin, consolidar el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), como la organización capaz de conducir la vanguardia hacia los cambios necesarios para terminar de transformar el viejo modelo; fortalecer al Gran Polo Patriótico (GPP) y acrecentar la conciencia revolucionaria del pueblo.
Es necesario unir, como nos decía y nos sigue diciendo el Comandante Chávez, todas las fuerzas revolucionarias para hacer inexpugnable la Revolución y dar cumplimiento en su mayoría, a todos y cada uno de los objetivos del Plan de la Patria. En ese momento podremos asegurar, que hemos llegado al punto de no retorno de la Revolución Bolivariana y continuaremos de manera irreversible, el camino de construcción de nuestro socialismo con características propias; nuestro camino hacia la utopía concreta.
Por tal razón, no debemos bajo ningún motivo, admitir actitudes separatistas, oportunistas, individualistas y divisionistas ni en el seno de nuestro partido, ni dentro de las fuerzas aliadas de la Revolución.
Hoy más que nunca necesitamos la unión de todos los sectores patrióticos, en un sólido Bloque Socialista y Revolucionario, para neutralizar a la oposición golpista y al imperialismo y continuar construyendo la patria libre, soberana, independiente que Chávez nos legó.
Pero también debemos ir más allá. Para derrotar definitivamente a la burguesía, que quiere revertir los logros sociales y políticos que hemos alcanzado en 16 años de Revolución Bolivariana, necesitamos profundizar la transformación del modelo productivo, mejorar la distribución de los bienes; reducir las importaciones; darle paso a la propiedad social, a la economía comunal; ponerle fin a la dependencia tecnológica; terminar de sepultar la burocracia, los intentos de corromper las estructuras políticas y del Estado y a nuestros cuadros; y eso sólo podemos hacerlo con un pueblo organizado y consciente. En definitiva, consolidar junto a la independencia política, la independencia económica.
Hay que tener mucho cuidado con los manipuladores, con aquellos que se disfrazan de chavistas para incitar a la anarquía, a la división, a la violencia. A quienes se visten de rojo pero defienden los intereses y los valores de la cuarta república, de la socialdemocracia. Hay que combatir esos viejos flagelos, esos antivalores. Es en ese sentido que decimos, que la batalla es a lo interno y a lo externo.
Vamos pues todos juntos, unidos y unidas, a una nueva Batalla de Santa Inés, para hacerle morder el polvo a los enemigos de la Patria; al imperialismo norteamericano, a la oligarquía nacional y lacaya, y al reformismo, que quieren hacernos retroceder en nuestra marcha hacia el Socialismo Bolivariano, Chavista y Antiimperialista. Permítanme terminar estas reflexiones con otro pensamiento de ese revolucionario ejemplar nuestroamericano, el Che Guevara: “El esqueleto de nuestra libertad completa está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos…”. Ese es el reto.
¡Viva Chávez!
¡Viva el Che!
¡Viva el PSUV!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Viviremos y Venceremos!
Barinas, lunes 15 de junio de 2015.