Organización Popular

Claro de tierra

El predominio de los intereses económicos y políticos, que es la raíz de las desigualdades sociales, parte de mantener a las comunidades desorganizadas o manipuladas por caudillos, que monopolizan la gestión de los asuntos colectivos a cambio de privilegios.

Esos intereses no van a promover voluntariamente la organización popular, porque atenta directamente contra sus privilegios. Al contrario, interponen todo tipo de obstáculos a las iniciativas del pueblo, especialmente el burocratismo.

Por ello, la construcción del poder popular requiere de la decisión de los propios actores: trabajadores rurales y urbanos, indígenas, artesanos, estudiantes, etc., en alianza con promotores revolucionarios bien formados y comprometidos con las necesidades del pueblo.

Si los partidos políticos de izquierda no estuvieses penetrados por los vicios burocráticos, deberían ser los principales promotores de la organización popular. Pero, como dice Leonardo Boff: la lógica del poder es mantenerse como poder.

Más allá de otras dimensiones, el socialismo es en esencia el control social de la economía y el pueblo, por su condición de trabajador, es el órgano fundamental de todos los procesos de producción, apenas tiene que tomar conciencia de esa condición y asumir su administración, planificación y control.

El presidente Chávez comprende claramente el problema y cada vez más tiende vínculos directos con el pueblo, dirigiendo los recursos públicos hacia las comunidades y exigiéndole al aparato del Estado que se ponga al servicio de las necesidades sociales.

Las cooperativas, los Consejos Comunales, los gremios y las asociaciones deben redoblar sus esfuerzos, con disciplina y dedicación, para aprovechar a fondo esta oportunidad histórica de forjar la democracia revolucionaria, el socialismo del siglo XXI.





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Luis Vargas


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