Venezuela vive momentos atípicos, donde la economía nacional se halla en una situación desigual.

Hay inmensas colas en las puertas de los supermercados para conseguir los productos de la cesta básica, porque existe un plan montado en destruir la economía, y digo esto con absoluta propiedad, porque yo no me explico el porqué la cerveza polar se consigue hasta en la bodega más pequeña de cualquier barrio, mientras que la harina de maíz precocida no.

¿Por qué las afeitadoras, los jabones, los pañales, el papel sanitario y demás productos no aparecen?

Lamentablemente debemos aceptar que la revolución que todos decidimos recibir de las manos del Comandante Chávez, ha fracasado en impulsar el aparato productivo y si no me creen, les pregunto:

¿Donde están las empresas del estado que deberían estar haciéndoles frente a la guerra económica?

La mayoría de las empresas del estado se encuentran quebradas, y me remito a tomar el ejemplo de dos de ellas:

INDUSTRIAS DIANA: con su principal rubro, que es el aceite comestible, brilla por su ausencia en los anaqueles de los supermercados, pero resulta contradictorio que en Cúcuta, se consiga este producto.

CAFÉ FAMA DE AMÉRICA: esta compañía del estado, o empresa de producción social, como es el nombre real que ostenta, sufre de la misma desgracia; donde sus voceros expresan que la empresa se encuentra en plena producción, pero que al ir a cualquier mercado, la realidad demuestra que no es así.

Una cosa son las decisiones que se tomen en la alta gerencia del gobierno obrero, y otra es la realidad que se vive en la calle donde los bachaqueros hacen su agosto revendiendo los productos. No quisiera aceptar que el presidente Nicolás vive recibiendo informaciones falsas de que en Venezuela todo marcha bien, y que se está combatiendo la escases, mientras en la calle las colas aumentan y la inflación se come los sueldos cual cocodrilo de pozo hondo.

Veo con extrema preocupación que en nuestro país, con tantas riquezas naturales que tiene, deba recurrir a importar todo, y que en medio de la construcción de una patria de carácter Socialista, debamos depender del dólar para fijar los precios de los productos que se comercializan internamente.

¿Hasta cuando hemos de seguir con esta situación?

Yo reconozco que el presidente Nicolás, desde que empezó su gobierno, ha recibido las más duras pruebas, que incluyen; guarimbas, intentos de magnicidio, traiciones diversas, corrupciones administrativas, guerras psicológicas, paramilitarización de la delincuencia, ataques internacionales entre otros, pero con ante tanta problemática, el blandenguismos de manos no pueden jamás frenar al león que viene a comernos.

Yo creo en el humanismo, pero en cuanto a la construcción del Socialismo Bolivariano, la actitud de perdonar, de sentarse a conversar con la oposición en Miraflores, con darles mas y mas dólares a los empresarios no es la solución. Eso no son más que paños calientes para el cáncer que está generando en la sociedad, y la realidad es que se necesita manos duras para atacar esta situación.

¿Cómo resolver este caos y darle un golpe mortal a la guerra económica y a la inflación?

• Se deben rescatar las empresas del estado, y ponerlas a producir al 200% con una supervisión y seguimiento exhaustivo que involucre a la contraloría social como el principal actor.
• Se debe cerrar la frontera con Colombia por tres meses y cambiar a todo el personal militar que labora en ese sector, porque si en Cúcuta aparecen los productos de la cesta básica, y los combustibles, es porque deben pasar por algún sitio y con permiso de alguien. Todo tiene una causalidad. Cuando me refiero a cerrar la frontera es que no debe pasar ningún vehículo para el país vecino. El que pase debe hacerlo a pie y debe ser chequeado en el punto de control fronterizo. Según datos de algunas encuestadoras no oficiales del país, por la frontera con Colombia, el estado venezolano pierde cerca de 1400 millones de dólares al año, es decir, nosotros mantenemos a la economía parasita del norte de Colombia.
• Se debe crear una red de distribución eficiente, que logre impactar al último rincón de la patria: unas empresas del estado productivas necesitan de una red de distribución eficiente, que satisfaga a todos los venezolanos. Aquí las poquísimas empresas del estado que funcionan, poseen una mala red de distribución, lo cual deriva a la inexistencia de productos a lo largo y ancho del país.
• Se debe implementar un programa de sustitución de importaciones, empezando a producir aquí lo que más se consume y que viene del exterior; que son vehículos, ropa, tecnología, calzado, entre otros: para que tenemos la empresa VETELCA si sus productos no se consiguen y los venezolanos recurren a los cupos para comprar celulares y tablets, o para que tenemos una empresa mixta con Irán (venirauto), y no se consiguen los vehículos centauro y turpial, teniendo que caer en las manos de las transnacionales gringas como la Ford, la Chevrolet y la Dodge y someternos como pueblo independiente y soberano a caer en las trampas económicas que ellos impulsan; tomando como referencia la venta de vehículos en dólares. Cabe resaltar en este apartado que si las empresas ensambladoras de vehículos deciden vender en dólares los vehículos, nosotros los venezolanos que trabajamos y tratamos de mantenernos con un sueldo mínimo devorado por la inflación, jamás lograremos comprarnos un carro. Eso solo quedara en el sueño.
• El estado debe acoger como política primordial, impulsar lo que más tenemos: (ojo no me refiero a los malandros sino a la industria petroquímica), nosotros debemos utilizar a la industria petroquímica para producir la materia prima que nuestro país requiere para su industrialización, y es menester del gobierno obligar a las empresas nacionales a que utilicen la materia prima producida aquí. Esa vaina de estar regalándole los dólares a las empresas para que importen materia prima se debe acabar; por ejemplo: he notado que en el país no se consigue cauchos para vehículos, y de hecho, mi hermano que maneja un bus en Caracas, tuvo que comprar un caucho usado rin 15 importado de Colombia en 8 mil bolívares hace una semana. Pero también note que la empresa Firestone con sede en Valencia, no está produciendo o al menos sus productos no se consiguen y ellos demandan divisas para importar goma de usa y México, bueno les informo que uno de los derivados del gas es la goma para fabricar los cauchos. ¿Por qué entonces PDVSA GAS no produce goma para venderle a la Firestone? Y si Firestone no produce, ¿por qué no la expropiamos? Lamentablemente no tenemos moral para expropiar, porque lo que hemos expropiado no funciona.

Esa política errada de que debemos crear más plantas de extracción de petróleo y darle más concesiones a las transnacionales se debe acabar definitivamente, nosotros hacemos el papel de tontos regalándoles la materia a los países industrializados mientras ellos nos venden los productos terminados bien costosos.

Presidente Nicolás, póngase las pilas, porque el pueblo se está cansando ante la inacción demostrada en su gabinete. Trabaje con el pueblo, para que las acciones del gobierno sean dirigidas a resolver los problemas eficientemente y no se vean como la mayoría lo ve, como pañitos calientes ante un cáncer que poco a poco se come a la revolución.

Pareciese que la revolución se la llevo el comandante Chávez al momento de su siembra para siempre, cosa que mi mente no quiere aceptar, ni lo hará por ahora.

Post data: al decir estas declaraciones, expreso mi más profundo amor a la patria y a la revolución, pero, para hacer revolución debe existir crítica constructiva. Para mí la palabra lealtad no es apoyar a mi camarada que roba, que no hace nada o que critica por criticar, Y dejar que pase por debajo de la mesa por lealtad al proceso. No, eso es traición a la patria, y cupulismo, cosa que abunda en el PSUV.

La lealtad es aquella que se defiende con palabras y con hechos y que ayude a cada día la patria de Bolívar sea mejor. Fin.