Bueno Nicolás, 99 giros requiere la revolución

Proteger al pueblo requiere de una guerra contra la corrupción, especulación, inflación, burocratismo, inseguridad, asunto que no solo es una percepción, todo engloba la guerra económica, temas que en estos 14 años ya se han intentado resolverlos con otros periodos habilitantes los mismos que han suscitado muchas interpretaciones y actitudes en el pueblo como los operativos cívicos-militares contra los comercios acostumbrados a la especulación.

Ya era hora presidente Maduro, es necesario sembrar un precedente para que Eduardo Samán realice mejor sus controles con las medicinas, alimentos, repuestos de vehículos, material de construcción, pasajes, electrodomésticos, celulares, pero, especialmente, con las trasnacionales, el pueblo requiere saber de esos contratos.

El éxito depende de las leyes que decrete para reformar los costos y los precios, legitimización de capitales, controlar el financiamiento ilegal de los partidos políticos, fuga de divisas, estabilidad monetaria y de precios entre otras para estabilizar el mercado de dólares, campo de errónea aplicación, de superficialidad financiera y maquillaje revolucionario que solo ha servido para descargar la conciencia.

Hay que revisar a la banca, las comunicaciones móviles y sus alcances en las operaciones o que están haciendo las aseguradoras con las ensambladoras de vehículos o los laboratorios de productos farmacéuticos o los intermediarios que manipulan y encarecen los alimentos desde los puertos, el contrabando de gasolina, la ética militar en toda la frontera, hay que dar 99 giros a todos estos problemas.

Una de las cosas que reconozco en usted presidente Maduro, es su inquebrantable voluntad para mejorar la política revolucionaria, tema que hay que aplaudir y reconocer como asunto de absoluta lealtad al pueblo chavista y revolucionario y al presidente comandante Chávez, pero, hay una cuestión que absorbe toda esa voluntad, lo hizo con Chávez y lo está haciendo con usted Nicolás.

El burocratismo en todas las estructuras revolucionarias y desde las cúpulas. Al escuchar labor social piensan que son acciones de caridad, no hay proyección para un cambio profundo con la cultura política, se tergiversa el deber moral que requiere una revolución, al no haber una explicita obligación de hacerlo esa especie de voluntariado solo utilizan paños tibios para que los jefes sepan que cumplen y mienten, en vez de una gestión cabal, ética, moral, técnica y metodológica con la revolución.

Hay que sacar a la calle a esa gente sobrante en los ministerios, hay que suprimir el exceso de re unionismo, el exceso de papeleo que los confunde con ser demasiado eficientes y poco eficaces porque las evaluaciones se quedan en eternas mediciones, poco se mejora y esta mejora dura muy poco, el pueblo requiere de mayor objetividad en las actividades públicas como políticas para poder calificar a la revolución como socialmente responsable.

Hay mucha experiencia acumulada en estos años de proceso, guías que nos enseñó Chávez, errores y aciertos que ya son normas como resultado de años de esfuerzo, investigación y consenso, asuntos de sencilla aplicabilidad y, al margen de pretender un reconocimiento contribuyen a una práctica trascendente que ayuda a una mejora organizacional en las estructuras del Estado.

99 Grados de giro se requiere para una revolución cultural que no solo es social sino política ¿puede una revolución en sus inicios convivir con el capitalismo? ¿Puede un presidente chavista gobernar un pueblo culturalmente neoliberal? ¿El partido unido es un aval de cambio?

De poder se puede pero no es lo correcto en un proceso revolucionario que está sobreviviendo y saliendo avante de una guerra económica que no solo viene de afuera, hay complicidad de nuestra parte por la falta de radicalismo contra el acaparamiento y la especulación por ejemplo, eso se le debería haber hecho hace mucho tiempo, sin embargo no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que los aguante dice un sabio refrán popular. Nicolás tiene los cojones para romper esos acuerdos porque la oposición como la burguesía siempre lo irrespeta.

Tomar a la oposición y a los monopolios por los cuernos significa que la revolución chavista está más viva que nunca.

Las medidas que tomará Maduro, apuntalan los cambios que se requieren no solo para detener la guerra económica sino para saltar a una transición al socialismo, son medidas oportunas pero muy leves.

El tiempo dirá cuántos 99 va a utilizar presidente Maduro.


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Raul Crespo


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