¡Fuera espías desestabilizadores!

Ya casi se está convirtiendo en un cuento triste y vergonzoso narrar las cantidades de inherencias que ha tenido el imperio norteamericano en Venezuela y en tantos otros países. Acá en Venezuela han sido muchas, sus provocaciones, sus manipulaciones, sus movimientos con las marionetas del imperio norteamericano como lo son esas pequeñas figuras de la oposición irracional, demente, enfermiza, apátrida y llenas de odio que ven con malos ojos que se expanda la felicidad en el pueblo.

En reiteradas ocasiones muchas personas sentadas en diferentes ángulos de la vida nacional e internacional hemos venido criticando las oscuras andanzas del imperio por tratar de destruir este proceso de transformación social libertario bolivariano y chavista, mediante una guerra silenciosa que soterradamente penetra medios de comunicación privados y son difundidos encubierta por una perversa vocería opositora que se viste de demócratas y no son más que diminutos títeres del juego sucio de un capitalismo decadente, guerrerista y satánico.

Bien lo dijo hace dos siglos atrás el hombre más grande de América y el venezolano más universal Simón Bolívar, cuando se refería que ese imperio norteamericano estaba destinado a plagar a los pueblos de hambre y miseria en nombre de la libertad. Semejante visión de nuestro Libertador y semejante visión la de nuestro gigante Hugo Chávez en revivir esa historia para alertar a los pueblos del mundo del desastre social y económico que poco a poco ha estado implantando los Estados Unidos en el orbe y para muestra un botón: Afganistán, Irak, Libia y Siria, que son los casos más reciente para no hablar de las cochinadas que ha hecho en los países latinoamericanos.

En el caso de Venezuela hasta el 98 todo era amor y felicidad con el imperio, claro si lo que había acá era una cuerda de gobiernos reptiles que se entregaban a piernas abiertas y entregaban las riquezas del suelo venezolano, nuestro petróleo, al que pensaban privatizarlo a costilla de desplazar a más del 85 por ciento de la población venezolana a la pobreza generalizada.

Con la llegada de Chávez se acabó la guachafita y se empezaron a reordenar las piezas de independencia, y soberanía, hasta allí llegó el amor con los gobiernos de Estados Unidos y se emprende una serie de actividades desestabilizadoras, saboteadoras, incluso violentas y de muertes, que nos hicieron pasar por el golpe de estado de Pedro Carmona, el brevísimo. Un paro petrolero atroz que trajo como pérdida más de 20 mil millones de dólares, el atraso en la economía, el atraso en una cantidad inmensurable de planes sociales y, de allí en adelante, una constante zozobra de saboteo político donde la bancada opositora y su vocería pagada en dólares por importantes transnacionales lo que hacen es oponerse a todo lo que huela a Chávez o sea de color rojo.

Ahora con el gobierno de Nicolás Maduro, el primer presidente Chavista, el gobierno de Estados Unidos continúa en sus planes de saboteo a la economía, maximizan las acciones de acaparamiento, usura, inflación, desabastecimiento de los principales productos alimentarios y básicos, a fin de crear malestar en los supermercados, mercados, las redes de distribución públicos y privados, buscando con ello llevar ese malestar a los hogares y el pueblo venezolano en general. Es el mismo libreto de siempre, el de costumbre, nada innovador…, y salta la vocería opositora, que se presta para esta desestabilización, a echarle la culpa a la gestión revolucionaria. Gracias a Dios que, como lo dijo Chávez, el pueblo despertó y despertó para siempre.

De allí que con alegría y con todo el apoyo que se requiera observamos con buen gusto la salida de los tres norteamericanos espías encargado de dirigir planes desestabilizadores, de entorpecimiento de nuestra economía y de atentar con nuestra patria. Somos un país independiente y soberano, que se vayan de largo a largo…, con sus malas intensiones y con sus planes de guerra y de muerte como lo están haciendo en Siria ante los ojos del mundo, que algún día despertará por completo y exigirá un mundo más justo y de paz sin la presencia imperialista de los Estados Unidos.

Nos acercamos al glorioso triunfo del pueblo y de nuestro gigante Hugo Chávez Frías el 07 de octubre del 2012. Se fue invicto, con un camión de victorias políticas y sociales honorables, con el amor de un pueblo y de un mundo que le admira por su grandeza de espíritu y su valentía…., ante esta expulsión de los tres espías imperialista, nos viene a la memoria aquellas inmortales palabras de arrojo, valentía y pundonor, cuando en las Naciones Unidas, justamente en Estados Unidos, les dijo que allí “había estado el diablo, que olía a azufre”, vaya qué enseñanza! Que hoy con esa misma valentía, ese mismo pundonor y arrojo toma Nicolás Maduro y la mayoría del pueblo venezolano al correr a estos tres personajillos creadores de maldad y muertes.


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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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