¿Por qué no salirse de una buena vez de la OEA?

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, en su informe de 2.011 recoge un gran número de denuncias contra Venezuela, por faltas con relación a los derechos humanos burlados por la República, aunque en la mayoría de casos en ese informe no se precisa fechas, nombres, lugares, ni otros datos esenciales para admitir cualquier denuncia, y así juzga 182 casos basados en suposiciones, rumores y artículos de prensa, aceptándolos como pruebas; además de que en algunos casos objetan proyectos de leyes que dependen de la Asamblea Nacional del país; cosas insólitas que suceden en la CIDH que no deben aceptar un gobierno que se precie de ser independiente, democrático y soberano. En el mencionado informe se atreve a predecir la CIDH que Venezuela presentaría en un pronto futuro situaciones que afectarán seria y gravemente el goce y disfrute de los derechos fundamentales. Seguro que tales cosas la CIDH no dirían si este país estuviera ocupado por los Estados Unidos, o fuera un gobierno sometido a ellos, o si el gobierno fuera impuesto “democráticamente” por ellos, ni menos si un gobierno fuera producto de un golpe de Estado propiciado por ellos. Ahora bien, si el artículo 236 de la Constitución Bolivariana de Venezuela establece que el Presidente de la República está en el deber de celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales y el artículo 187 dice que corresponde a la Asamblea Nacional aprobar los tratados o convenios internacionales que celebre el Ejecutivo Nacional, no es factible haya ningún problema jurídico ni político para rescindirlos. Denunciar lo convenido debido a los abusos cometidos por la otra parte, es lo más natural del mundo, ningún convenio puede ser obligado a que sea permanente; siempre existirá el modo de deshacerlo.

La Asamblea Nacional aprobó en sesión ordinaria el acuerdo con el que se respalda la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), el acuerdo fue aprobado con un total de 91 votos a favor y 22 en contra. Para que Venezuela actúe soberanamente y tome la decisión correspondiente se pide la opinión de el Consejo de Estado, que se ha instalado recientemente, para que estudie y evalúe la propuesta del Presidente de retirar a Venezuela de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y ¿ Por qué no la salida de la OEA? La CIDH se ha caracterizado por crear matrices que desfavorecen la opinión sobre naciones que buscan modelos alternativos de cambio, pero algo bien llamativo es que quien dirige estos planes desestabilizadores es los Estados Unidos, que no es miembro de la CIDH, ni está reconocida la misma por sus autoridades gubernamentales, sin embargo esta comisión está radicada en Washington D.C. El embajador Roy Chaderton denunció a este organismo regional y recordó que antes del 2000, la CIDH aceptó sólo cinco denuncias por violaciones contra los derechos humanos en Venezuela, pero desde la llegada del Gobierno revolucionario han aceptado 26, sin tener estas denuncias sustentos jurídicos y sin haber agotado las instancias judiciales internas, dice Chaderton que solo se hace para atacar y crear una falsa imagen del proceso revolucionario en el ámbito internacional. Los hechos mencionados son parte de un mismo plan mediático intervencionista, que intenta crear la imagen internacional de que el gobierno bolivariano del Presidente Chávez es un paraíso de la droga, que se violan los derechos humanos y que tiene vínculos con países terroristas, todas falsas acusaciones que carecen de pruebas pero que dejan entrever la existencia de nuevos planes desestabilizadores, donde la oposición y los Estados Unidos activan esas acciones subversivas.

Si Venezuela se sale de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, por no respetar ésta la soberanía del país, y sabiéndose que la CIDH es un organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos, OEA, ¿Por qué Venezuela de una buena vez no se sale de la OEA?, que según se ha dicho durante muchos años no le ha servido para nada a los países americanos que se encuentran en al sur del Río Grande, pues solo se ha dedicado a beneficiar a los Estados Unidos. Esta organización, OEA, en la práctica es una oficina dependiente del gobierno de los Estados Unidos. Ahora bien, si el gobierno venezolano se va a retirar de la CIDH, seguro que mañana se tendrá que retirar de la OEA, por lo que parece es una actitud timorata no hacerlo de una buena vez. No, dejemos en conocimiento del mundo que Venezuela tomó una decisión autónoma y valiente al retirar el país de una organización tramposa, tal como es la Organización de Estados Americanos, OEA.


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José M. Ameliach N.


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