¡Chávez, sálvanos!...¡Auxilioooo!...

Se sabe que entre la oposición y el gobierno existe una cruenta batalla, que decirlo ya resulta necio, pero a propósito de eso hay un adagio que dice: en el amor y en la guerra todo se vale; por eso, dentro de ese contexto he aceptado como válida acciones - aún conscientes de que son descabelladas- que han emprendido los enemigos del proceso en contra de la revolución venezolana.

Pero lo que nunca aceptaré ni en la guerra ni en el amor es que esos políticos recalcitrantes, soldados en los vicios de la IV República, crean que el pueblo venezolano es retrasado mental, tonto, imbécil, como sin duda lo piensa el gobernador del Zulia, Manuel Rosales.

Rosales cuando el golpe del 11 y 12 de Abril fue uno de los primeros en levantarle la mano a Pedro “El Breve”. El tiempo pasó y las necesidades del Zulia para el Gobierno nacional, tenían que estar por encima de esos enfrentamientos.

Chávez trató de conciliar, gesto que comparto. Soy de los que piensa que a la gente hay que darle otra oportunidad. Todos cometemos errores y tenemos derecho a rectificar.
Luego, el gobernador llamó a la abstención en las elecciones de los diputados y, a mi modo de ver, esa fue la gota que derramó el vaso. Ya se sabe que con este gobernador la revolución bolivariana sólo cuenta, pero para tratar de destruirla.

He aquí, sin duda, un enemigo del procesos de cambio y transformación que vive Venezuela...Así lo ha dejado ver el mandatario regional, pero eso es una cosa y otra que trate a los zulianos como meros eunucos mentales.
En el Zulia, como ya he dicho en otras oportunidades, la vida es una lotería que se gana todos los días cuando se retorna con vida a la casa, porque en la calle no hay seguridad de nada.

La situación ha llegado a tales magnitudes, que los asesinatos, atracos a mano armada, los secuestros y el robo de carros son imposibles de ocultar.
Por un lado salen los jefes policiales en los medios de comunicación maquillando la cifra roja de los delitos y, por otro, en casa del vecino, en la esquina, vía al trabajo y hasta en los mismos periódicos, televisoras y radio, se encuentran las víctimas que logran quedar vivos, relatando los sinsabores de la terrible experiencia de algún hecho delictivo.

De manera, que tras esa situación, se originó un debate público en la prensa, donde se ha denunciado la ineficacia del Gobierno regional para enfrentar la delincuencia.

Debate en el que se sobreentiende que con la creación de grupos especiales, la entrega de patrullas y los operativos, no se combate el hamponato, sino existen políticas coherentes de seguridad y una policía que goce de la estima y la confianza de la población.

Ante la arremetida publicitaria, imaginé tribulación, angustia, reuniones de emergencia, para tomar acciones inmediatas y enfrentar esa delincuencia que diezma a la gente honesta en nuestras calles.

Y probablemente hubo un corre y corre, pero saben para qué, para lanzar un seguidilla de avisos en la prensa intentando manipular a la población sobre un supuesto trabajo que no hace el Gobierno regional, para enfrentar la delincuencia...que pena señor gobernador.

Uno de las publicidades de una página entera resulta patética. Consiste en un colage con una serie de titulares de prensa acerca de las detenciones y enfrentamientos que ha sostenido la policía con los delincuentes.

Se confundió el señor gobernador. Los zulianos no nos referimos a esos titulares de prensa reunidos en un aviso, para convencernos de que hay seguridad. Nos referimos a la cantidad de vehículos que se roban diariamente de diferentes sectores de la ciudad, a los atracos en autobuses, a transeúntes, al robo en establecimientos comerciales, secuestros, asesinatos, violaciones, es decir, a esa delincuencia que nos destroza todos los días ante la ineficacia de la policía y del Gobierno regional.

No es posible que Rosales ignore que en el Zulia no somos tontos. Ya esas estrategias de la IV República no funcionan. Aquí sólo creemos en política serias en materia de seguridad, que deben comenzar con la reestructuración de la Policía Regional, una de las instituciones policiales más antiguas del país, pero también una de las más cuestionadas. Y eso si no lo ha hecho, estoy seguro, que ya no lo hará.

Por eso, se me irán a reventar los pulmones, pero no me cansaré de gritar mientras los delincuentes me permitan seguir con vida en esta tan calurosa como peligrosa región: ¡Chávez, sálvanos!...¡Auxiliooo!...Por favor, te lo pido en nombre de los miles y miles de zulianos que han sido y son víctima del hampa todos los días en esta región.

*Periodista / albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán*


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