Chávez, mi Comandante Eterno

Comandante eterno se que estas líneas no llegarán a tu vista pero este sentimiento magnánimo que me come, me quema por dentro y no me permite expresar todo lo que siento si te llega mi amor eterno; como bien te dijo nuestra querida María Gabriela a quien siento como mi hermana, mi amiga, la compañera.

No hay día comandante que mis ojos no se empapen de lagrimas por tu partida, no hay momento en que no te piense, mi palabra se ha vuelto un juramento eterno de lealtad a tu legado, a tu vida.

Me cuesta comandante ver tanta maldad a mi alrededor mientras mi vida se pierde en el dolor; a mas de un mes de tu partida existe aun un pueblo con los ojos vendados que irradia odio a sus hermanos, amigos y familiares. Quisiera pensar comandante que será pasajero pero ¿como puede ser efímera la crueldad de quien se burla de tu dolor?

He pensado mucho en Jesús de Nazaret, no por católica, sino por ser una mujer de fe, que reconoce la omnipotencia del hombre que logro iluminarse en vida, que reconoce de igual manera a la madre María como fortaleza de vida para todas las mujeres del mundo, que ve a María Magdalena como esa eterna y fiel doncella compañera del maestro Jesús, que visualiza su final con la compañía de la anciana conocedora de la vida y la muerte, del eterno final. Convencida de mí fe, Jesús el carpintero ha estado allí presente, haciendo latir mi corazón a cada lágrima que derramo comandante, taladrando como el pájaro carpintero mi pensamiento y acercándome a su realidad. Realidad que me dice que fue vilipendiado por un imperio soberbio, por un pueblo que no veía la gloria de su palabra, ¿cual lejos esta su realidad de la tuya mi comandante del amor?; ¿Quién me dice que el primer socialista no fue Jesús?; ¿Quién asegura que la gloria no es de los más humildes, como bien lo dijo Jesús y lo dijiste tú comandante?.

Aun la historia de mi gran maestro Jesús reposa en unos archivos secretos, de el tenemos el amor infinito y la fe que nunca, nunca morirá y de ti mi comandante ¡lo tenemos todo¡ fuiste, eres y serás eterno, entraste a la historia como un gigante porque tu amor era inmensamente grande. Hoy digo con orgullo que nací en la República Bolivariana de Venezuela, en la cuna del Libertador Simón Bolívar, arraigada al tricolor izado por el Generalísimo Francisco de Miranda, en la patria, patria querida de nuestro eterno comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

Y tu palabra de eterno amor será nuestro escudo protector y nuestra decisión plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, será darte la victoria el próximo 14 de abril eligiendo a Nicolás Maduro como Presidente de la Patria.


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