Chávez puso la palabra patria de moda y ahora hasta quienes no creen en el valor que ese concepto tiene en nuestro presente como sociedad la están repitiendo, siempre claro para negarla y para disminuirla, por su puesto.
Los dirigentes políticos de la cuarta insistieron más bien en conceptos de País, Nación, Sociedad, etc. y vino Chávez a revivir el concepto de Patria. Un concepto del que hasta el socialismo real europeo denigró, resurge ahora y aquí con Chávez y con el resurgimiento de las ideas bolivarianas.
Así, Chávez revive un fantasma que los colonialistas creían muerto y debidamente enterrado primero en 1830, con el propio Libertador, en San Pedro Alejandrino; después con Zamora, en San Carlos; y después con el golpe del compadre andino Gómez a Cipriano Castro en 1908.
Resulta que el fantasma de la Patria resurge y comienza a recorrer los países del Sur de América y ya sin Chávez físicamente, que vino para quedarse por mucho tiempo, vemos a un aymara denunciando que el olor a azufre en las Naciones Unidas, que denunció Chávez, es intenso y se propaga por el mundo entero; vemos a un economista nacionalista en la Patria de la Manuela, denunciar con vehemencia a la máxima expresión del imperialismo norteamericano de estos tiempos, encarnado en la petrolera Chevron Texaco; vemos a un chofer de autobús en Venezuela, asumir el liderazgo de un pueblo que como los caribes de la conquista, está decidido a desaparecer antes de que la burguesía retome el control de los recursos.
La Patria no tiene nada que ver con que haya o no papel tualé, ni con colas para comprar, ni con la guerra económica que impulsa la derecha para acabar con lo que Chávez nos dejó después de 14 años de una lucha que lo llevó hasta la propia muerte.
La Patria tiene que ver con el amor más sublime que se puede tener por nuestra tierra, pero más que eso por nuestra historia heroica asociada a la dicha de haber tenido hombres y mujeres que dieron sus vidas por la defensa de su derecho a la libertad y a la independencia y que fueron capaces de conformar un Ejército que traspasó fronteras para llevar la libertad e independencia a pueblos hermanos que padecían las mismas calamidades.
Es comprensible que muchos hombres y mujeres que han vivido en nuestro país y que siempre han asumido que somos colonia de otros, pero que además sienten el gusto por estar “colonizados”, no entiendan el sentido de la palabra Patria que Chávez vino a revivir y hoy apuestan a que todo vuelva a su lugar, ahora que Chávez se ausentó físicamente. Hay que recordarles que así como Chávez brotó de las entrañas del propio pueblo con esas ideas que Bolívar sembró en su época, este pueblo Bolivariano y chavista, ahora, no está dispuesto a permitir que se restaure la colonia norteamericana que se impuso durante el siglo XX en nuestro país.
