Picado de culebra cuando ve bejuco se asusta

A finales del año 2002 en pleno paro petrolero le dije a mi amigo quién, por su alto cargo en la Refinería El Palito, estaba confinado a permanecer al pie del cañón, haciendo que su familia también estuviera confinada en su casa a pocos kilómetros de la Refinería, que yo estaba en capacidad de trasladarme con mi familia a su casa, para que celebráramos juntos el final de la Navidad y el Año Nuevo. Es decir, que hiciéramos de la fecha un encuentro que contribuyera a disminuir las tensiones producidas por el evento político que estaba en plena ejecución.

La Refinería El Palito, no era ni de cerca la más importante del país, pero su estratégica ubicación constituiría un bastión inapreciable para los traidores de la patria que llevaban a cabo un genocidio por etapas. De cualquier forma, yo sostengo que si hubiese caído en manos de los golpistas, es posible que se hubiese perdido la República.

Acordado el encuentro, previo aseguramiento de tener gasolina para el regreso, llegamos a su casa el 29 0 30 de diciembre equipados con hallacas y pernil, que unimos al abastecimiento navideño que nuestros amigos habían previsto.

Ese día o un día después realmente no recuerdo con precisión, mi amigo recibe una llamada de emergencia como a las 9 am para que se trasladara a la Refinería como ya he dicho a pocos kilómetros de distancia. Sin alarmar a los presentes se montó en su carro y se fue. Pasaron unas cuantas horas para que finalmente regresara a eso de las 5 de la tarde.

Todavía un poco exaltado por las emociones del día, nos servimos una bebida y comenzó a contar, a mí en particular, lo ocurrido.

A una caldera importante del Complejo, le había sido alterado su límite de funcionamiento duplicando su valor. Es decir, que si hubiese llegado cerca del nuevo límite alterado, la caldera, la Refinería y 50 kilómetros de alrededor de la Refinería hubiesen volado, incluyendo poblaciones como Morón, y todo o parte de Puerto Cabello y por supuesto nosotros mismos que nos encontrábamos dentro de la distancia de impacto. Una guerra de hackers ocurrió en el proceso de aislar los sistemas que controlaban el funcionamiento de la instalación. Un celular fue encontrado en un sitio absolutamente inusual desde donde se intervino el sistema de control.

Yo no tengo ni manejo precisiones técnicas del hecho, porque no trabajaba en la instalación ni era, ni soy técnico en el área de conocimiento, simplemente un testigo inadvertido de un episodio que hubiese costado la vida mía, la de mi familia y la de mi amigo petrolero con su familia entre otros 200.000 muertos más. No dudo ni un segundo que los tecnócratas del momento, protagonistas del planificado genocidio, le hubiesen atribuido de inmediato a la “impericia, ineficiencia e ignorancia de los -noveles técnicos- semejante desastre.

Diez años después ocurre un hecho que me rebobinó una maraña de pensamientos, que fue la explosión esta madrugada de una esfera de gas en el CRP en Paraguaná en el Estado Falcón, con la lamentable muerte hasta ahora de 24 personas y más de 50 heridos.

Tengo el firme presentimiento que los mismos inescrupulosos de entonces están detrás de los hechos que hoy se han presentado en Paraguaná y por supuesto los mismos argumentos de ineficiencia e ignorancia en el manejo técnico de la planta serán esgrimidos por los medios golpistas que de la misma forma sin escrúpulos develarán sus oscuras intenciones.

Quizá la misma impunidad de aquel momento continúe ahora con estos hechos, hasta el próximo capítulo como nos recuerda nuestro padre Libertador.

leopoldojperez@gmail.com

(*) Prof. 25 Agosto 2012


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Leopoldo Pérez Alvarez (*)

Profesor Universitario

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