Dejar hacer, dejar pasar ¿cuál es el límite de la protesta y la acción del gobierno?

Vimos como desde el 23 de enero se están anunciando protestas “irreverentes” que iban a “prender las calles” hasta que “Maduro se vaya”, tácticas repetidas varias veces que tienen un trasfondo violento y siguen un patrón o “manual” de golpes suaves. No hay que ser adivinos para saber que todo esto iba a pasar, un frente aparentemente pacífico y democrático que tapa a una vanguardia entrenada, armada y violenta.

En una protesta pacífica no hay necesidad ni de policías o militares, no hay armas ni licor, es sólo un grupo ejerciendo su derecho a la protesta garantizado en la constitución. Lo que ocurre actualmente es muy diferente, lo que pudo estar justificado como una protesta pacífica ha dejado ver, desde hace días, su verdadera intención. Se complementan protestas pacíficas con guarimbas que tiene como único fin crear angustia, violencia y zozobra. El método de la guarimba no respeta emergencia médica, ni propiedad privada o pública, comerciantes cierran sus puertas debido a amenaza de saqueo o por el humo. Mucho menos respetan el tiempo de los ciudadanos que quieren convivir con sus familias y amigos o, simplemente, quieren llegar tranquilos a sus hogares.

Vimos con alegría como fueron detenidos más de 100 personas por estos hechos, la acción del gobierno estuvo orientada a evitar provocaciones y evitar un desenlace mortal. Pero después de 3 muertos, cientos de heridos, miles de bolívares en daños al patrimonio público, el resultado actual es de 159 personas detenidas se han liberado 112, al resto se les están otorgando medidas cautelares (quedando en libertad) y sólo 13 están privadas de libertad, por ahora.

Guerra avisada no mata a soldado…será que estas son las típicas protestas que duran dos o tres días y que reclaman derechos estudiantiles? o estamos en presencia de acciones para legitimar ante los medios internacionales un golpe de estado? Cómo disuadir a esos delincuentes si saben que serán liberados y rescatados por sus madres? Como vimos penosamente en un video muy conocido. Pero lo grave no es que los liberen y se motive su lucha, lo grave es que la vanguardia violenta sigue activa. El padre Palmar y los representantes de Voluntad Popular sirven de agitadores, quien lleva la logística y el financiamiento? hay que desgastarlos y neutralizar su vanguardia. No importa la edad o si estudian matemática o Historia, son delincuentes y debe ser pagar por sus delitos. ¿Dejaremos que alarguen el conflicto hasta el 5 de marzo? Debemos dejar esos rasgos todavía de gobierno cuartorepublicano que llegaba hasta las penúltimas consecuencias y aplicar la justicia.

El golpe desde las calles está complementando por las presencia en las redes sociales, de fácil acceso para la clase media, y está orientado no a la credibilidad en Venezuela porque, aunque no lo admiten abiertamente, los líderes del opocisionismo saben que la violencia la están generando ellos. El objetivo de estos ataques es presentar a Venezuela en el mundo como un país donde el pueblo quiere sacar a sus gobernantes, difunden y redifunden montajes desde varios periódicos digitales, declaran que son torturados, cierre de medios, entre otras cosas ¿Por qué el gobierno no denuncia a estas páginas por difamación? ¿Por qué las páginas conocidas siguen publicando la cotización del dólar ilegal y no son bloqueadas?

Hay que ser más contundentes, el presidente Maduro está dando la lucha y ha mantenido la estabilidad del gobierno, pero no podemos cerrar estaciones de metro u otros organismos públicos, luego que sigue cerrar los puentes y las estaciones de metro? Hay que desmantelar a los organizadores y meter (y dejar) presos a los delincuentes que promuevan un golpe. No podemos aceptar mecanismos no democráticos, para eso son las elecciones y los referéndum. Aunque no les guste y lo critiquen ellos usan esos mecanismos cuando les conviene; Leopoldo López de alcalde, María Corina de diputada y Capriles de gobernador (y dos fracasos como candidato presidencial).

Ningún venezolano, sin importar su tendencia política, quiere una guerra civil. Por eso no podemos aceptar una lucha violenta para tomar el poder, si ignoramos los mecanismos democráticos para superar los conflictos sólo queda el de las Manos Blancas, es decir, no el que emita más votos, sino el que grite más duro, el que tenga más armas, el que patee más duro la mesa, esto sólo tiene un desenlace LA GUERRA CIVIL. Invito a la oposición a pronunciarse y decir si apoyan estos mecanismos, porque el que calla otorga.



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