no debemos pecar de incautos, seamos un poco más avispados
Si una virtud tenemos los venezolanos (yo diría que muchas, en comparación con otras naciones cercanas y lejanas, tanto en espacio como en tiempo) es lo que me permito llamar BUENAGENTISMO.
Utilizo este BARBARISMO para significar la forma de comportarnos los nacidos en esta tierra, en especial mientras menos recursos económicos y sobre todo intelectuales tenemos, pues al parecer el dinero y sobremanera el conocimiento nos hace perder esta característica tan humana, el de la bondad y la solidaridad (la cual empleamos mucho en la actualidad, a veces inapropiadamente).
Para no dejar escapar esta última palabra me voy a permitir transcribir la definición que aparece en el: Diccionario de Filosofía de Nicola Abbagnano, actualizado y aumentado por Giovanni Fornero, editado por el Fondo de Cultura Económica, Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 México, D. F., Segunda reimpresión (2008) de la Cuarta edición en español (2004), cuyo título original es: Dizionario di filosofía (1998), D. R. Unione Tipografico-Editrice Torinese, corso Raffaello, 28-10125, Turín, Italia. Traducción de: José Esteban Calderón; Alfredo N. Galleti; Eliane Cazenave Tapie Isoard; Beatriz González Casanova y Juan Carlos Rodríguez. Revisión de la edición en español: Pedro Torres Aguilar.
Paso a transcribir el término:
Solidaridad: (inglés: solidarity; francés: solidarité: alemán: solidarität: italiano: solidarietá). Término de origen jurídico que en el lenguaje corriente, común y filosófico, significa: 1) relación recíproca o interdependencia; por ejemplo: Solidaridad de los fenómenos. 2) asistencia recíproca entre los miembros de un mismo grupo (por ejemplo: Solidaridad familiar, Solidaridad humana, etc.). En este sentido se habla de solidarismo para indicar la doctrina moral y jurídica que toma la Solidaridad como idea fundamental (cf. L. Bourgeois, La solidarité, 1897).
(Nicola Abbagnano).
En la Solidaridad, entendida no como reconocimiento metafísico de una esencia intemporal común, sino como creación histórica de individuos capaces de identificarse con las vidas ajenas, Rorty discernió el valor típico de la humanidad posmetafísica y posmoderna: propongo distinguir la Solidaridad como identificación con la humanidad en sí y la Solidaridad como duda autorreflexiva, esa duda que, a lo largo de los últimos siglos, ha sido gradualmente inculcada a los habitantes de los Estados democráticos: duda acerca de su sensibilidad al dolor y a la humillación ajenos, duda acerca de la adecuación de los actuales reglamentos institucionales para afrontar ese dolor y esa humillación, curiosidad por saber si existen posibles alternativas. (Contingency, Irony and Solidarity, 1989; traducción italiana: La filosofía dopo la filosofía, Laterza, Roma-Bari, 1990, p. 227) (véanse CONTINGENCIA; IRONÍA).
(Giovanni Fornero).
Me encargo de la aclaratoria, pues en ocasiones se confunde solidaridad con la llamada Caridad cristiana, que a mi entender ni es lo mismo ni se escribe igual. La caridad muchas veces se traduce en desprenderse de artículos que no nos sirven y para no botarlos los entregamos a los más necesitados. Ello se observa mucho en personas de alto o mediano poder económico, que le regalan a personas de escasos recursos y a quienes consideran inferiores lo que les sobra, les molesta o van a botar. Esto no es Solidaridad, esto es de lo más maniqueo que existe. Les recomiendo que en el Diccionario que mencioné anteriormente busquen la palabra Maniqueismo.
Según mi concepto la auténtica SOLIDARIDAD la profesan nuestras mujeres más pobres, cuando vivendo con carencias extremas (como puede ser en un rancho, como los que aún quedan en nuestros campos y ciudades, a pesar de la enorme cantidad de viviendas que se han construido en los años recientes) y teniendo para ella y su familia un paquete (y sólo uno) de harina precocida (ni se me ocurre colocar la nefasta marca de la innombrable Empresa, que financia y promueve la desestabilización del país) y además de cocinar unas arepas para su familia, prepara otras para la vecina y sus hijitos, que no tienen que comer. Eso sí es SOLIDARIDAD y no Caridad.
Volviendo al Barbarismo en cuestión: El BUENAGENTISMO, nosotros los venezolanos tenemos la costumbre, el hábito, la tendencia o cualquier otra palabra que se quiera utilizar de ser excesivamente buenos y es tan evidente esta forma de comportarnos que las personas que nos visitan (sólo los transeúntes) nos lo comentan que el venezolano es muy amable, lo agasaja, lo colma de atenciones (ello ocurre en cualquier parte del país y de ello soy testigo de excepción, por haber recorrido el país de este a oeste y de norte a sur, desafortunadamente no la totalidad).
Pero esta actitud, muy loable, nos lleva a extremos que son francamente deletéreos (lesivos), y en especial lo aplicamos en ocasiones sin que exista la llamada reciprocidad (ello se observa sobre todo en las relaciones con otras naciones) que además de no agradecérnoslo, se comportan como si el favor nos lo hicieran ellos por servirlos.
