¡Camarada Zambrano, 88 años de humanismo!

Estuviese cumpliendo 88 años de edad. Nació precisamente un 24 de Octubre de 1.925, en Uracoa, Distrito Sotillo del Estado Monagas. Como no recordar al más grande intelectual y humanista de Monagas; como lo fue el abogado, periodista, poeta, escritor y hombre de rectitud política. Nos referimos, por supuesto, al Camarada Dr. Jesús Rafael Zambrano. Hace once años tuvimos el solemne y obligado compromiso de dar sepultura a los restos mortales de nuestro insigne y fraterno Camarada, hijo ilustre de Uracoa, Dr. Jesús Rafael Zambrano, hombre probo y de mirada cristalina.

Toda una vida dedicada a las causas más nobles de la Patria de Bolívar, militando siempre en las trincheras de lucha del partido de Gustavo Machado y Jesús Farías. Ya para 1.942, cuando estudiaba en la Escuela Federal “Monagas” ingresó en Maturín al clandestino movimiento comunista. Militó en las filas de la Federación de Estudiantes de Venezuela.

Estamos hablando del hombre que abrazó el estandarte de “Comunista Siempre”, el mismo que se llevó en su pecho como símbolo de la consecuencia y lealtad que siempre lo caracterizó, como gran comandante de la Revolución de nuestro país. Zambrano tuvo una dilatada militancia comunista, tanto en el Estado Anzoátegui, Caracas y su natal Monagas, llegando a ser Secretario General por algún tiempo y Miembro de su Dirección Nacional.

Como lo dijo el comunicado del Comité Central del PCV, “Jesús Rafael Zambrano, fue un digno heredero de la ideología revolucionaria de Marx y Lenin, asumiendo una práctica revolucionaria transformadora en procura de la sociedad Socialista de justicia social, solidaridad y paz”. Como dije hace once años, Zambrano desde temprana edad y con el manifiesto comunista en la mano comprendió que “la firmeza es acero en la palabra y diamante en la conducta”, planteamiento este que fue guía durante toda la vida de este brillante caballero de la esperanza; cuya partida ayer lamentamos en un coro de voces y una plegaria plagada de inmensa resignación revolucionaria.

Se nos fue Zambrano en momentos de intenso combate de clases por la emancipación de la Patria. Alguien dijo que la vida de Zambrano fue un mar de sueños y esperanzas aparejado con su inmenso e inseparable río bibliográfico, por lo cual desfilaron miles de personas en busca de necesario conocimiento y sabiduría. Cada viaje de Zambrano por Europa, Asia, África y América Latina era motivo para investigar sobre la realidad de muchos países y para lo cual escribía selectos ensayos. En la prensa regional publicó innumerables trabajos sobre diversos temas del acontecer nacional e internacional. En su condición de periodista fue miembro fundador de la antigua “Asociación Venezolana de Periodistas” en la región monaguense y más tarde presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), recibiendo innumerables condecoraciones por su acuciosa labor de investigación periodística. Ejerció el derecho en Monagas y en el vecino Estado Anzoátegui.

Durante la feroz represión de los gobiernos de AD y Copei cumplió la misión de defender jurídicamente a muchos combatientes revolucionarios. En Monagas una constelación de hombres y mujeres fuimos alumnos de este maestro de la Revolución. De Zambrano aprendimos hacer leales y consecuentes…… a ser humildes por encima de todas las cosas. A no desmayar en la lucha social y ser solidarios en toda la extensión de la palabra. A interpretar el momento histórico y asumir una posición sabia y consecuente, sin mirar atrás, para ser consecuentes en la teoría y en la práctica.

Estamos seguros que Zambrano se marchó con la mirada erguida y una sonrisa de satisfacción, ya que vio los primeros destellos de la Revolución Bolivariana. Estaba plenamente convencido, al igual que el escritor Uruguayo Mario Benedetti que “no sólo se abrirán las puertas, sino también las ventanas y las vidas”. A Zambrano lo despedimos como a los grandes capitanes de la historia (9 de Octubre de 2.002). Camaradas y amigos le rendimos la respectiva “Guardia de Honor” simbolizando de esa manera nuestro profundo respeto y admiración a quien tuvo como estandarte la solidaridad humana, haciendo de eso “La más alta disciplina del hombre, que templa el conocimiento y enseña a vivir”.

Parafraseando al escritor barcelonés Miguel Otero Silva, diremos que la vida de Zambrano fue una “larga línea recta como la trayectoria de un venablo, sembrado como un árbol con estatura y reciedumbre de samán”.





Esta nota ha sido leída aproximadamente 2198 veces.



Euribes Guevara

Profesor y Ex Diputado PSUV

 euribes@hotmail.es      @EuribesGuevara

Visite el perfil de Euribes Guevara para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: