Respuesta a Heinz Dieterich a su entrevista en Spiegel online

Los alemanes te aman y/o te odian, no tienen grises quizás, por ello, ese mundo teológico femenino podría tener su “pequeño aporte” y su lógico acercamiento a sus solidaridades históricas con los japoneses. Esa comunión histórica de lo germano con el catolicismo lleva a esas “posiciones y actitudes” tan radicales y tan peligrosas en ciertas circunstancias históricas; por ello y probable Vladimir Putin entiende tan bien el carácter de Angel Merkel. En fin, nuestro tema es el señor Heinz Dieterich y su tan manido y reiterativo concepto: “socialismo del siglo XXI”.

La primera inquietud de Spiegel es, probablemente, llevar al entrevistado a la comparación de los escenarios en desarrollo en Ucrania con las realidades en curso en Venezuela. Dieterich, sin que le quede nada por dentro, responde con ese tan seguro énfasis alemán: “…en casi todos los aspectos el escenario es comparable con la situación en Ucrania…” Desglosemos lo expresado.

En primer lugar, nada más extraño que las realidades de aquel país centroeuropeo y este país caribeño-latinoamericano desde lo geográfico y geográfico humano hasta lo histórico-ideológico por no exponer las profundas diferencias en ese tan importante mundo de la geopolítica y sus avatares en las geoestratégicas razones globales. Pero la lógica formal germana es como aquel ron venezolano que, parodiando a Juan Nuño: “…liga con lo que le ponga porque le sobra sabor…” y Dieterich expone que “…las catastróficas situación económica, la incapacidad del gobierno, reformas forzadas e intereses extremos. Además del intento de algunos países por buscar sacar ventaja en la solución a la crisis…”; algo así como igualar el feudalismo con el capitalismo aún en el marco de las tesis marxistas. Pero es Heinz Dieterich y no un miembro de “los colectivos”; es decir, Dieterich y Spiegel pontifican sin darle oportunidad al Ministro de la Cultura del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela estar presente y exponer, en nombre de lo real-histórico “bolivariano-chavismo” las dialécticas razones en contra-respuesta obligado-revolucionaria.

Pero sigamos el discurso de Spiegel. La prestigiosa revista alemana le incuba esta tesis a Dieterich: “.::¿Qué ha pasado para que la gente se sienta lista para arriesgar su vida en las calles?...” tremenda inquietud aseverativa. Dieterich no se queda atrás como buen alemán-europeo y replica que “…es una mezcla de factores: primero, la inconmensurable retórica de muerte del presidente Nicolás Maduro, que separa a los venezolanos en “fascistas” y “leales”. A esto se le suma el encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López y los graves problemas que atraviesa el país, lo que permitió que los sectores radicales hayan movilizado a los frustrados…”. En primera instancia, la inquietud de Spiegel da por realidad que “…la gente…” esté dispuesta a “…arriesgar su vida en las calles…”. Así no más, es decir, “la sociedad venezolana”, es decir, “tirios y troyanos”, están dispuestos a “derramar su sangre” porque “ellos son Ucrania”. Claro, el germano-mexicano Dieterich, como buen alemán, no se queda atrás y pontifica que hay unas muy serias (sic) razones que llevan a “tirios y troyanos” a inmolarse como “buenos y fieles cristianos”. Dieterich nos explica que en primer lugar la culpa es de Nicolás Maduro Moros porque, en el marco de su verdad, nos exponemos, objetivamente, según señala Dieterich, en “…inconmensurable retórica de muerte…” que divide a “tirios y troyanos” en “…fascistas…” y “…leales…”. Pero ello no queda ahí sino que Dieterich, el padre del concepto político no desarrollado: “socialismo del siglo XXI”, protesta por “…el encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López…”. Claro, una cosa es este pobre país llamado Venezuela, país del algo más profundo que de ser “país del tercer mundo” y otra es la “democracia alemana, estadounidense, francesa, española, británica y de otros democráticos países capitalistas” cuales cuando un líder está cercano al “ideario fascista”, entra en ejercicio la estructura constitucional-legal y “zás”: “…vas preso por fascista…”; pero claro, reiteramos, Venezuela es un país del “tercer mundo”, un país que tiene que ser obediente, que Venezuela tiene que asumir que deberíamos regresar a aquella inversión petrolera que se alcanzó con Alemania donde crudo venezolano y crudo ruso compartían refinerías. Para recordarlo mejor: en Venezuela, señor Dieterich, nos recordamos dos (2) realidades históricas: la primera es que los paradigmas de estructura militar nos viene de Alemania a través de Chile; y, la segunda, el “Bloqueo de La Guaira”. Es decir, Venezuela tiene una Historia muy compleja que muy pocos extranjeros, incluso aquellos que llevan muchos años viviendo en la Patria de Bolívar, conocen en el marco de la profundidad y objetividad requerida socio-históricamente; desgraciadamente una realidad histórico-objetiva que aún ni siquiera este Gobierno Bolivariano ha podido solucionar, democrática y respetuosamente, para que todo ciudadano acepte, comprenda y ame a nuestra Patria, país donde nació don Simón Bolívar y Hugo Rafael Chávez Frías.

Pero no divaguemos más y sigamos nuestro discurso justificativo. Es verdad que Venezuela en su actual etapa revolucionaria, es decir, desde 1999, tenemos una grave realidad estructural que Asdrúbal Batista ha conceptualizado como “economía rentista”. Cualquier serio marxista cuando ve el “bosque y cada árbol”, dialécticamente, analiza la “realidad venezolana” tratando no de justificar los graves problemas que adolecen en Venezuela: corrupción, burocracia, asimetría social, alienación y “mayamerismo”, sino de reconocerlos, aceptarlos y enfrentarlos como comenzó a asumirlo y buscar soluciones objetivas nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías.

