El derrumbe del sistema burocrático soviético al finalizar el siglo XX y la difusión del capitalismo en la China de Mao, al igual que otros fracasos del proyecto socialista hizo que los teóricos liberales afirmaran que el camino mas expedito para llegar al capitalismo salvaje era el del socialismo. La tesis no parece un disparate porque los hechos parecen estar de su parte.
Los recientes acontecimientos en Venezuela parecen acercarse mucho a tal hipótesis. Se ha dado un viraje a la derecha en la dirección política de la nación y la utilización de instrumentos propios de la economía política neoclasica llevan a pensar en la recomposicion del sistema capitalista con las características de aquel que prevaleció durante el siglo XX.
Las medidas de ajuste del precio oficial del dolar y la devaluación incluida, son típicas del recetario promovido por el Fondo Monetario Internacional que siempre terminan dando un golpe muy grave a los ingresos populares, como en efecto ha ocurrido. Los salarios pierden su capacidad adquisitiva, las pensiones mas parecen una limosna, el acaparamiento es obra de la burocracia oficial, la especulación se hace con el concurso de los empleados bolivarianos, el contrabando es un gran negocio de los militares en la frontera, las colas en supermercados son inducidas por la gerencia estatal, la educación es un desastre en su calidad, los hospitales se los come la ruina, las carreteras son una vergüenza vial, la violencia destruye diariamente miles de vidas y se repite el cuadro de centenares de toneladas de alimentos en descomposición en los puertos de ingreso.
El gobierno evadió el problema central de la actual crisis económica que implicaba ir a fondo contra la corrupción boliburguesa en contubernio con las facciones más poderosas de la burguesía oligopólica y se inclinó por montar una guerra contra los viajeros internacionales y el uso del modesto cupo en dolares autorizado. Una medida irrelevante. Por lo contrario guardó silencio frente al despojo de miles de millones de dólares realizado por los clanes de una clase parásita que se disfraza de rojo pero concentrada en apropiarse de la renta social en perjuicio del bienestar de millones de ciudadanos y del desarrollo nacional. Nada dicen los jefes oficiales sobre el rumbo que tomaron 20 mil millones de dolares del periodo fiscal correspondiente al año 2013, que según estudios muy serios fueron a parar en conocidos paraísos fiscales, en mansiones lujosas, vehículos muy sofisticados, propiedades urbanas costosas, yates, aviones y lujos estramboticos de la nueva clase "revolucionaria".
En realidad lo que cae es la máscara de un socialismo de farsa. De una fraseología grotesca que ha sido utilizada para encubrir el enriquecimiento de una nueva élite explotadora muy hábil en la manipulación ideológica y emocional de las clases subalternas.
El "socialismo" que se nos ha ofrecido es una caricatura de aquel modelo teórico y práctico elaborado por los filósofos del proletariado en el siglo XIX y en el XX. Lo que se ha difundido es pura propaganda llena de mentiras y embustes para confundir a los trabajadores, campesinos y demás integrantes del pueblo.
Estamos en un punto muy avanzado del capitalismo rentista petrolero del siglo XX con todas sus formas políticas, políticas y culturales. Estas cosas no las puede callar el pensamiento critico popular aunque irrite a las esferas gubernamentales en luna de miel con los encarnizados opositores a los que se tildaba hasta hace poco de agentes del imperialismo norteamericano.
La rebelión popular es cada vez mas un hecho y crecerá en los meses por venir para defender la construcción revolucionaria del Presidente Hugo Chávez.