Gajes del oficio oposicionista

¿Acaso cuarenta años de calma no bastan? Y resurgió el pueblo como volcán en erupción, el mismo que siempre se ha revelado desde la sanguinaria conquista europea hasta los nuevos tiempos que no dejarán de cesar. Es el pueblo venezolano, víctima de los que siempre detentaron el poder, protagonista de victorias y de una nueva historia que se concretó hace 14 años. El camino no ha sido fácil, instaurar en Venezuela un nuevo modelo político, social, económico, cultural  ha requerido y requiere de mucho esfuerzo y lucha. Transitar hacia el socialismo ha significado una batalla siempre encendida; porque los enemigos de la patria no descansan y seguirán apostando a la antidemocracia.

     La oposición venezolana ha sufrido duros golpes políticos desde que el Presidente Chávez tomó las riendas del País (1998) iniciando así un conjunto de transformaciones en el ámbito nacional y al mismo tiempo dignificando y haciendo visible al pueblo. Todo esto estremeció los cimientos de poderosos sectores e intereses nacionales e internacionales que empezaron a ver en Chávez un obstáculo del cual había que salir a como dé lugar. Ahora era ?Juan bimba? quien decidía con el voto lo que realmente quería?¡un cambio!

     La vieja forma de hacer política contrastaba con el nuevo escenario. Los partidos políticos de siempre, acostumbrados al juego antidemocrático iniciaban el recorrido de la derrota. Estos 14 años de gobierno han ?dejado en cueros? al tipo de oposición que lastimosamente existe en Venezuela.

     Una oposición poco seria que se jacta de ser democrática y representar el clamor de las mayorías, que sólo reconoce la transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) cuando los resultados le son favorables; por el contrario es una institución arrodillada al ejecutivo, en pocas palabras unos ?fraudulentos?. Y qué decir de su ?profundo amor al pueblo?, nada más apartado de la realidad; porque cuando pierden alguna elección empiezan a vociferar improperios y a tildarlo de todo cuanto se desprenda de la miseria humana.

     Una oposición más acercada al término oposicionismo, sin proyectos, propuestas claras; pero eso sí, con una clara definición oligárquica-capitalista, donde el pueblo es un simple instrumento del gran capital, el Estado un ente sin competencia en la dinámica del libre mercado y la soberanía infinitamente violada.

     Una oposición que dice defender la paz, el desarrollo nacional y el bienestar de todos los venezolanos; pero son los mismos que hipotecaron al País, que entregaron el petróleo a los gringos, que desmantelaron las empresas básicas y que en las pasadas elecciones presidenciales (07 de Octubre de 2012) tenían todo un plan neoliberal  oculto para aplicarlo en caso de ganar, sólo por nombrar algunos ejemplos.

     Una oposición con los mismos ?liderazgos? y las caras nuevas que están, tienen el mismo pensamiento ?cuartorepublicano?. Líderes que se quedaron en el pasado, en la viciada democracia del ?acta mata votos?, la tortura y las desapariciones forzosas, que no han entendido la voluntad de las mayorías y se niegan a respetar la esperanza de un pueblo que se está haciendo realidad.

    Una oposición dependiente de las políticas de Washington, cuyo único propósito a lo largo del proceso revolucionario ha sido derrocar al Comandante Chávez utilizando los medios más aberrantes; ya que por la vía electoral les ha sido imposible conquistar amplios espacios de poder en un País que ha madurado, que adquirido conciencia política y que no está dispuesto a renunciar a los logros alcanzados a través de las políticas de inclusión propiciadas por el ejecutivo nacional. En todos los procesos electorales la mayoría de los venezolanos han votado por el proyecto socialista. Chávez desde que se lanzó por vez primera como candidato a la presidencia puso sobre la mesa el ideal Bolivariano y el socialismo del siglo XXI como modelo, sin retroceder en ningún momento; en cambio la mayoría de los que votan por la oposición no lo hacen por un proyecto de gobierno, lo hacen por el único motivo de ?salir de Chávez?.

