La Vanessa estuvo bien bueno con Aristóbulo en su programa y para mejor estuvo también la Blanquita y Jesse Chacón, este jueves.
Verdad que verdad no vi más que como un relámpago pero supongo, fundadamente, que la cuestión estuvo muy bien porque la “auctoritas” de esta comarca, que comúnmente refunfuña por esto y que si lo otro, me refirió encantada su opinión al respecto y no me ofendió con eso de “pepito preguntón”.
No soy devoto de Santo Tomás (sino de San Cocho) pero estimo que esa citada comunión de la bonita con Aristóbulo y etc íd, es una acertada alternativa para informar al pueblo venezolano y contrarrestar el vilipendio que la oligarquía mediática propaga contra el Comandante en Jefe, que es decir, contra el pueblo.
La oposición mete embuste que juega garrote y además, ahora arremete con una campaña de miedos para intentar aflojarnos el guarapo pero será imposible que puedan desmoralizarnos si elevamos y generalizamos nuestro nivel de conciencia, para lo cual es indispensable tener información veraz y de calidad, insisto, información de calidad.
Miedo, odio y embuste son tres notables ingredientes que atañen a la oposición apátrida; mientras que valentía, amor y veracidad son la proa de nuestro entrompe.
No olvidemos que el miedo es un arma de guerra empleada por el enemigo contra el pueblo, que paraliza, desmoviliza a la persona atacada y, sumado a ello el embuste y el odio, bloquean la cabeza de la víctima; en tanto que, el amor mueve montañas, a más, nuestra clarísima noción de porvenir y del contexto social y político de la Venezuela actual con Chávez, y la verdad, desbloquean la cabeza, la aclaran, nos llenan de confianza.
Es evidente que quienes usan el odio como arma, se contagian del mismo y pasan a ser rehenes de sí; de tal modo que nosotros no sólo tenemos que vencer a esos sinvergüenzas sino, además, curarlos de su locura porque al fin y al cabo ellos también son venezolanos.
Apelar a una sinergia informativa de gran calidad, tal lo planteado, permite contrarrestar la ofensiva del periodismo sedicente, pleno de falacias persuasivas que divulga el enemigo y que debemos desmontar con gran inteligencia, antes de que el efecto anonadador del veneno reduzca al pueblo a la quietud; es por lo que aplaudo iniciativas como la aquí señalada, de reorganizar la contraofensiva informativa con los mejores caballos.
Movilizado y a conciencia somos un pueblo invencible en cualquier terreno y esa es la razón por la que los relambeñemas pujan para desmovilizarnos mediante el miedo, y de tal manera esclavizarnos mansitos, así apoderarse de la Faja Petrolera del Orinoco y que los gringos y gringas tengan petróleo para calentarse el culo en las épocas de frío, aparte de asegurar combustible para que su máquina de guerra arrase al resto del mundo.
He ahí la importancia del papel que juega y habrá de jugar la comunicación fidedigna y concientizadora, en esta batalla infinita y que ganaremos.
Parece no haber verdades absolutas; los extremos se tocan para bien o para mal; en nuestro caso es para bien y lo obvio es obvio.
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