Tenemos patria…pero muy poca conciencia

Por fin. Dios aprieta pero no ahorca dice la sabiduría popular. La locura especulativa desatada en este año 2013 ha sido una de esas cosas que pasaran a la historia anecdóticamente. Todo aquel que se asumía como un comerciante inteligente y pilas entro en la vorágine del dólar paralelo creyendo que estaba protegiendo su negocio. Tontería fácilmente desmontable con tan solo contar las ventas hechas desde diciembre de 2012 hasta la semana pasada y contrastarlas con las ventas hechas después de la simple medida de inspeccionar los negocios y ajustar hasta el precio justo.

Como siempre, discutí con muchos amigos cuando me atreví a decir que los comerciantes jamás importaron con dólares comprados en el mercado paralelo. ¡Otra vez tú y tu chavísmo!...cuando vas a abrir los ojos, CADIVI no existe…me decían, entre otras cosas, y como de costumbre, llegué al estado de callar para conservar la amistad. Hoy los hechos me dan la razón.

En la página de CADIVI han publicado una larga lista de compañías importadoras que recibieron dólares…perdón, perdón y corrijo…que compraron dólares al estado venezolano a un precio de 6,30 bolívares. Si usted la baja y la revisa se dará cuenta de que están toditos…bueno, no todos. En esa lista no están los nuevos importadores creados en el “autoflagelación” que los mismos comerciantes se practicaban.

Explico rapidito: Voy a un “ Mall” y veo una “tablet”, me gusta vale 1000X. Luego me meto en Internet y la veo en 1X. Ni bobo que fuera para comprarla en el “Mall”, busco par de amigos y les compro el cupo CADIVI (mercado paralelo) y me compro la tablet mía y dos más para revenderlas por Internet, o viajo me como una hamburguesa por no dejar y me devuelvo al otro día. El margen de ganancia del 1000 por ciento da para eso y para ofrecerles a los amigos 40 bolos/$. Eso si, la próxima vez tendré que buscar dos panas mas y ofrecerles 60 Bolos/$, ya que los cupos de los otros ya me los chupe. La vaina se pone jodida cuando se acaben los panas que quieran vender sus cupos, porque todos querrán una tablet como la mía y vender alguna otra vaina pa’ recuperá’ …tu sabes como es.

Conclusión quien debería vender en el “Mall” no vendió y quien debería comprar en el “Mall” se convirtió en competencia directa del Mall.

La avaricia del comerciante del Mall lo estaba llevando a matar la gallina de los huevos de oro. Deberían darles gracias al Presidente Maduro, que se dio cuenta y los salvó, un poco tarde, pero al menos lo reconoció y pidió disculpas al pueblo por la tardanza.

De todos modos no estoy conforme, necesario es racionalizar los precios usando como base al salario. No puede ser que a cualquier cosa se le imponga un precio que desborde al salario.

No se que estarán pensando los economistas y demás profesionales que saben de dinero y política, pero si el dinero se inventó para establecer una paridad en el intercambio bienes y servicios, desplazando al trueque, el salario, como bien es el valor del trabajo. Hoy estamos en una posición dilemática, algo así como: si un aparato de alta tecnología tiene un valor y entra al mercado nacional, como podremos mitigar el impacto que la “necesidad de tener” uno de esos causa en la población.

Yo recuerdo cuando en Venezuela las alcabalas de la guardia nacional decomisaban televisores a color de contrabando. Debo recordar a los cincuentones e informar los chamos que la TV a color surgió en los años cincuenta y no fue sino hasta 1980 que en Venezuela se “libero” a las televisoras para emitir televisión a color y a los importadores a traerlos legalmente por las aduanas.

No era un problema tecnológico, como se pretendió hacer creer con un largo cuento del estudio de los diferentes sistemas de TV para decidir cual traer, era un problema económico, y el Estado (cuarta republica) proteccionista, restrictivo y regulatorio con aquella medida “protegía” a los comerciantes nacionales de los importadores improvisados, atrasando por mas de veinte años al país. Tanto fue así, que fue el Festival OTI de la Canción el detonante para la liberación del color, ya que no se podía someter al país a tamaña vergüenza internacional.

La globalización es fundamentalmente información. Cualquier cosa que se invente será difundido en segundos a nivel mundial y la impedancia al uso ya no existe, la tecnología es reconocida como amiga y se impone sobe cualquier tradición o costumbre.

Cierto es que la especulación hasta hoy sobrevivida, seguimos vivos, tiene un altísimo componente político, pero no debemos desestimar que este fenómeno también es producto de la escasísima selectividad de los venezolanos para comprar. Prueba de ello es el Blackberry. ¿Cuántos se vendieron hace menos de dos años?.¿Quien lo quiere ahora? Pasamos del Pin al WhatsApp, del miniteclado al táctil, del plasma al LED TV, del minilaptop al tablet sin importar el costo.

Hay largas colas para comprar de todo, total los precios bajaron y hay que comprar…total tenemos patria y plata…pero muy poca conciencia.

manuelgragirena1@gmail.com


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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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