Nuevo año, Nueva Patria… ¿vieja actitud?

El 2014 es un Nuevo Año para la Nueva Patria desde muchas ópticas: es un nuevo año de fechas bicentenarias, como la Batalla de la Victoria realizada en 1814; es el año del 15º aniversario de la Nueva República Bolivariana de Venezuela; es el nuevo año de grandes obras que entrarán al servicio del pueblo, como el teleférico más alto y más largo del mundo: el teleférico de Mérida; es el nuevo año para un nuevo contexto económico producto de la Ley Habilitante que debe enfrentar los efectos inflacionarios de la perniciosa guerra económica.

Pero también es el año para un nuevo escenario político nacional-local, derivado de las elecciones del 8 de diciembre, fecha en que se ratificó la mayoritaria vocación revolucionaria del sabio pueblo venezolano, expresado en el 75% de las alcaldesas y alcaldes postulados por las fuerzas bolivarianas-chavistas a escala nacional, lo que desde ya presupone una articulación orientada al cumplimiento del Plan de la Patria y sus Objetivos Históricos, Estratégicos, Generales y Municipales, que debieron adecuarse e incorporarse a la oferta electoral durante la campaña, para servir de brújula al accionar de los gobiernos locales.

Pero también el Programa de la Patria, en tanto legado del Comandante Eterno y convertido en Ley de la República para el período 2014-2019, sirvió de base y apalancamiento para los concejales y concejalas electos con el apoyo de las fuerzas bolivarianas, pues no debemos olvidar en ningún momento que aunque fueron nuestros candidatos y candidatas bolivarianas a las alcaldías quienes presentaron el “Programa de la Patria Municipalizado” como Programa de Gobierno, éste fue asumido como oferta electoral del Equipo Perfecto para la Victoria Perfecta.

En esta ocasión queremos y necesitamos reflexionar en torno al último aspecto abordado, es decir acerca de la importancia de articular equipos perfectos en procura de la perfecta ejecución del Plan de la Patria en todos los niveles de gobierno, pues esa es la esperanza del pueblo que también en diciembre del 2012 eligió mayoritariamente gobernadoras y gobernadores bolivarianos que esgrimieron la regionalización del Programa de la Patria, junto a diputadas y diputados regionales amparados bajo la égida de dicho programa, en la absoluta confianza de que votamos a conciencia por el futuro del país y la unidad revolucionaria.

En el caso de las elecciones municipales la Victoria Perfecta que se materializó el 8D-2013, y que también sirvió de plataforma a la elección mayoritaria de concejalas y concejales identificados con el chavismo, fue producto de una percepción de la “unidad, lucha, batalla y victoria” que nos heredó el Comandante Supremo, pero también por asumir la estrategia del “Gobierno de eficiencia en la calle” desarrollada por el Presidente Obrero Nicolás Maduro, lo que no sólo catapultó la reelección a las alcaldesas y alcaldes, sino que permitió la proyección de nuevos candidatos y candidatas bolivarianas, que en varios casos sustituyeron a gobernantes municipales de oposición, incluyendo la obtención mayoritaria de concejalías en cámaras municipales donde nuestros candidatos y candidatas no lograron hacerse de la alcaldía.

Desde nuestra óptica sería absolutamente mezquino desconocer que en los municipios con candidaturas de alcaldesas y alcaldes a la reelección, sus campañas centradas en “gobiernos de calle” se constituyeron en porta-aviones locales para las y los candidatos a concejales. No es para nadie un secreto que muchos de los hoy concejales ni siquiera participaron activamente en la búsqueda de sus propios votos, confiados en los liderazgos de alcaldesas y alcaldes que disciplinadamente llamaron a “seleccionar todo” a sus seguidores, en nombre de la Revolución y el PSUV, lo que fue también cumplido por la militancia agrupada en las UBCH, en muchas de las cuales ni siquiera conocíamos personalmente a los susodichos hoy concejales…

No obstante, tuvimos la confianza revolucionaria que tales “camaradas” estaban ganados para la estructuración de “equipos perfectos” con el ejecutivo local una vez lograda la Victoria Perfecta, por lo que disciplinadamente presionamos “seleccionar todo” en el tarjetón electrónico y después: a celebrar el triunfo con nuestros alcaldes y nuevos concejales. Incluso les tomamos juramento popular en plazas y otros escenarios públicos, con lo cual hasta les dimos el abrazo de “feliz año camarada” y otras consignas como aquella de que “somos un solo gobierno”, muy contentos con lo que habíamos hecho desde las UBCH bajo el liderazgo de nuestras alcaldesas y alcaldes reelectos.

Lamentablemente, bien pronto amaneció el nuevo año de la Patria, en algunos municipios asomaron viejas actitudes en varios de “nuestros” ediles, quienes le endilgaron todo el mérito electoral a “su propio liderazgo” o a sus partidos de origen, empezando a desconocer a las UBCH como la genuina estructura de base del PSUV y, evidentemente, al partido con la mayor maquinaria y arrastre popular-electoral que haya conocido Venezuela, aún más allá del viejo “partido del pueblo” de la era puntofijista.

Algunos hasta dicen sentirse “amenazados” por las UBCH que les buscamos los votos, al recordarles que deben honrar los compromisos de conformar equipos de trabajo en favor de nuestro desarrollo local y la adhesión al Plan de la Patria municipalizado. Otros hasta han dicho que “eso” del Plan de la Patria fue la oferta de las y los alcaldes, no de ellos…

Afortunadamente son viejas actitudes individuales y minoritarias, que no obstante serán combatidas con la conciencia revolucionaria que cada día se fortalece más en las UBCH de la Nueva Patria

 



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Albano A. Zambrano

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

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