Es el caso de lo ocurrido en fecha reciente con los Estados Unidos de Norteamérica y el tratamiento que ha pretendido dar (una vez más) a nuestro país como si continuáramos siendo su BACK COURTYARD (Patio trasero) o fuésemos un país gobernado aún por adeco-copeyanos o hubiesen tomado el poder alguno de sus secuaces de los partidos derivados de los casi extintos partidos mencionados.
En la entrevista que concedió el abogado constitucionalista Hermánn Escarrá Malavé (el hermano del siempre recordado Carlos Escarrá Malavé) a José Vicente Rangel, realizó un análisis muy adecuado de la situación actual del país en lo interno, pero no debemos olvidar (siempre lo recordaba el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías) que nuestro mayor enemigo está fuera de las fronteras y es sin duda alguna el Gran Imperio del Norte (no debemos confiarnos ni siquiera en los socios circunstanciales que tenemos), pues algunos de ellos tienen las mismas ideas imperialoides que los Estadounidenses (que no tienen amigos o aliados, sino intereses, los de las transnacionales y en especial la denunciada por su expresidente:DWIGHT DAVID EISENHOWER, que lo denominó a su salida del cargo, el complejo militar-industrial, ahora también comunicacional).
En caso de una confrontación militar, ninguna nación nos prestará su ayuda (como mucho su solidaridad y no se sabe de qué tipo, según se explicó) y solamente deberemos depender de nosotros mismos y para colmo tenemos en nuestro país una tremenda QUINTA COLUMNA, que se pone de manifiesto cada vez que Abdón Calderón, hace sonar su tambor.
Los oposicionistas que son un número importante de ciudadanos que habitan en el país (no todos nacidos en nuestra Venezuela y menos aún que les interese nuestra patria, según lo han demostrado en innúmeras ocasiones), deberían leer un poco más de historia (incluyendo la historia patria, tan relegada por nuestro sistema educativo) y comprender que cuando Estados Unidos invade un país es para quedarse y que los monigotes que ponen a gobernar en los países donde colocan su huella insolente sólo sirven para recoger las migajas, como siempre hicieron quienes gobernaron en nuestro país a partir del inicio de la explotación petrolera en nuestro país.
En una ocasión un señor nacido en República Dominicana (en época del segundo desgobierno de Rafael Caldera) me decía que él se extrañaba que en Venezuela las personas desearan que hubiese una guerra y relataba que en su país cuando fueron invadidos por los estadounidenses y sufrieron la tan ansiada intervención extranjera las personas se desplomaban muertas cuando estaban comiendo tranquilamente en sus casas. Igualmente la guerra afecta por igual a quienes apoyan a los Gobiernos y a quienes se les oponen. Las balas y los misiles no son muy inteligentes que digamos pues de igual forma matan a oficialistas y oposicionistas y si actualmente existe desabastecimiento inducido, por todas las prácticas delictivas a las cuales se han acostumbrado nuestro Empresariado nacionalista, como será en la tan esperada y anunciada guerra (que se viene deseando desde hace muchos, pero muchos años).
La memoria de algunas personas es bastante escasa, pero se pueden ubicar las numerosísimas oportunidades en las cuales nuestros Empresarios han provocado desabastecimiento de productos (Leche, Azúcar, Carne de todos los tipos pero especialmente la vacuna, Arroz, Harina precocida), pero lo que no falta nunca (excepto en el paro promovido por Carlos Ortega en Diciembre 2002-Febrero 2003, que como mal malabarista se le fue de las manos) es la cerveza y los refrescos (porque la Empresa innombrable fue, es y seguirá siendo siempre, la principal conspiradora para tratar de derrocar al Gobierno legítimamente constituido, tanto del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías como del Presidente Nicolás Maduro Moros).
Se trata de individuos tan extremistas de derecha que atentan contra sus propios intereses, calculando que luego de la caída del Gobierno el frijolito que pongan los gringos les permitirá volver al neoliberalismo que está arruinando a ese país (Estados Unidos) y a los países europeos, donde el desempleo ha llegado a niveles elevadísimos (sobre el 20% en varios países europeos, entre ellos los por ellos llamados PIGS) y en Estados Unidos se han visto en circunstancias muy difíciles por el tema de la aprobación del techo de endeudamiento por parte del Congreso de ese país (se dice que la deuda externa estadounidense es superior al 70% de su P.I.B.).
Todo este panorama debería ser contemplado por las personas que habitamos en nuestro país, porque de los aproximadamente treinta millones de personas, ¿Cuántas podrán abandonar al país, sin convertirse en la espeluznante figura de Refugiados, que aparece en todos los conflictos armados alrededor del mundo? Si nos vemos obligados a quedarnos en el país, como sin duda alguna nos pasará a la mayoría de los habitantes de nuestro país, vamos a tener que sufrir todas las consecuencias que he tratado de resumir y quién sabe cuántas más, que se pueden agrupar en el eufemismo daños colaterales.
¡OPOSICIONISTAS, PENSAD, AUNQUE BASTANTE OS CUESTE!
Ciudad Bolívar, 17 de Febrero de 2014.
juanstaback@gmail.com