En ese mismo discurso, debería el equipo ideológico de la Revolución Bolivariana, concretamente, el Gobierno Bolivariano, discutir, públicamente, la siguiente frase que Heinz Dieterich le expuso a Spiegel que nos consideramos como “muy peligrosa”: “…los graves problemas que atraviesa el país [Venezuela], lo que permitió que los sectores radicales hayan movilizado a los frustrados…”. ¿Por qué proponemos este análisis?

Heinz Dieterich asevera pontificando que “…los sectores radicales hayan movilizado a los frustrados…”. En primera instancia, reiteramos, cuando un marxista pontifica está pasando la raya de la “objetividad dialéctica” y ello es extremadamente peligroso porque estaríamos acercándonos al “materialismo histórico” que tanto daño ha causado para las causas revolucionarias. En segunda etapa, debemos precisar qué significaría esa relación dialéctica que propone Dieterich cuando considera que “…los sectores radicales…” hayan ejercido “una objetiva influencia” en los sectores de “…lo frustrados…”. En tercer paso, nos consideramos que es evidente el equivocado análisis que ha reflexionado el señor Heinz Dieterich para sí mismo sobre el “Golpe de Estado de Abril del 2002”, de su componente social y, en última instancia, de aquellos que denomina como “…los sectores radicales…” cuando no nos le explica a nos ni a Spiegel, en primer lugar, a quiénes considera como “…los radicales…” y quienes serían “…los frustrados…”; en segundo lugar, sí esos radicales es un sub-conjunto social uniforme y/o, a su vez, están divididos según sus orígenes de clase; en tercer lugar, explicar cómo se expresan esos radicales en su praxis político-terrorista para haber podido ejercer “serias influencias ideológicas” sobre ese sector social no, dialécticamente, definido por Dietrich a cuales calificó como “…los frustrados…”. Ello es, en última instancia, un análisis de lógica formal que busca justificar una visión seudo-revolucionaria de una realidad analizada según un esquema cerrado no-marxistas. El señor Dietrich y Spiegel deberían comenzar a aceptar que en el seno de la Revolución Bolivariana hay todo un abanico de pensamientos como, así mismo, actualmente, se expresan y exponen en las derechas venezolanas, particular e interesante, por demás, las actitudes, comportamientos y praxis del liderazgo y de sectores de las derechas extremas que ya pasaron “la raya” hacia el denominado en praxis del campo nazi-fascista “a lo alemán histórico de los años 30 del siglo próximo pasado”.

La revista Spiegel pregunta a su interlocutor Dietrich sí “…¿es probable que el presidente [Maduro Moros] sea derrocado?...”. Interesante respuesta la de Heinz Dieterich cuando expone que “…se va a seguir discutiendo en las líneas del chavismo sobre una solución efectiva a la crisis sin que ésta se vea como un derrocamiento…”. Creemos recordar que Diosdado Cabello, quien podríamos titular como uno de los chavistas más chavistas y radicales de la Revolución Bolivariana ha expresado que todo el chavismo está detrás del Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros así como todos los chavistas de a pie no solo porque Maduro Moros es el Presidente constitucional y líder del PSUV; al tiempo que tanto los chavistas en todos sus estratos sociales como la FANB hemos expresado nuestro total apoyo a la constitucionalidad y a Maduro Moros no solo como Presidente constitucional sino como líder de la Revolución Bolivariano-chavista. Ello significa que no negamos y/o evadimos realidades en curso de cambios profundos del proceso revolucionario bolivariano-chavista; todo lo contrario, es por, precisamente, ese reconocimiento que las contradicciones se han agudizado cuando, día a día, las confrontaciones entre el proceso revolucionario-socialista y el “modelo rentista-capitalista” se agudizan. En ese marco referente, el equipo económico liderado por Rafael Ramírez conjuntamente con el profesor Nelson Merentes como Presidente del Banco Central de Venezuela y el Ministro de Finanzas y Presidente del Banco de Venezuela, Rodolfo Marco Torres han expuesto los paradigmas de la “nueva economía” ante objetivas realidades nacionales.

En esa misma línea crítica de Spiegel le pregunta a Dieterich: “…¿entonces los días del presidente Maduro están contados?...”. a lo que Dieterich responde que: “...no durará ni ocho semanas en el gobierno y probablemente será suplantado por una junta de gobierno. Para los militares y gobernadores chavistas está claro que su política significa indudablemente el fin de la era bolivariana. La política debe dar un giro de 180º o todo estará perdido…”. Asombrosa respuesta. Reiteramos, pontificar, históricamente, ha causado graves realidades nacionales en el marco de la Historia, en general. Venezuela es más compleja que lo expresado por el alemán Heinz Dieterich. Su propuesta está más cerca, probablemente, sin su propia reflexión objetiva, de Washington y de ciertos grupos de la “derecha suave” que del análisis objetivo y dialéctico de un marxista con conocimiento real de la realidad actual de Venezuela y de su revolución bolivariano-chavista. Nos, nos permitimos sugerirle a Spiegel entrevistar a historiadores tanto aquellos que estén en los sectores de los tirios como aquellos que se encuentren en el campo de los troyanos.

 

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Miguel Ángel Del Pozo


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