Guerrilla urbana preveen expertos estadounidenses a futuro

En estos decisivos días revolucionaros cuando Nicolás Maduro Moros “se apretó el cinturón” tomando decisiones decisivas para el progreso de la actual etapa de la Revolución Bolivariana aún a costa de incomodidades reactivas del ser humano y revolucionario, nos encontramos leyendo un libro del autor argentino Hugo Vezzetti titulado: “Sobre la violencia revolucionaria” (Siglo XXI, Buenos Aires, pp. 280) y en ese contexto el capítulo 4 bajo el título: “El hombre nuevo” (Idem, pp. 173-202) de cuyo capítulo nos atrevemos a exponer algunas citas como, por ejemplo, la siguiente: “…la revolución debía realizarse como un proceso incierto, incompleto y amenazado por enemigos que a menudo se disimulaban en su interior…” (Ibidem, pág. 175) que se explica por si misma al tiempo que se pudiera sustentar en la cita que proponemos: “…los jacobinos imponías un modelo de acción política que reunía miedo y virtud, despotismo y libertad, fuerza y razón, lo que constituía una torsión del modelo republicano clásico…” (Idem, pág. 176). Concluyamos con la presente cita: “…hay un abismo entre esa concepción de la violencia instituida y al antifilosofía que alaba el poder desnudo de las armas según un modelo que ya no es el del legislador sino el del guerrero…” (Ibidem, pág. 179).

La realidad latinoamericana conoce bien, me refiero a los estudiosos y personajes que fueron actores principales, los procesos revolucionarios que se han expresado en los tiempos históricos que se expresaron durante todo el siglo XX. Desde el movimiento estudiantil del 28, nos referimos a Venezuela, ese mundo amplio que denominamos como “las izquierdas latinoamericanas”, asumió sus responsabilidades políticas bañadas por variopintas ideas modernas que buscaban, en última instancia, alcanzar el estado moderno para el conjunto de la América Latina aún y cuando las tesis dependentistas estadounidenses siempre estuvieron presentes en los diferentes procesos y en los diferentes momentos de expresiones políticas modernas tanto en el marco de la ideología socialdemócrata, los adeptos trostkistas latinoamericanos, los obediente seguidores de las tesis estalinistas impuestas en el seno de la 3ra. Internacional (Komintern) incorporándose a esos conjuntos político-ideológicos los demócratas cristianos y los social cristianos para el caso venezolano. En ese marco referente, cada grupo político sobre la base de su ideología se expresó en su praxis política socio-económica preferente. Es evidente que esos conjuntos político-ideológicos se dividieron en dos (2) sub-conjuntos: aquellos defensores del Estado capitalista burgués-dependiente y los que propusieron las tesis políticas del socialismo estalinista centralizado e inmutable, conocido como “socialismo real”. En ese orden, los primeros donde se conjugaban tanto los socialdemócratas y los social-cristianos acompañados por los trotskistas arrepentidos (caso: don Rómulo Betancourt) alcanzaron acuerdos reales que ellos mismo denominaron como el “Pacto de Punto Fijo”; mientras que las expresiones marxistas se vieron envueltos en el diseño político del “cerco, persecución y cárcel” que ese pacto arriba referido impuso en aquellas realidades de la neo-democracia-representativa-venezolana.

En ese mismo marco del discurso, el movimiento social popular se vio traicionado tomando decisiones de expresión armada contra los fundamentos que significaba el “Pacto de Punto Fijo”. Esa expresión se expresó en varias líneas de comportamiento. En primera instancia, los activos socialdemócratas que se encontraban en cárceles durante la dictadura de Pérez Jiménez se vieron “bañados” por la ideología marxista de sus colegas políticos también presos del Partido Comunista Venezolano (PCV) quienes durante los primeros años del gobierno de don Rómulo Betancourt asumieron responsabilidades armadas junto a un sector del PCV influido por experiencias extranjeras de “guerra de guerrillas”. En segunda realidad objetiva, en el primer periodo de la expresión armada, las tácticas de los ejércitos adeptos y seguidores del gobierno referido se enriqueció con la tesis del “rodear por espiral” con resultados favorables para el establecimiento y con las lógicas consecuencias de derrota de la expresión armada revolucionario marxista. En tercer nivel, una vez superada la primera etapa de la “guerrilla en montañas”, comenzó, en forma paulatina, un proceso de derrota inevitable pero con sus “triunfos y fracasos” que pudiéramos expresar como su fin durante la importante muerte en asesinato del “Chema” Daher en las montañas del Bachiller. El cuarto nivel, fue la reflexión de la tesis leninista de “un paso adelante, dos hacia atrás” y, probablemente, se negoció la tesis de don Rafael Caldera Rodríguez del “proceso de pacificación”. En el marco del presente desarrollo, las expresiones urbanas tuvieron su verdadera importancia según quienes fueran los responsables.

