Perpetuamente

Si no leemos, encadenamos al pensamiento

Si las venezolanas y venezolanos no entran en contacto con la lectura y la escritura y, por el contrario, piensan que lo ideal, el gran placer es sentarse frente al huésped alienante que es la televisión y nutrirse de las sandeces en colores y con sonido que tienen al frente, lo que están haciendo con sus cerebros es someterlo a un envejecimiento prematuro, es decir le están una cadena perpetua al pensamiento.

La lectura permite la reacción en cadena de millones de neuronas, las cuales se mueven al compás del sentido que tienen las palabras que vamos captando y combinando para así establecer la necesaria relación que le de coherencia y entendimiento a lo que leemos.

Se dice con mucha facilidad, tanta que ni nos damos cuenta que lo que se realiza en nuestro sistema cerebral son complicadas operaciones que se llevan en los cachos al computador de más alta tecnología.

Nos acostumbraron, en un proceso de evolución que viene desde que estuvimos en el vientre de nuestras madres, a que todo dentro de ese proceso de enseñanza aprendizaje, lo viéramos con una gran naturalidad. De modo que cuando vamos caminando por las calles –salvo que seamos algún curioso investigador- no nos detenemos a preguntarnos sobre ese complicado proceso de coordinación que existe cuando acciona el movimiento de nuestros ojos y el que hace nuestro cuerpo para poder desplazarnos, a cualquier distancia, sin ocuparnos siquiera de ver para el suelo o de voltear hacia uno u otro lado.
Se aprecia tan sencillo que ignoramos toda la intrincada y compleja maquinaria que somos los seres humanos.

Actuamos, en consecuencia, como si todo lo supiéramos y no es así.
Leer un libro permite liberar el espíritu y alumbrar el alma de la gente. Cada vez que leemos dos o tres páginas de un libro, no solo accedemos al conocimiento de nuevas palabras y conceptos que no estaban en nuestras mentes, o sea, aprendemos más.

Con la telenovela, por ejemplo, lo que hacemos es mantenernos en la rutina del mal ambiente de vida, del grito, el acoso, la mentira, la farsa, la traición y las malas conductas que no educan.


 
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)


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Pedro Estacio


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