     Una oposición ?malcriada, engreída y egoísta? que ha perdido la noción del tiempo y los conceptos más elementales; que tras cada fracaso pretende engañar a sus seguidores con el cuento de que son ganadores aún siendo derrotados. Ésta oposición ha pretendido cambiar hasta las leyes matemáticas y la conjugación de los verbos, se ha tenido que lavar las heridas y buscar consuelo inventándose su propio mundo mágico

¿Acaso cuarenta años de calma no bastan? Y resurgió el pueblo como volcán en erupción, el mismo que siempre se ha revelado desde la sanguinaria conquista europea hasta los nuevos tiempos que no dejarán de cesar. Es el pueblo venezolano, víctima de los que siempre detentaron el poder, protagonista de victorias y de una nueva historia que se concretó hace 14 años. El camino no ha sido fácil, instaurar en Venezuela un nuevo modelo político, social, económico, cultural  ha requerido y requiere de mucho esfuerzo y lucha. Transitar hacia el socialismo ha significado una batalla siempre encendida; porque los enemigos de la patria no descansan y seguirán apostando a la antidemocracia.

     La oposición venezolana ha sufrido duros golpes políticos desde que el Presidente Chávez tomó las riendas del País (1998) iniciando así un conjunto de transformaciones en el ámbito nacional y al mismo tiempo dignificando y haciendo visible al pueblo. Todo esto estremeció los cimientos de poderosos sectores e intereses nacionales e internacionales que empezaron a ver en Chávez un obstáculo del cual había que salir a como dé lugar. Ahora era ?Juan bimba? quien decidía con el voto lo que realmente quería?¡un cambio!

     La vieja forma de hacer política contrastaba con el nuevo escenario. Los partidos políticos de siempre, acostumbrados al juego antidemocrático iniciaban el recorrido de la derrota. Estos 14 años de gobierno han ?dejado en cueros? al tipo de oposición que lastimosamente existe en Venezuela.

     Una oposición poco seria que se jacta de ser democrática y representar el clamor de las mayorías, que sólo reconoce la transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) cuando los resultados le son favorables; por el contrario es una institución arrodillada al ejecutivo, en pocas palabras unos ?fraudulentos?. Y qué decir de su ?profundo amor al pueblo?, nada más apartado de la realidad; porque cuando pierden alguna elección empiezan a vociferar improperios y a tildarlo de todo cuanto se desprenda de la miseria humana.

     Una oposición más acercada al término oposicionismo, sin proyectos, propuestas claras; pero eso sí, con una clara definición oligárquica-capitalista, donde el pueblo es un simple instrumento del gran capital, el Estado un ente sin competencia en la dinámica del libre mercado y la soberanía infinitamente violada.

     Una oposición que dice defender la paz, el desarrollo nacional y el bienestar de todos los venezolanos; pero son los mismos que hipotecaron al País, que entregaron el petróleo a los gringos, que desmantelaron las empresas básicas y que en las pasadas elecciones presidenciales (07 de Octubre de 2012) tenían todo un plan neoliberal  oculto para aplicarlo en caso de ganar, sólo por nombrar algunos ejemplos.

     Una oposición con los mismos ?liderazgos? y las caras nuevas que están, tienen el mismo pensamiento ?cuartorepublicano?. Líderes que se quedaron en el pasado, en la viciada democracia del ?acta mata votos?, la tortura y las desapariciones forzosas, que no han entendido la voluntad de las mayorías y se niegan a respetar la esperanza de un pueblo que se está haciendo realidad.

    Una oposición dependiente de las políticas de Washington, cuyo único propósito a lo largo del proceso revolucionario ha sido derrocar al Comandante Chávez utilizando los medios más aberrantes; ya que por la vía electoral les ha sido imposible conquistar amplios espacios de poder en un País que ha madurado, que adquirido conciencia política y que no está dispuesto a renunciar a los logros alcanzados a través de las políticas de inclusión propiciadas por el ejecutivo nacional. En todos los procesos electorales la mayoría de los venezolanos han votado por el proyecto socialista. Chávez desde que se lanzó por vez primera como candidato a la presidencia puso sobre la mesa el ideal Bolivariano y el socialismo del siglo XXI como modelo, sin retroceder en ningún momento; en cambio la mayoría de los que votan por la oposición no lo hacen por un proyecto de gobierno, lo hacen por el único motivo de ?salir de Chávez?.

     Una oposición ?malcriada, engreída y egoísta? que ha perdido la noción del tiempo y los conceptos más elementales; que tras cada fracaso pretende engañar a sus seguidores con el cuento de que son ganadores aún siendo derrotados. Ésta oposición ha pretendido cambiar hasta las leyes matemáticas y la conjugación de los verbos, se ha tenido que lavar las heridas y buscar consuelo inventándose su propio mundo mágico.

ivan.espinoza.rivas@gmail.com

(*) Profesor en Geografía e Historia

Escritor de Verso libre.

 



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Favio Espin


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