Solo una derecha desquiciada, fascista, y atrapada en enormes frustraciones, se opone al vigoroso reimpulso que ha venido dando el Presidente Nicolás Madura a la igualdad de género. Incluso, ante la enorme trascendencia encomendada ahora a la mujer, se pensaría que adquirió rango de política de Estado. Hasta Los Médanos de Coro saben que a partir de la era Chávez, fue cuando la mujer venezolana alcanzó papel protagónico en las distintas ramas del Poder Público, dejando entonces de ser convidada de piedra en el quehacer nacional. Bastaría con solo mencionar que gracias a la revolución, se hizo posible que Cilia Flores ocupara la Presidencia de la Asamblea Nacional; Adina Mercedes Bastida, la Vice-Presidencia de la República; Gladys Gutiérrez Alvarado reemplazante de Luisa Estella Morales en la Presidencia del Tribunal Supremo de Justicia; Luisa Ortega Díaz , Fiscal General de la República; Gabriela Ramírez, Defensora del Pueblo; Adelina González, Contralora General; Ana Elisa Osorio, Vice-Presidenta del Parlatino; Gobernadoras, Alcaldesas y pare usted de contar, son pruebas irrefutables de que quedó atrás la odiosa discriminación que las relegaba a un segundo plano. Hoy, con tantas posiciones alcanzadas, se diría que de vaina no es una mujer la que despacha en Miraflores, sede oficial del Ejecutivo Nacional, desde que Cipriano Castro compro a Misia Jacinta Parejo de Crespo el imponente palacete.
Con hechos y no promesas altisonantes, quedó evidenciado que la mujer venezolana dejó de ser un objeto decorativo, secuestrándola en la cocina a oficios domésticos que la degradaron durante siglos. De manera que bienvenida la designación de la Almirante Carmen de Meléndez, quien pasa a inaugurar otro hecho emblemático en la historia contemporánea, porque por primera vez una mujer asciende al más alto grado de La Armada Nacional, además de ocupar la cartera de defensa, cartera que tuvo su origen en el Decreto de la Junta Patriótica en 1810.
Que los puntofijistas se mueran de envidia, y pretendan descalificarla diciendo que ahora llegó un decorativo jarrón chino a Fuerte Tiuna, eso importa un bledo, pues la recalcitrante derecha solo podrá llenarse la bocota recordando que en su chucuta constitución de 1947, escasamente dieron el voto a la mujer sin derecho a figurar en la vida pública.
