Espacio crítico para la construcción socialista # 162

La oposición: Entre Superman y el Embajador de las Mentiras

Debo confesar que me duele como venezolano la oposición que tenemos. Tal como lo dijo el Presidente Chávez el 17 de enero de 2003 ante la Asamblea Nacional: nosotros necesitamos una oposición. El país necesita una dirigencia seria de oposición; necesitamos una dirigencia racional de oposición, pues, ojalá le decíamos a ellos ustedes tengan el coraje, la fuerza y el liderazgo para reasumir la dirección de esa oposición en el marco de la Constitución y las leyes. Refiriéndose a la reunión sostenida con Eduado Fernández y Teodoro Petkoff.

Y es que estoy seguro que el Presidente Chávez siempre quizó significar muchas cosas más con esta y otras afirmaciones hechas a lo largo de su vida como dirigente socialista y democrático de nuevo tipo. Debemos estar claros como él lo estuvo: la democracia consiste en el sostenimiento de un espacio donde diversos actores dialogan, debaten y admiten su derrota con la esperanza de volver a intentarlo, con proyectos políticos divergentes, antagónicos pero no de conflicto existencial, que prefieren los votos a las balas.

En nuestro país la oposición ha pasado de lo sublime a lo rídiculo en instantes. Quienes han decidido salirse del juego democrático, darle una patada a la Política con "P" mayúscula y hacer de su impotencia e incapacidad una lucha existencial y de búsqueda del exterminio del otro de manera recurrente, ha sido la oposición, no sólo con un golpe de Estado consumado y derrotado, sino con un paro petrolero criminal, con un abandono de las elecciones parlamentarias en el 2005, con una convocatoria criminal a las calles el 15 de abril de 2013, y con una diputada de la antipolítica, que lucha permanente por salirse de la civilización para regresar a la era de las cavernas.

Pero entre la lucha de la premodernidad y la postmodernidad, lo ridículo gana con una dirigencia mediocre que no le da honor a una respetable postura de una parte importante de la población venezolana que no está de acuerdo con el proyecto encabezado ahora por el presidente Nicolás Maduro, que ha tratado de sobrevivir a sus propios tropiezos, pero que gana espacio cada vez que la oposición retrocede con saltos olímpicos.

Hoy Superman, en la acción desesperada de un Alcalde Metropolitano cuya única manera de hacer presencia en la escena pública es haciendo el ridículo y a quién sólo le faltó ponerse el interior rojo por fuera, se convierte en el único símbolo válido para tratar de resistir ante la consolidación del legado de Chávez en el pueblo venezolano. Asumir que el día del niño es enaltecer imágenes o cómic infantiles que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia, es subestimar a un pueblo que ha aprendido que vale más tener una boina roja bien puesta que unos interiores rojos muy apretados puestos encima del pantalón, el pueblo prefirió y sigue prefiriendo una verruga bien lucida que una capa falsa que no te hace volar.

Pero sin duda, la tapa del frasco de la conducción política oposicionista en nuestro país, es la encabezada por el Embajador de las Mentiras, ese que anda recorriendo el mundo diciendo que en Venezuela la elecciones del 14 de abril fueron un fraude, y asumiendo que todo el pueblo venezolano es estúpido, ya que según él, nos dejamos robar el placer de que él nos presidiera. Un embajador que cuando está en el país es "el eterno candidato", que se dice progresista porque va en progreso a no poder ocultar su verdadera identidad, así como en la transición de Clark Ken a Superman, ya que va mostrando las costuras de su traje, y muestra  como la única vinculación orgánica en política que tiene en el exterior es la del pinochetismo, porque esa gente cuando gobernó Chile puso el orden que él desea imponer en nuestro país, aún a pesar de que deba disfrazarse de dulce cordero centrista para poder ganar unos votos. Nuestro Embajador de las Mentiras le ganó a Superman, por una nariz, accediendo así al "caraetablismo de oro" de la semana, no hay duda.

Lo peor es que esta indigna dirigencia de oposición cree que lo hace bien porque ha obtenido un caudal de votos que no corresponde con los triunfos de Superman y el Embajador de las Mentiras, por eso hoy son más peligrosos que nunca. Quizá, sumando a la frase del Presidente Chávez: "El país necesita una dirigencia seria de oposición" debemos pensar, por qué hoy con esta triste y mediocre dirigencia opositora, nos vemos en una situación electoral apremiante.

Algún compa dice que debemos dar gracias todos los días por la dirigencia opositora que tenemos, pero me gustaría tambien dar gracias todos los días por la dirigencia revolucionaria que se desarrolla de la mano con el pueblo.



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Nicmer Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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