Auditórium

A Fernando Lugo: ¿Esta vez le colgaron la sotana?

“La derrota es algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”.

José Saramago…

Desde el gobierno  popular del Presidente Chileno Salvador Allende,  el resto de los gobiernos en Latinoamérica tienden a ser populistas que ponen siempre la luz de giro hacia la izquierda, pero siempre doblan hacia la derecha. ¡Porque muchos no entienden que es ser de izquierda!

Los corruptos ambidiestros (izquierdosos+derechosos) se están apoderando de todo, como se acaba de reflejar  en Paraguay  donde ya ocupan el poder.

¿Todos estos conflictos que están apareciendo o estallando en el continente, son fabricados y diagramados en el imperio? Estos grupos de poder, necesitan imperiosamente sacar cuanto antes los posibles conflictos que les puedan estallar en sus países. Ya lo han fabricado con parcial éxitos en Libia, Sudan, Egipto y Siria. Pero, no alcanza, hay que desestabilizar más zonas o continentes. Pero eso si, lejos de los EEUU. UNASUR, tiene y debe ponerse firme, demostrar que son fuertes, y están unidos como organización política y económica, suspender o expulsar al Paraguay de todas las organizaciones latinoamericanas. Si no lo hacen, terminaran por dominarlos, y seguir humillándolos la “Potencia Imperial".  Nunca aceptaran ni permitirán que otra región los supere o les ponga condiciones.

Hasta ahora, los únicos gobiernos que han reconocido al golpista de Paraguay, son el Vaticano, España y Alemania, eso dice mucho.

Hay que recordar: que tener miedo, no es ser cobarde: cobarde es tener miedo, y no seguir haciendo lo que debes hacer, según tú leal saber y entender. Desde ya se vaticina que la resistencia en Paraguay será pacífica. No les queda otro camino, y sería un suicido hacer resistencia a lo loco. Ser pacífico no es ser cobarde, ni de la no reacción frente a las agresiones de los cobardes apoyados en las armas, en nombre de los terratenientes, y de los oligarcas Paraguayos.

En realidad los países de sur América quedaron como la copia de lo que dejo España desde la colonización, con unas minorías en su mayoría con la propiedad de la tierra. Esto se ha reproducido en los partidos de derecha en Paraguay. Es que algunos países de sur América todavía están muy retrasados en este sentido. En Brasil hay una diferencia muy grande. Brasil es una democracia mucho más consolidada. El problema en Paraguay es la tierra que todavía está muy mal compartida. En Brasil todavía hay problemas en este sentido pero creo que la reforma agraria está mucho más avanzada. Lo que pasa es que en el Paraguay estaba empezando con el presidente Lugo, su salida del poder se debió al tocar intereses. Cosa esta  que todavía sigue siendo un problema en algunos países de sur América: la distribución justa y equitativa, y no politizada de la tierra.

Fernando Lugo colocó a Paraguay en la agenda mundial en abril de 2008 cuando ganó la presidencia de la republica,  poniéndole fin a 61 años de hegemonía del Partido Colorado. Este obispo de la iglesia católica,  colgó la sotana en el  2005 para dedicarse a la lucha política. Como militante  de la  izquierda cristiana, prometió implantar una reforma agraria integral que pusiera fin al monopolio de las tierras por parte de la oligarquía  paraguaya aliada en el pasado de la dictadura militar de Alfredo Stroessner.

La derecha paraguaya lo acusó de tolerar, y fomentar las ocupaciones de tierras que practican con sus carpas los campesinos de la Liga Nacional de Carperos. Donde el pasado 15 de junio en una ocupación en el norte del país, murieron seis policías y once campesinos.  Cuestión esta que aprovecharon sus adversarios para unirse en la conjura para destituirlo: donde conservadores, y liberales fueron por su cabeza.                                                                                            

Con el gesto de intentar hasta última hora congraciarse con unos y con otros, quedaba retratada su ingenua manera conciliadora de entender la política, tratando al adversario como feligreses. Dentro de su  gobierno  existían  visiones muy distintas de enfrentar problemas muy concretos del pueblo paraguayo.

Lugo tenia un gobierno hibrido con el partido liberal, el partido colorado, y la izquierda radical. Una especie de “gobierno ornitorrinco”, “A Fernando Lugo, esta vez la derecha paraguaya le colgó la sotana”.

Lugo nunca pudo poner en práctica la redistribución de la tierra. Tenía enemigos demasiados poderosos en  el poder judicial, el poder legislativo, y los grandes medios de comunicación aliados a los  intereses de la oligarquía.

Los carperos habían tomado unas tierras que pertenecían al Estado, y entregadas durante la dictadura de forma ilegal y corrupta.

Para cualquier analista no le es difícil llegar a la conclusión que La derecha de ese país promovió la destitución de Lugo. Y eso que sus intereses nunca se vieron  amenazados de manera real por su gobierno. No pudo hacer mayor cosa por la reforma agraria, pero implantó un sistema de salud con acceso a la mayor parte de la población, donde obtenían medicinas de forma gratuita. Les dio subsidios a numerosas familias que vivían en la extrema pobreza, y llevó el desayuno, y el almuerzo a las escuelas públicas.

El presidente Lugo no pudo hacer demasiados cambios, pero si le reconoce que implantó una cultura política distinta a la que existía en  ese país, anterior a su gobierno. Y que la derecha nunca aceptó.

Percasita11@yahoo.es 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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