Sorpresa sobre el Socialismo

Como estoi interesado en publicar sobre lo que se está llamando, por impulso del presidente Chávez, el socialismo del siglo XXI, me llamó la atención el escrito sobre el socialismo “cristiano” escrito por el mexicano-alemán Heinz Dieterich (que no es la mismo que Dieta Rica de Heinz) primera parte. Lo imprimí para leerlo con detenimiento para ver si este señor tenía fuentes extraordinarias i desconocidas sobre Jesús, para presentarlo como un socialista de aquellos tiempos. De Jesús no existe el menor testimonio escrito, pese a los esfuerzos en grandes biografías, de la cual la mejor es la de Renán, quien no solamente comenta lo incierto que tenemos la fecha del nacimiento de Jesús, sino que anota que “no tuvo ni dogmas ni sistema”, que tuvo una resolución personal fija para sobrepasar toda voluntad creada (la de él venía del Padre) i el pueblo judío tuvo desde el cautiverio de Babilonia hasta la Edad Media, una situación mui crítica. Sus enfrentamientos esporádicos fueron contra el imperio romano i tal vez Jesús pudo ser algún líder entre los suyos; empero, sobre los orígenes del cristianismo, autores serios como Karl Kaustky quedan convencidos que los Evangelios no son documentos históricos i por eso se han difundido tantos errores i disparates, como por ejemplo, estar demostrado que probablemente Herodes, había muerto o murió en los días del nacimiento de Jesús, con lo cual aquello de los santos Inocentes o es un invento o estaba otro en el lugar de Herodes. Por eso Bernard Shaw ha dicho con cruel ironía que, “Si Platón fue el dramaturgo que inventó a Sócrates, los Cuatro Evangelistas fueron los dramaturgos que inventaron a Cristo”. Sin embargo, aunque ninguna de las dos cosas son ciertas, porque obviamente Sócrates i Cristo existieron, no es menos cierto que de ellos solo tenemos referencias, que no existen testimonios directos ni históricos i que, muchas de las cosas filosóficas, tal vez asomadas por Sócrates, fueron ampliadas, perfeccionadas i escritas por Platón es una absoluta verdad; pero Platón vivió los tiempos de Sócrates, fue su discípulo, su amigo, su compañero todo el tiempo de su prédicas filosóficas i morales, recogidas en los Diálogos, posiblemente con palabras del propio Sócrates; los Evangelios no; el evangelio más antiguo es el de Marcos sobre la vida de Jesús, i como bien hace notar Pepe Rodríguez, fundado en muchos autores i documentos entre ellos la obra de Kaustky que lo dice, “Marcos no fue discípulo de Jesús ni le conoció directamente sino a través de lo que, tras la crucifixión, le oyó relatar públicamente a Pedro”. I para no extenderme más: “resulta que la mayor parte del testimonio a favor de Jesús, eso es, el 79% del Nuevo Testamento, procede de santos varones que jamás conocieron directamente a Jesús nI los hechos ni los dichos que certifican”. I fuera de esos evangelios no hai otras fuentes, a no ser los llamados apócrifos. I curiosamente, la primera mención a Jesús, no es de ellos, sino de un no cristiano como fue Flavio Josefo en su obra ANTIGÜEDADES JUDÍAS.

Los evangelios, pues, fueron escritos por hombresque, al decir de Kaustky “No se preocupaban de la verdad, sino de hacer ver las cosas como les interesaba, y no tenían delicadeza en la selección de los medios”. Por eso ignoran a Claudio Josefo. Además, por estas cosas la certeza de la “literatura” cristina es verdaderamente falsa, porque además, sufrieron los evangelios muchos más cambios de manos posteriores, “editores” i copistas para la elaboración de la Biblia se ha estado escribiendo durante más de 1.600 años. A pesar de ello, los intérpretes, exegetas i estudiosos, arriman la sardina cada quien para su costado. Se reconoce, dice Kaustky, “que la congregación cristiana abarcaba, en su principio, casi exclusivamente elementos proletarios y que era una organización proletaria” i eso continuó mucho tiempo hasta que, ese cristianismo primitivo, en los cuales muchos han visto no solamente socialismo sino comunismo, i lucha de clases, porque había entonces un comprobado odio por los ricos, que se ve con claridad en el Evangelio de San Lucas; pero luego de ser religión de los desposeídos, como se ve su paulatina transformación en la obra de Eric Fromm EL DOGMA DE CRISTO, pasó con Constantino a ser la religión del Imperio Romano i por consiguiente de los poderosos i ricos. Desde entonces la iglesia ha sido todo lo contrario a las posibles enseñanzas de Cristo i nada socialista. Por eso, por no tener ni fuentes en las que apoyarse para deducir o interpretar, me parece que es solamente producto de la adulancia i de interés personal en algo, que el señor Heinz Dieterich, hable de la aportación de Jesús al socialismo del siglo XXI. No conocemos ni una ética ni una praxis del Nazareno, i menos a nivel científico. Por eso el autor tantas veces citado dice que “Los primeros cristianos no fueron capaces de hacer una exposición tan clara y tan serena. Pero sus breves observaciones, exclamaciones, demandas, imprecaciones, indican claramente que en cada caso el informe carácter comunista de la primera etapa de la congregación cristiana” i por ello posteriormente rectifica su visión de comunismo. También explica que “Prescindiendo de los milagros, es difícil entender cómo un carácter como el de Jesús de los Evangelios, que, de acuerdo con lo que se dice, levantó tal conmoción en la mente de los hombres, pudiese llevar adelante su agitación y morir finalmente como un mártir de su causa sin lograr que los hebreos y paganos contemporáneos le dedicasen una sola palabra”. No olvidemos que, desde su disputa con los doctores de la lei, (i aun antes de eso) Jesús se pierde en la historia durante unos 27 años o más. Por eso, aunque apoyo la idea del presidente de la posibilidad de construir un nuevo socialismo del siglo XXI, pero con ideas realmente nuevas, creadoras i tomando lo histórico i científico del socialismo, pienso escribir un aporte, mas no tomando la religión que tradicionalmente es opuesta a todo cambio, es dogmática i anticientífica, para complacer la religiosidad un tanto ingenua de nuestro presidente. Por eso me preocupo cuando le oigo decir que Cristo dijo, ser el Alfa i el Omega. Al escritor Dieterich le respeto i le leo con frecuencia pues creo ver en él muchos aciertos políticos, pero realmente discrepo de su “socialismo cristiano” como contribución al del siglo XXI. Sería curioso un escapulario, con las figuras de Fidel i del Ché Guevara; i más curioso todavía, encontrar ideas nuevas en el Vaticano, con el “nuevo” Papa.


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Roberto Jiménez Maggiolo


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