Visto lo anterior, entremos en tema referido en el título. The World Today publicó una muy interesante entrevista con David Kilcullen describiéndolo como un estratega que colaboró en el diseño de la “política de contra-insurgencia” para las Fuerzas Armadas estadounidenses y ha estado “profundamente” involucrado en el escenario de guerra en Afganistán y quien predice que las guerras del futuro serán “guerras urbanas” de los “invisibilizados” (el señor Kilcullen utiliza el concepto en inglés: “urban slums”). Pero ¿Qué nos propone el señor Kilcullen sobre su tesis referida a la “guerras urbanas”? El Señor Kilcullen expuso su tesis contra-insurgente para las mega-ciudades de los países del Tercer Mundo, en definitiva, en el texto en libro: “Out of the Mountains”. El entrevistador le propone que exponga sus razonamentos referidos a esa tesis de “guerra en los barrios”. Su respuesta: “…It’s a matter of demographics. In the next generation, coastal cities in the developing world are going to be forced to absorb the same number of people that it took all of human history to generate across the entire planet up until 1960…” (“…se sustenta en la demografía. La próxima generación, las ciudades costeras en el mundo en desarrollo se verán obligadas a absorber la misma cantidad de población que le tomó a la historia de la humanidad para poblar el mundo hasta 1960…”) Es decir, nos extraemos dos (2) variables: la primera sería el aumento de la natalidad en los barrios mientras que la segunda podría ser la migración del campo hacia las ciudades. Tenemos como ejemplo que la migración flotante diaria en China alcanza la cifra de 150 a 200 millones de personas provenientes del campo chino hacia ciudades en busca de trabajos temporales entre cosechas. En el caso de Venezuela, asumimos que la migración del campo a las ciudades probablemente se haya estacionado hace algunos años más cuando el Comandante en Jefe, Chávez Frías, y el Presidente, Maduro Moros conjuntamente con la FANB vienen tomando decisiones político-económicas muy agresivas para desarrollar el agro y la agro-industria.

En ese orden, nos preguntamos ¿Por qué  el señor Kilcullen asume el riesgo de definir los nuevos escenarios de guerra en ciudades costeras y en el marco de una población ubicada en los barrios, es decir, “invisibilizadas”? El señor Kilcullen considera que las poblaciones no urbanas se irán trasladando en migración hacia las ciudades costeras ubicándose en los barrios donde ni la policía ni el ejército serán de utilidad real para combatir el crimen aunque considera que “…los militares irán donde los políticos les ordenen que vayan…” Esa orden del discurso, el entrevistador le pregunta que “…Mao did not win by hiding in the cities. What has changed?...” (“…Mao [Zedong] no obtuvo su victoria escondiéndose en las ciudades. [Entonces] qué ha cambiado?...”) Interesante pregunta aunque con ciertas imprecisiones históricas que no discutiremos en este texto ya que lo que nos interesa es la respuesta del señor Killcullen que expresó que “…Guerrillas have always gone where the cover is. The cover used to be in the jungles, but now we have foliage-penetrating radar, so they can be seen under the jungle canopy. It used to be that the cover was in the mountains, but now we have satellites and drones. The cover now is in the city, and there are big areas in cities in the developing world with no government or police presence…” (“...[las] guerrillas siempre van a buscar su cobertura. [Generalmente] las coberturas que han sido utilizadas se han localizado en las selvas, pero ahora que tenemos radares que penetran en el follaje de las montañas, pueden ser descubiertas bajo los refugios selváticos. Generalmente los refugios se han localizado en la montañas pero en los actuales momentos tenemos satélites y drones. Los refugios se localizan en las ciudades ubicados en grandes áreas urbanas en ciudades del mundo en desarrollo con ninguna presencia del gobierno ni de la policía…”)

Interesante tesis militar viniendo de un experto en la “política humanitaria” que se ha venido desarrollando en las zonas pobladas en Afganistán. En última instancia, el señor Kilcullen expresa que la “guerra de guerrillas”, que “el foquismo”, que las tesis maoístas y vietnamitas, que las experiencias históricas latinoamericanas independientemente se las considere correctas y/o equivocadas, que las experiencias del triunfo cubano liderado por el Comandante Fidel Castro, como bien decimos en el más puro criollo caraqueño: “…no tienen vida…” pero no solo porque, objetivamente, nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías, demostró que una revolución sí puede alcanzar el poder constituido y constituyente, que Nico está demostrando que la Revolución Bolivariana sigue su curso revolucionario en su nueva etapa bolivariano-chavista y nacionalista-socialista como también, objetivando las nuevas tecnologías de guerra, como bien lo expone sin ambages el señor Kilcullen, cualquier intento de desarrollo de una guerrilla no urbana estaría, inmediatamente, localizado y “ready to be destroy”. En alguna ocasión, un buen amigo ya fallecido nos comunicó como cierto grupo guerrillero venezolano tenía un campamento establecido con tuberías para “aguas blancas” (sic).

En ese orden, podríamos extraer como experiencia revolucionaria venezolana, las manifestaciones del pueblo caraqueño cuando salió a la autopista a pedir que “…nos devuelvan a Chávez…” por cierto, nos consideramos que ese ambiente sociológico debería ser estudiado globalmente.



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Miguel Ángel Del Pozo


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