Cuando Nicolás ganó las pasadas elecciones presidenciales por escaso margen y donde prácticamente se evidenció que de cada dos venezolanos adultos, uno votó por la oposición representada por Capriles con su malinchismo criollo, me acordé de Joseph Goebbels y sus 11 principios nazis y me pregunté: ¿qué hacer ante la globalización y la alienación a que tienen sometida a media población con sus medios de comunicación, aunado al golpe económico inducido, con sus colas e inseguridad exponenciales?
Parecía que la toma del gobierno por la oposición era inminente, pero el pueblo recapacitó a tiempo, porque el actual libreto venía luego del supuesto plebiscito de las elecciones municipales del 8D, perdieron abiertamente y ahora están convocando a un golpe de Estado con la ayuda de paramilitares colombianos, imperio norteamericano y como carne de cañón a los pobres estudiantes incapaces de pensar y con promesas de prebendas estudiantiles, y digo incapaces de pensar porque se debe tener un altísimo nivel de idiotez para creer que a Leopoldo López, Capriles, Ledezma y a María Machado les importa una cabeza de cochino su país, sus seguidores opositores, la gente, etc.
Si vamos a la historia más reciente, para nada les importó en el 2002 el asesinato de su propia gente para justificar aquel golpe y, por supuesto, al igual que aquella vez, estaban al tanto de los futuros asesinatos como ahora (lo cual se evidenció con el video del martes 14-2-2014), Leopoldo, María Machado, Ledezma y Capriles deben estar presos ya y es obligación del Gobierno por el bien de la República.
Hasta cuándo vamos a vivir con esta zozobra a que nos han llevado estos títeres del imperio, y acaso ¿por sus pequeña cabecita no ha pasado la ideíta de qué va a pasar con los casi 7.600.000 chavistas, que vivimos en este país? ¿Los van a matar a todos, incluyendo nuestras chavistas y patriotas Fuerzas Armadas? Aquí no va a quedar nadie, solo el petróleo, y en ese hipotético caso, se abriría una guerra civil de no menos de 100 años y todo gracias a la absurda locura de estos hijitos de papi y mami. Al prenderse el problema ellos, como siempre, serían los primeros en irse a buscar su premio al Norte y los pobres estudiantes lamentándose porque los engañaron otra vez.
Y como dice el dicho: ¨ A ojo sacao no vale Santa Lucía¨ ES HORADE PENSAR UN POQUITO, YA QUE NOS HEMOS DADO CUENTA QUE SE LES HACE CUESTA ARRIBA HACERLO.
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