Hugo Chávez: Ha muerto el hombre y el Líder, pero vive más que nunca su revolución y su patria

Hoy todos sufrimos el impacto de la triste noticia. Hugo Chávez había muerto a las cuatro y veinticinco de la tarde a consecuencia de las complicaciones surgidas en el periodo de convalecencia.

Casualmente nos encontrábamos en una actividad en defensa de nuestros 5 Héroes en la sede de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, cuando fuimos informados, al inicio de la misma y justo a las cinco de la tarde, que el desenlace trágico había ocurrido.

Y a la vez que aplazábamos el programa concebido, en forma improvisada hicimos una intervención sobre la actitud consecuente para continuar la marcha revolucionaria en las presentes circunstancias y la responsabilidad que tiene el pueblo venezolano de ser fiel al legado político e ideológico dejado por Chávez. Fue el humilde homenaje al combatiente caído de un grupo de trabajadores, profesores y estudiantes que daban muestra emocionada de cuán hondo era el dolor por la pérdida del hombre y del líder que nos era tan cercano como el de un compañero muy íntimo.

Mirando, como en un espejo, en la historia de nuestras luchas pasadas y revisando las horas de las caídas de los grandes hombres, nos queda como herencia la voz quebrada que exclama: que siga la marcha y el combate.

Quedan en Venezuela, en Latinoamérica y el Caribe, en el mundo, la voz y las ideas de un líder extraordinario. Quedan los gestos y las obras en los diversos campos dentro y fuera de su país. Queda su ejemplo para las generaciones presentes y futuras. Por todo esto, en esta hora de luto, honra para el grande hombre de nuestra América.

Si los miserables levantaran en su muerte las intrigas y las campañas como las que hicieron en vida, ahora o después, no podrán ensombrecer la luz que irradia su fecunda trayectoria y vida, y, al contrario, se hundirían mucho más en el pantano del desprestigio y la impudicia.

Adelantándonos al futuro inmediato, cabe que cada venezolano tenga presente su llamado al pueblo en diciembre antes de su partida a Cuba para la operación quirúrgica. Ese es su legado póstumo y su pedido ferviente. Significa que es la unidad lo que hay que preservar, porque es la garantía de la marcha de la revolución bolivariana y socialista. Y en las próximas elecciones, el voto de todos los patriotas a favor de Nicolás Maduro debe ser el instrumento para hacer realidad el mandato de Chávez. La victoria contundente debe ser el más hermoso ramo de flores rojas que se ponga, a modo de tributo, en su tumba imperecedera.

Hay que mantener vivo a Chávez más allá de su muerte. Y eso es posible si se mantiene viva, más que nunca, a la patria bonita, según acostumbrada a decir. Que el recuerdo y el amor nos permita llevarlo adentro como algo consustancial a nuestro propio ser. Que la acción tenaz y consecuente sirva para dar remate a la obra inconclusa que delineó y soñó el líder y abanderado del socialismo del siglo XXI.

Estamos seguros que Chávez no se irá, quedará con su pueblo y otros pueblos del mundo como un paradigma de los mejores tiempos presentes y los del porvenir. ¡Gloria eterna al gran Comandante bolivariano!

wilkie.delgado@medired.scu.sld.cu



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Wilkie Delgado Correa


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