Por muchos años nos han vendido la idea del Estado de bienestar europeo y en particular en los países nórdicos. Incluso, algunos opositores llegan a afirmar que aceptarían un socialismo al estilo nórdico. Cuando hablamos de reformas sociales necesarias en nuestro país se nos restriega en la cara que “no somos suizos”. Como forma de enaltecer el estado de justicia y bienestar que se vive en Europa y en particular en los países al Norte de ese continente.
Veamos una descripción que se hace de Dinamarca en un articulo en un sitio web argentino:
Dinamarca es un país sin problemas de crisis económicas, con una economía estable, un crecimiento sostenido y una desocupación del 5%, organizado, ordenado, líder en tecnología y diseño, con un Estado que cobra impuestos muy altos (algo así como el 40% de los ingresos), pero hay que agregar que sus habitantes tienen todo solucionado: el transporte, la seguridad, la salud, y hago este comentario ya que si esta encuesta arrojó estos resultados en un mercado en el que todo es prosperidad, ni me imagino los resultados en un mercado recesivo, ya que hay que agregar a la desmotivación del trabajo la constante preocupación por el entorno económico, las inseguridades y demás problemáticas que atentan directamente el estado emocional de las personas. (énfasis nuestro) (Fuente: http://www.sht.com.ar/archivo/liderazgo/corazon.htm)
No hay más palabras que agregar, se trata de un verdadero paraíso en la Tierra. Pero, surge una duda, eso suena demasiado bien para ser cierto.
En Dinamarca se han producido disturbios por varios días consecutivos. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes musulmanes, iniciaron sus acciones violentas en respuesta a una serie de doce caricaturas sobre temas islámicos publicadas en el diario Jyllands-Posten. Los interesados puede ver las caricaturas en: http://www.newspaperindex.com/blog/wp-images/Mohammed-drawings-newspaper.jpg. Los disturbios más violentos se han producido en Århus, la segunda ciudad de Dinamarca. La aparición de estas caricaturas no es la verdadera causa de los disturbios, ese hecho sólo sirvió de detonante.
Esos eventos, las caricaturas en Dinamarca y la muerte de dos jóvenes en Francia, han servido de “excusas” a los miles de jóvenes hijos de inmigrantes para manifestar su repudio a la sociedad que los margina y los explota. Los margina la mayor parte del tiempo manteniéndolos en barrios aislados y fuera de las lujosas calles de las grandes ciudades, ofreciéndole una educación de mala calidad, viviendas en ruinas, etc. Nunca serán aceptados como ciudadanos en esos países, siempre serán “gentuza”. Explotados directamente las pocas veces que consiguen trabajo.
Las manifestaciones violentas de inmigrantes en contra del sistema de explotación no son nada nuevas. Los medios de comunicación europeos e internacionales las han silenciado sistemáticamente. Esta vez no ha sido posible por la magnitud de los hechos. Hemos recibido noticias de manifestaciones en Francia, donde ya van 13 días de violencia, y más recientemente en Alemania y Bélgica. Pero nada han dicho esos mismos medios de las manifestaciones en Dinamarca. ¿Por qué ese blackout informativo? Se me ocurren dos razones, primero: Dinamarca es considerada como modelo de capitalismo benévolo por tanto no se puede manchar su imagen transmitiendo noticias sobre la realidad de los inmigrantes y otros pobres en ese país; segundo: las manifestaciones en ese país han tomado para algunos analistas el carácter de intifada Recordemos el silencio de nuestros canales de televisión durante la jornada de protestas de nuestro bravo pueblo en contra de la dictadura de Carmona y por el regreso del Comandante Chávez a la Presidencia. No le conviene a la prensa europea e internacional debatir abiertamente acerca de la situación de explotación, humillación y marginación que son sometidos los inmigrantes, en particular los musulmanes, en la civilizada Europa.
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