Frecuentemente en los últimos años en la oposición, con sus analistas políticos y económicos han venido “alertando” que nuestra moneda está sobrevalorada y que ésto crea una divergencia en la economía porque sale más económico importar que producir en el país, por lo tanto siempre piden a gritos, entre sus medidas económicas, que se devalúe y se “sincere” el valor de nuestra moneda frente al dólar.
En los 2 últimos meses esta campaña siguió con más publicidad de los medios de comunicación. Ha hecho mella entre la población, ya que para muchos venezolanos el valor que existe en la bola de cristal del dólar paralelo es real, y que la inflación y el alto costo de los bienes y servicios se debe a que como no se tiene acceso a la divisa oficial todos tienen que importar con el dólar paralelo que ronda según en 70 bolívares hoy día.
Una de las razones para devaluar, que vengo escuchando desde que tengo memoria, es que el bajo valor del cambio de la divisa no permite producir localmente ya que sale más barato importar cualquier bien que producirlo aquí. Pero, más allá de que no soy economista, permítanme decir que me parece que eso es un cuento macabro, para que el común ciclo desde hace años en Venezuela continúe: devaluar para tener ganancias exorbitantes.
Para mi esa es la razón verdadera de la devaluación, y que el gobierno revolucionario no ha podido frenar y parar en seco. En solo un año y 3 meses el dólar paralelo (valor real para muchos, convenientemente como por imposición) pasó de Bs. 10 a 70. ¡Saquen cuentas de las ganancias cambiarias…..!
Ayer, otra vez escuché el mismo cuento, ésta vez y otra vez de Julio Borges. Dijo en una entrevista radial que todo seguirá siendo costoso porque las empresas compran las divisas en el mercado negro (dólar paralelo) porque el acceso al mercado oficial es discrecional (le doy la razón, a medias, ya que hay mafias enquistadas que sí obtienen divisas y juegan a que esto sea así) y no se les otorgan las necesarias para la producción e importación.
Así siguió con su opinión y después dijo que Maduro hizo una devaluación implícita (ya usan éste término en los medios) de 6,30 a 11,30 (SICAD), de modo que unos sectores que son atendidos a dólar CADIVI (6,30) pasarán a (11,30) y que ahora todos los productos vendrán al doble del precio porque se devaluó casi un 100%.
En primer lugar eso lo vienen pidiendo a gritos como dije anteriormente, en segundo lugar justo acababa de decir que la mayoría de los empresarios importan a dólar paralelo (50 a 70 bolívar cada dólar) y no a 6,30 (dólar oficial) entonces más bien deberían bajar los precios porque aun así van a obtener un dólar mucho más económico que el paralelo (que dijo que es el valor de importar los productos y bienes). Mucha opinión estúpida. Ellos mismos se contradicen hablando 5 minutos.
¿Si importan a Bs. 70 qué importa que el valor oficial esté en 11,30? Entonces los precios en teoría deberían mantenerse porque el que manda es el paralelo y no el oficial. La excusa de los altos precios es el fulano dólar ese, no hay lógica para su subida diaria, solo el de obtener diferencias cambiarias. En el supuesto negado de que bajen el valor oficial del dólar oficial a Bs. 2, el dólar paralelo seguirá subiendo.
Venezuela lamentablemente es un país monoproductor desde siempre. Investigué a Dubai y ellos son, al igual que nosotros es un país monoproductor. Tienen otros ingresos por Turismo y construcción (igual que nosotros), claro, es un país más pequeño que el nuestro con solo 2 millones de habitantes. Pero no produce nada, solo petróleo. Nosotros, siendo un país con muchos más habitantes, podemos ser como Dubai, aun sin producir nada durante 200 años y más, tenemos reservas probadas para los próximos 300 años. Claro, hay que garantizar los ingresos de la nación produciendo bienes y servicios para protegernos cuando “no haya petróleo”, osea, que bajen los precios del crudo. Eso es obvio y hay que hacarlo.
Independientemente de eso, podemos ser mejor que Dubai. Pero nuestro problema cultural, del compadrizmo, amiguismo, cuánto hay pa’eso, comisiones, vacunas, etc., nos prohíben ese futuro. Esto es un punto aparte pero que mucho tiene que ver con el problema en las divisas y todo ese cuento que da Julio Borges y el resto de la oposición, y que muchos venezolanos aceptan.
Julio Borges prosiguió en su discernimiento diciendo que esta distorsión cambiaria hace que nuestros productos sean sacados al exterior (Brasil y colombia) porque el gobierno es el culpable de éste problema económico. Yo pienso más bien, que estamos como estamos por culpa de nosotros mismos. ¿Por qué un “venezolano” por ganarse bastante dinero se lleva nuestra comida, gasolina, productos a Brasil y Colombia dejando a sus compatriotas y país sin ésto y pasando penurias? Esas personas (guardias, empresarios, comerciantes, ciudadano de a pie, bachaqueros) desangran a Venezuela y el culpable es el gobierno? Fui a la Gran Sabana en diciembre y en los saltos bien adentro en la sabana hay una fila de latas de cervezas, pañales, envolturas de dulces, vasos, etc. En todo el camino, hasta en los pozos y saltos. ¿Eso es culpa del gobierno? La culpa es de todos estos “venezolanos” cochinos, sin conciencia, apátridas, comisioneros, chanchulleros que no quieren a su país. Estoy seguro que la mayoría de los que ensucian por doquier están en el exterior y no lanzan al suelo ni un escupitajo. ¡Pero aquí si!
Hay una propuesta que me parece muy interesante para acabar con este gran problema del ciclo inflacionario y devaluacionista. Ésta propuesta viene de Jairo Larotta. Trata que nuestra moneda sea aceptada en el comercio internacional y que nuestro petróleo se nos pague en esta nueva moneda, el bolívar-divisa y no en dólares. Que ponderemos el valor cambiario del bolívar-divisa y el dólar en 1:1:
1 bolívar-divisa = 1 dólar.
Dicen que el valor de una moneda se basa en la confianza. ¿Qué más poder político y económico puede tener un país con reservas probadas de petróleo para 300 años? Pues nuestro petróleo es nuestra confianza. Tenemos petróleo para lo que queramos. El asunto es manejarlo bien y que se valore nuestra moneda como debería valer, MUCHO. El problema de la corrupción (que no nos permite desarrollarnos como país potencia) se acaba cuando los poderes sancionatorios (judicial, moral, contraloría) funcionen como deben funcionar.
Sino producimos nada en el futuro lejano, seguiremos importando como lo hemos venido haciendo casi toda nuestra historia. Dubai es un país riquísimo. ¿Si Dubai lo hace por qué nosotros no podemos? Que nuestros ingresos sea palanca para nuestra cultura y desarrollo, mientras tanto seguimos y seguiremos importando todo y tenemos con qué y nuestra moneda debe seguir siendo SOBREVALORADA, porque nuestro petróleo LO VALE y que nuestra moneda sea una divisa aceptada y buscada en el mundo como lo propone Jairo Larotta.
Un abrazo a todos.
