¡Y no pasó nada...!

En el 2002, en mi país, Venezuela, se dio un golpe de estado en contra del presidente Hugo Rafael Chávez. Los cabecillas de esos hechos, públicamente, reconocieron su participación: ¡Y NO PASÓ NADA!

Fueron asesinados un número significativo de venezolanos (as) a través de un plan, cuyo propósito era producir una masacre, ésas que tanto le despiertan el morbo a los magnates de la comunicación, es decir, “en vivo y en directo”: ¡Y NO PASÓ NADA!

Un alcalde, en funciones, invadió, durante aquellos días, la embajada de Cuba, estuvo un ratico en la cárcel. Salió, se lanzó nuevamente a alcalde, luego a gobernador y después a presidente de la república. Como perdió dos veces seguidas, le dio tal arrechera que mando matar a quien estuviera por ahí con una camisita roja. Murieron once venezolanos, incluidos, menores de edad: ¡Y NO PASÓ NADA!

Hubo una lista de “personalidades” que firmaron un decreto con el que disolvieron TODOS los Poderes establecidos para así intentar legitimar un gobierno de facto: ¡Y NO PASÓ NADA!

En diciembre de 2002, se puso en marcha un “paro patronal” en complicidad con los eruditos del petróleo y los medios de la oligarquía. Intentaron dejarnos sin comida, sin transporte, sin gasolina, sin gas... Las pérdidas económicas y de vidas para el país fueron desastrosas: ¡Y NO PASÓ NADA!

Uno de los cabecillas del golpe de estado, es encontrado en un casino donde lo encuentran jugando la ruleta, carga la burra y ajiley. Lo agarran y lo llevan a la cárcel de Ramo Verde. El hombre, por gracia gracia divina, sale muy tranquilo de ese lugar y se escapa. Ahora vive tranquilazo en Panamá: ¡Y NO PASÓ NADA!

El candidato de la derecha para las elecciones de 2006, también estampó su glamorosa firma en ese decreto. El tipo, que nos es de Caracas, por mera coincidencia, andaba perdido cerca de la avenida Urdaneta y de repente vio que, en Miraflores había un sancocho. Entró, firmó el decreto: ¡Y NO PASÓ NADA!

En la medida que el mundo va enterándose de la enfermedad que sufría El Comandante Chávez, las hienas que escriben periódicos, hacen programas de radio, televisión o usan la internet para agredir a Venezuela, comienzan un ataque despiadado contra él y su familia. Se falsifican fotos terribles e indignantes. Se hicieron afirmaciones, difamaciones e insultos de toda índole. El pasquín de España, llamado El País, enemigo jurado de nuestra Revolución, supuestamente iba a ser denunciado: ¡Y NO PASÓ NADA!

Un diputado de la ultraderecha, salió -en un vídeo- recibiendo dinero, billete sobre billete, para financiar la campaña de su candidato. ¡Lo vimos. Nadie vino a contarnos esa historia!. El muy elegante representante de la dinastía criolla, metió la plata en un sobre de manila. Cuando lo entrevistaron, dijo, sin ruborizarse, que eso era para los gastos menores de una campaña a alcalde de la que nunca fue candidato: ¡Y NO PASÓ NADA!

El Movimiento Anticorrupción Hugo Rafael Chávez Frías, al cual pertenezco, le tomó literalmente la palabra al presidente Nicolás Maduro, cuando nos invitó a COMBATIR ENTRE TODOS LA CORRUPCIÓN, ha denunciado, el movimiento, a una camarilla de ladrones, provenientes de universidades de la ultraderecha venezolana, lacras con todo tipo de vicios y desmanes administrativos: ¡Y NO PASÓ NADA!

En las pasadas elecciones del 8 de diciembre de 2013, un candidato a alcalde de Caracas, denuncia que, un ministro, “anda con un arma amenazando a la gente de Antímano para que saliera a votar por el candidato de la revolución”. El ministro desmiente el hecho. Anuncia que lo va a denunciar. El candidato nuestro gana. El de la derecha vuelve a su beca, en la Asamblea Nacional: ¡Y NO PASÓ NADA!

Permitimos que el capitalismo cultural penetre la esencia de la conformación de una nueva ética socialista y que sean legitimadas formas aberrantes de robos a la nación a través de sucias trampas administrativas: ¡Y NO PASÓ NADA!

Queremos un país donde se pueda caminar seguro y sin temor a ser asaltados o asesinados; pero seguimos permitiendo que la basura transmitida por la televisión, siga minando la conciencia de nuestro pueblo. La narco novela santifica al mafioso, esa lacra infame, que impone su ley a sangre y fuego: ¡Y NO PASÓ NADA!

La miserable visión corporativa de las “prepagos” sigue imponiendo su imaginario mayamero, intentando pisotear la dignidad de la trabajadora venezolana que no necesita de tetas falsas para sentirse mujer; pero que se siente atropellada y sola en su lucha porque, además, en nuestro país ser parte de una camarilla de ladrones es “fashion”. Duele escribirlo, pero en nuestro país ser LADRÓN sigue siendo un acto de inteligencia: ¡Y NO PASÓ NADA!

Pero, bueno, no podemos darle tregua al enemigo ni sentarnos a esperar que “el cadáver del capitalismo pase frente a nuestras casas” sin antes no haber peleado con todo lo que tenemos.

De todas formas debo afirmar qué placentero es caminar por cualquier calle de este mismo país, usando una camisa del Che y escuchar el rumor de los cobardes: “Ese carajo que va ahí, es el que nos está saboteando los robos”

¡Lo juro: Es muy sabroso! Y por eso es que debemos seguir luchando: Uno no sabe, a lo mejor, y si pasa algo...


¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE!
¡LA LUCHA SIGUE Y SIGUE...!


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Isaías Cañizalez Angel

Poeta y comunicador de calle, registrado con el número 14880, del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (SIBCI). Premio Nacional de Poesía Fernando Paz Castillo (2010). Premio Municipal de Poesía (Trujillo 2003). También es autor de Ceremonia de lo adverso, Las buenas Razones, Cuaderno Palestino, La Tierra & El Fuego y de Otoño en Pekín: Crónicas de otro viaje. Es Magíster en Estudios Culturales de la U-ARCIS de Santiago de Chile.

 i.canizalez@hotmail.com

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