Hace uno días publique un artículo en la página de economía de El Nuevo Semanario, sobre el fenómeno de la guerra económica; en el cual decía que la canalla acechaba, que la derecha fascista calentaría la calle y desataría escenarios de violencia para intentar destruir con sangre, la voluntad política del presidente Nicolás Maduro de construir la paz en el país y convocar a la vida, a la convivencia, la fraternidad y la armonía entre todas y todos.
Entaban más que claras sus intenciones en el llamado que hicieron de tomar la calle el pasado 12 de febrero Día de la Juventud. Al igual que están muy claras sus intenciones en mostrar una rivalidad entre ellos, como es el caso del enfrentamiento entre Leopoldo López y Capriles Radonski. Los dos representan los intereses de esa burguesía que mantiene al país en una guerra económica, que provoca estados de violencia social en la gente, cuando sale al mercado, va en un transporte público o está en una cola de un banco. Los dos sufren de piromanía, los dos tienen una conducta propia de miembros de sectas diabólicas. Les siguen personas de igual comportamiento, escudados tras la facha de estudiantes para ejecutar acciones fascistas de odio y muerte.
Los hechos escenificados por una turba de desadaptados eso es lo que podemos observar en los videos- son producto de los maquiavélicos planes una derecha que busca y seguirá buscando darle una patada a nuestra Constitución Nacional y regresar al poder violentando la institucionalidad y al pueblo.
Es vergonzoso, como en plena celebración del Día de la Juventud, en el 200 aniversario de la gesta libertadora de jóvenes venezolanos que comandados por José Félix Ribas en campos de La Victoria, enfrentaron y vencieron al sanguinario realista Boves; venga un grupo de facinerosos incitados por la arenga de Leopoldo López, Ledezma, la Machado y Mendoza; a agredir la sede de la Fiscalía General de la Republica, cobrando vidas inocentes y derramando la sangre de nuestros compatriotas, para satisfacer los caprichos de una burguesía apátrida.
A esa derecha fascista nunca le ha interesado nuestra historia de libertad y emancipación. Les recordamos a los fascistas que la historia no se puede enmendar ni cancelar, pues ella es la memoria colectiva del pueblo. Las movilizaciones que ellos hacen no pueden estar inscritas en la gloria de revolucionarios como nuestros héroes de la independencia, porque esas acciones solo buscan satisfacer bajas pasiones, revanchismo y odio.
Al igual que el 11-A del 2002 y el 14-A de 2013, este 12 de febrero la derecha se equivoca en sus intentos. El pueblo venezolano sabe que ese grupo político sólo representa los intereses de una minoría oligárquica, lacaya y explotadora. El pueblo sabe que el proceso revolucionario, pese a los errores y contradicciones, es el tránsito verdadero hacia una sociedad más justa, una sociedad de iguales, equitativa y humana.
Las andanzas de estos iracundos personajillos de la derecha, hay que darle un parao ya. La justicia debe imponerse, y que paguen su delito a la Patria quienes ayer como hoy tratan de incendiar las calles, destruyendo bienes y matando a gente. Es hora de que la justicia les haga sentir el peso de la dignidad de nuestro pueblo. Con la vida de los venezolanos no se juega, este país ama a sus hijos y quiere la paz. Para construir la paz es necesario que la justicia se imponga. Ya basta de impunidad. La derecha fascista debe pagar por sus crímenes a la sociedad venezolana.
La canalla mediática ha vuelto por sus fueros. Con los hechos de violencia que se están presentando en el país, los medios de comunicación al servicio de la oligarquía, están manipulando la información descaradamente. A estos medios también hay que aplicarles la justicia por irrespetar el derecho del pueblo a estar bien informado y que esa información sea veraz. A esos medios tanto audiovisuales como impresos, el pueblo debe ponerles el candado, no verlos ni leerlos.
El plan golpista de la derecha apátrida, seguirá en sus andanzas, porque están desesperados ante la pérdida de credibilidad después del 8D, ante la derrota de un Capriles que colapsa entre las filas de la oposición. A ese plan golpista hay que darle un parao. Al fascismo hay que cerrarle el paso. ¡No pasaran!
Es lamentable que estos jóvenes carne de cañón vilmente utilizados por los oscuros propósitos de un desquiciado como Leopoldo López, no se den cuenta del desprecio que estos individuos de la derecha sienten por nuestra juventud. Estos jóvenes están cegados por el odio y la ignorancia. Afortunadamente en estos últimos años ha emergido una juventud bolivariana y patriótica que tiene fortaleza ideológica y política y abraza la bandera de la paz, del pensamiento emancipador, de la justicia.