Anacronismo contrarrevolucionario

En la época medieval era necesario crear una infraestructura sólida en los límites de los reinados, murallas capaces de detener a las tropas enemigas que quisieran invadirles; los reyes, sin importar el sufrimiento ni la muerte de los hombres, los obligaban a realizar dichas estructuras, no era significativo el hambre que pudieran estar pasando, lo imperante era levantar las paredes; esto es un ejemplo de cómo funcionaba el mundo imperial, un mundo donde la humanidad era desestimada por las decisiones de un hombre, que por supuesto le daba mucho más valor al capital que al ser humano.

Hoy tenemos personas que dirigen instituciones como reyes medievales, que hacen de su gestión una constante construcción de infraestructura, que contrariamente a la misión de su cargo de director, alcalde, rector, vocero, presidente, pareciera un contratista más, que desde su nombramiento debió estar bajo el juramento implícito y constitucional, de hacer la vida de los trabajadores mejor y así obtener grandes resultados frente al pueblo, y no solo desarrollar la infraestructura como el día a día. Que subvaloran el sentir de los que no forman parte de sus círculos elitarios y los hacen invisibles, que las necesidades en las oficinas que no afectan cuantas paredes pueden construir, no deben ser remediadas.

Si las soluciones a las problemáticas generales existentes en algunas instituciones manejadas por estos imperialistas se resolvieran con cemento, bloque y cabillas, estaríamos en presencia de instituciones con una solides incomparable y por ende reforzaría la Revolución Bolivariana, pero no que va, los problemas que se palpan día a día no son de Infraestructura, son de humanismo, de apoyar al ser como ente social y no como un esclavo a la disposición de una o dos voces, esto lo podemos llamar Anacronismo Contrarrevolucionario.

El protagonismo mediático fue y es parte de las bases del imperialismo, los que frente a una cámara se hacen llamar chavistas con lagrimas y dolor, solo son parte del capitalismo, ese mismo que muestra como los corazones no son motores de bombear sangre sino cajas registradoras, qué no les importa lo que tú signifiques, que si no generas ganancia no vales, y esa manera de inferir en los trabajadores forma parte del golpe suave, se ocupan de la destrucción psicológica de las bases revolucionarias y hacen que ideológicamente se pierda la confianza. Por eso debemos batallar para mitigar a los contrarrevolucionarios enquistados que aun no nos permite que crezcamos como país.

Debemos recordar que con la llegada de la Revolución a Venezuela, se llenó de esperanza a esos hombres y mujeres que en comparación con los esclavos de la era medieval, hacían de pueblo en esta patria. Fue la abolición de la esclavitud mental, se comenzó a dar libertades plenas, poderes que solo algunos tenían bajo sus muros, se acabó con la dictadura más atroz de los últimos tiempos en nuestra América, nos dieron la fuerza para que arrancáramos los latigazos del amo de nuestro cuerpo.

En 1999 con una constitución del pueblo para el pueblo, se otorgaba obligatoriedad a la participación popular, dejando a un lado el mandato esclavizador del patrón, permitiendo a las comunidades organizadas disentir sobre las decisiones que no estuvieran de la mano del beneficio del común. Una constitución blindada, la cual fue pensada para el crecimiento de la conciencia humanista, rompiendo los paradigmas que enarbolaban el capital en el asta del ser humano, el sentimiento social vino a concatenar las amplias libertades que eran fugaces ante la mano corrupta del gobernante.

Con el Plan de la Patria se afianzó el deseo de un hombre para hacer de la tierra un mundo mejor, específicamente pensando en el ser social como ente fundamental del futuro del planeta, así mismo y basado en una coherencia "vida cotidiana/ necesidades", este hombre entregó en líneas de humildad el camino a la mayor suma de felicidad para el ser actual y visible. Es hora de apretar las tuercas en los directivos de las instituciones que no cumplen con la Constitución y el Plan de la Patria, debemos ser garantes del resurgir de la patria bonita, Bolívar y Chávez no los dejaron ahora debemos cumplirles.



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Igor Aranzazu


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