El equilibrio cambiario

Una condición esencial en todos los ámbitos de la vida, pero difícil de alcanzar, es el equilibrio. Como dice el sabio refrán popular todo en exceso es malo, incluso lo bueno. Este artículo es la continuación del anterior, donde asumimos el reto de divulgar un elemento crucial de la política económica, como es la búsqueda de los “cinco equilibrios necesarios” delineados por el Vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez.

Como señalábamos en la nota anterior, de la extensa alocución de Ramírez llevada a cabo el 22 de enero de 2014, el equilibrio cambiario encabeza, otros 4: el de la importación-producción-consumo, el del gasto-ahorro e inversión, el de los precios y el financiero.

Del equilibrio cambiario, es mucho lo que puede decirse. Para empezar, es bueno tener claro que a través del dólar se ha desestabilizado sistemáticamente a todas las economías del llamado “tercer mundo”. Con la maquinita prendida de hacer billetes sin respaldo, desde que se abolió el patrón oro, los gobiernos norteamericanos han utilizado su moneda para el señoreaje neocolonial de los sistemas económicos más vulnerables, léase toda América Latina, toda África, buena parte de Medio Oriente y una parte importante de Asia.

Ese señoreaje, ejercido mediante el dólar, es un rasgo distintivo del imperialismo norteamericano, un concepto bastante manoseado y que a muchos tanto molesta, pero que hoy día tiene más vigencia que nunca. Igualmente, para hablar de equilibrio cambiario y del tema cambiario en general, en un país como Venezuela, es clave tener presente que se trata de una economía capitalista, dependiente y petrolera.

En un contexto así (Imperialismo-Dependencia-Petrolera) la primera tentación especuladora es la que se da en el ámbito cambiario. No existe razón económica alguna que pueda justificar las distorsiones que hemos padecido. El innombrable ha llegado a cotizarse a razón de Bs. 80, algo verdaderamente insólito. Un desbarajuste por toda la calle del medio. ¿Qué ha motivado este inusual comportamiento?, las causas son diversas, pero la más importante es de índole política: la guerra económica es la antesala del golpe financiero.

La brecha exorbitante entre el innombrable y el dólar Sicad busca sedimentar la idea de que el bolívar esta sobrevaluado y en consecuencia es impostergable una nueva devaluación. La trampa de este falso axioma es que usted puede devaluar a BS. 80 y los factores especulativos llevarían el dólar a Bs. 160. Los medios en comparsa y los sesudos analistas financieros se han concentrado en echar gasolina a la mecha encendida.

De ahí, que es urgente recuperar un equilibrio, que depende fundamentalmente de la celeridad para atender la demanda de dólares para el sector productivo y de la capacidad para fiscalizar que esas divisas generadas en un 96% por el estado venezolano sean utilizadas realmente para lo que se han requerido.

Apostar al bolívar, es apostar a la patria. Y no se trata de idealismos es una realidad concreta, el logro del equilibrio cambiario esta estrechamente relacionado con los otros 4 equilibrios.



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Daniel Córdova


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Daniel Córdova Zerpa

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